14 datos que demuestran que Dory puede superar a Nemo

14 datos que demuestran que Dory puede superar a Nemo

"Hola, soy Dory y sufro pérdidas de memoria a corto plazo".

No necesita más presentación. Dory, la pez cirujano azul más famosa de la historia, está de regreso. Trece años después de su aparición estelar en la celebrada Buscando a Nemo, el destino (y Disney) han hecho justicia y le han dado a Dory la película que tanto se merece. Quienes la han visto llegan a una conclusión inmediata y común: Buscando a Dory es una gran película, de las que están llamados a convertirse en un clásico de Pixar. Y hay un montón de motivos que la respaldan. Como por ejemplo…

1.- Porque Dory de pequeña es, probablemente, el protagonista infantil más bonito que ha dado Disney

Ni Simba cuando es un cachorrito, ni Nemo como ese huevecillo dañado, ni siquiera las pequeñas princesas Disney, siempre tan monas. Dory es espectacular. Esos ojos gigantes que se quedan con toda su cara, esa dulzura, ese pequeño personaje que veremos evolucionado años después pero que ya sienta las bases del mismo… MiniDory es estupenda. En España ha sido doblada por Carlota de Santiago, y la voz no puede estar más acertada, en un tono entre dulce, divertido y tierno. Eso sí, no aparece en ningún tráiler ni clip: excepto filtraciones, tendrás que verla en el cine para conocerla.

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2.- Por la siempre magnífica Anabel Alonso

"En estos 13 años, en todas las entrevistas que he hecho, en todas, me han preguntado por Dory", explicaba recientemente Anabel Alonso, la dobladora de la pez cirujano, en un encuentro con El Huffington Post. Sin embargo, ahora, cuando ha llegado el momento de la secuela se ha sorprendido: "Ha sido inesperado". Ella sabe del poder que tiene Dory, de todo lo que transmite: "Es generosa, buena amiga, solidaria, no tiene rencor".

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Alonso, en un momento del doblaje.

¿Por qué ha logrado que sea tan importante su voz, que todo el mundo la reclame (algo en lo que, afirma, se ha sentido "desbordada, encantada, alucinada")? Así lo explica: "En el doblaje nunca traté de imitar a Ellen DeGeneres [que dobla a Dory en la versión original]. Habría sido imposible. Tiene mucho de mí, ya que me dieron la posibilidad de crear. Yo soy espontánea, impulsiva… Le di mi impronta". Asegura Alonso que crear a Dory esta vez ha supuesto un reto técnico, ya que tiene "un ritmo trepidante, más intención, emoción…". ¡Ah! Y todo eso sin ver la película: solamente conoce los retazos en los que aparece.

3.- Porque es más completa y compleja que la de hace 13 años

El mundo ha cambiado, Dory y Nemo también… y la animación de 2016 lógicamente no es la misma que la de 2003. Buscando a Nemo fue una de las primeras películas de Disney-Pixar que acertó en su combinación de historia infantil con humor y pensamiento para adultos, y tras ella llegaron otras como la aclamada Del Revés. La historia es más completa, más complicada (entre otras por el manejo de los sentimientos y de algo tan complejo como la mente, en este caso la de Dory) e incluye referencias al mundo de los adultos que los niños no captarán. Pixar también hace gala de recursos narrativos como los flashbacks, constantes e interesantes (además de muy bien hechos) que convencen.

4.- Por el toque de poder femenino

Mérida en Brave o Alegría en Del revés han sido dos de las mujeres más poderosas que Disney y Pixar han dado en los últimos años, pero no las únicas de la animación: ahí están la conejita Judy Hopps de Zootrópolis, la malvada Scarlett Overkill de Los Minions o, cómo no, Elsa y Anna de Frozen. Todas son distintas, no están ancladas a estereotipos, son personajes en constante evolución. Dory, por suerte, ha venido a unirse a esa pandilla.

5.- Por el profundo mensaje de superación

Si uno de los mayores miedos que tenía Marlin cuando su hijo, Nemo, se perdía en el océano era el hándicap físico al que se enfrentaba, al tener inutilizada una aleta, el caso de Dory se complica y mejora: a mayor reto, mejor la resolución. El problema de Dory está en su cabeza: "Sufro pérdidas de memoria a corto plazo". Su aventura y la complejidad de superarla es aún mayor, pero la cinta demuestra que las dificultades no están para achantarse, sino para crecer. Dory lo enseña y, hasta en los momentos más complejos, sabe tirar de recursos.

6.- Porque se encuentra con compañeros de viaje de lo más inesperado

No hay dificultades si hay amigos, y uno de los grandes fuertes de este personaje es su capacidad para hacerse valer. Se aprecia desde los primeros fotogramas: su soledad y lo que podría ser su tristeza acaban por convertirse en su mejor arma. No le van a faltar amigos a lo largo y ancho del mar, y de lo que no es el mar.

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7.- Por la lección de que la amistad resiste a lo largo del tiempo y la importancia de aquellos a quienes elegimos como familia

En la primera cinta, Dory ayudaba a Marlin a encontrar a Nemo, perdido por el océano. Sin embargo, ¿por qué iban un padre y un hijo, tranquilos en su hogar, a salir a buscar a Dory? Pues Nemo y Marlin lo hacen porque Dory es parte de su familia y se deben a ella. Buscando a Nemo era una historia de amistades encontradas, pero Buscando a Dory es más madura aún: habla de la importancia de reafirmar la amistad, de no dejarla morir, de que tus amigos se conviertan en tu familia.

8.- Por la importancia de la familia

También la auténtica familia está muy presente en la cinta. Disney y Pixar han sabido cómo darle un toque más agridulce a la película, ya que hay algunas escenas que harán que los padres agarren fuerte a sus hijos y no los quieran soltar. La imparable búsqueda de su familia por parte de Dory —que no lo tiene precisamente fácil para recordar detalles y pistas para encontrarlos— demuestra su importancia.

9.- Porque el océano es bellísimo, pero hay más aguas que también lo son

La libertad del océano, de dejar libres a los animales que viven en él, es una de las premisas de las que parte Buscando a Nemo. Premisa paradójica, por otra parte, porque desde 2003 ha aumentado la cantidad de gente que ha querido criar peces payaso en sus hogares. Esta secuela es otro canto a la vida y a la libertad… pero Pixar sabe jugar perfectamente con su maestría técnica y hacernos ver que hay aguas igual de hermosas, y que los peces pueden disfrutar en ellas (siempre que tengan una intención de conservación y cuidado, claro). Y que también hay aguas, si no bonitas, sí necesarias: verás a Dory metida en toda clase de chismes. Todo sea porque esté bien mojadita.

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10.- Por unos secundarios que merecen la pena

Dory era la gran secundaria de la primera película y aquí Nemo y Marlin son también (lo sentimos, fans) algo secundarios, ya que ella es la protagonista absoluta. Sin embargo, la factoría de dibujos ha sabido crear personajes entrañables, divertidos y con mucho protagonismo. El pulpo Hank, que tanto ayuda a Dory, es uno de los principales, pero no hay que olvidar a la miope Destiny, o a Fluke y Rudder, los leones marinos. Y también hay cameos de algunos clásicos: no faltan el Profesor Raya o la tortuga Crush.

11.- Porque sabe cómo llevarte de la risa a la lagrimilla

Historias de padres e hijos, de amigos perdidos, de luchas a contracorriente (a veces de forma literal) se llevan de maravilla con chascarrillos, apariciones estelares (en la versión original la de Sigourney Weaver, afirman en HuffPost en EEUU, es tronchante) y, directamente, carcajadas. Una montaña rusa emocional.

12.- Porque el hecho de que se estrene un miércoles es una buena idea

Inicialmente Buscando a Dory se estrenaba el viernes 24 de junio, pero algunas semanas antes de su estreno Disney avisó de que sería el día 22. ¿Un miércoles? Sí, y está bien jugado. Porque así muchos niños, que acaban las clases ese día, tendrán tres días para ir a verla antes de las piscinas, pueblos y playas del fin de semana. Así las salas las ocuparán los adultos el sábado y el domingo. Y la taquilla del arranque será probablemente espectacular, como ha ocurrido en Estados Unidos con casi 120 millones de euros en su primeros tres días que la han convertido en el mejor estreno de animación.

13.- Por la inteligente espera

Son pocos los creadores que se atreven a esperar 13 años para lanzar una secuela de su película, más si la misma ha tenido un éxito tan espectacular como el que tuvo Buscando a Nemo. Pero Disney y Pixar lo han hecho bien.

Como explica la publicación especializada Variety, en estos casi tres lustros los niños que hicieron de la peli un éxito están ya en el instituto o la universidad, pero seguirán siendo fans de sus peces favoritos, mientras que los nuevos niños la conocerán de la tele y los DVD y tendrán ganas de verla. Han sabido dejar madurar el producto el tiempo suficiente como para que sea auténticamente bueno, para que tenga calidad sin ser una saga vacía. Y a los adultos ya los tienen ganados.

14.- Porque resuelve MUCHAS dudas

Y trece años después ¡ya era hora de saber por qué Dory haaaablaaaaaa baaaalleeeeenoooooooooo!

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