Cómo reconvertir tu terraza sin hacer una gran inversión
Estrenar terraza o volverla a poner a punto para el buen tiempo no tiene que ser un drama de días y cientos de euros. No es necesario hacer una gran inversión para disfrutar del espacio exterior de casa. Hay ciertos elementos clave que no cuestan mucho y que cambian totalmente su apariencia.
Acertar con estos elementos es esencial, y la clave es aprovechar el espacio al máximo: fijarse en los suelos y la mesa pero también en las paredes y techos. Hay que inundar todo con telas y elementos decorativos que transmitan alegría y ligereza, y de plantas que transporten a la naturaleza que se disfruta en vacaciones.
Otro punto clave es elegir muebles que sean fáciles de mover, con ruedas o plegables, así el almacenaje es más sencillo cuando termina el buen tiempo. También es importante que el espacio destinado a este fin se integre con la decoración, de modo que cuando todo esté escondido la terraza siga manteniendo su encanto.
Estos son algunos de los consejos a seguir para renovar la estancia sin gastar demasiado.
COLORES CLAROS
El buen tiempo se asocia siempre con tonalidades claras, que además tienen la virtud de agrandar los espacios. De ahí que lo recomendable sea apostar por blancos, azules, rosas suaves, amarillos y verdes claros en la decoración, y recurrir a materiales naturales como maderas, paja y caña.
Contrastar las paredes con las telas también es una buena opción. Los manteles y cojines blancos son los que tienen mejor precio, ya que son más comunes. Para ahorrar un poco más, también se puede comprar tela por metros y hacerlos nosotros mismos.
Los balcones con poco espacio pueden aspirar a algo que los grandes tienen más difícil: por menos 20 euros se puede cambiar el suelo por uno de tarima de madera.
EL BÁSICO: MESITA Y SILLAS
Una mesita y dos sillas son la base de todo balcón, un sitio donde cenar, dejar el vaso de cerveza o el ordenador para trabajar inspirado por las vistas y el buen clima.
No hace falta desembolsar mucho para tener un juego de mesa y sillas, las hay de todos los precios. Todo depende de lo que se quiera gastar. De hecho, los que están dispuestos a hacer un gran desembolso tienen opciones más grandes, cómodas y de diseño.
Pero si se quiere gastar lo mínimo, siempre se pueden fabricar con cajas de madera. Y si se le da la vuelta a la caja... se convierte en un espacio para guardar cojines y mantas.
VERDE QUE TE QUIERO VERDE
Las plantas son un componente esencial de cualquier espacio al aire libre, ya que aportan intimidad, calidez y color incluso en los rincones más oscuros de un patio. Si se superponen, cogiéndolas de distintas alturas, formas y tamaños, siempre dejando las grandes detrás de las pequeñas, pueden dar la sensación de que el balcón es un pequeño claro en una jungla.
Por menos de diez euros se pueden tener cactus, flores (algunas tan conocidas como los crisantemos, los narcisos o las calas), palmeras, plantas variadas grandes y pequeñas, fresales y hiedras. Con todo eso se puede llenar un pequeño jardín o cubrir las paredes de verde.
MACETAS POR TODAS PARTES
¡Ya hay plantas! Ahora falta dónde ponerlas, algo casi igual de importante para cambiar el estilo de un balcón. Hay de todos los tipos y sin tener que pagar demasiado: macetas sobrias o decoradas, redondas y alargadas, pequeñas y grandes, de colores, de metal y hasta de cuerda trenzada.
Y si alguna resulta demasiado sosa... ¡siempre queda pintarla!
UN JARDÍN COLGANTE
Si algo le da encanto a una habitación son los toques de personalidad, y en nada se nota más el carácter que en las formas originales que se le ocurre al dueño de colgar plantas y flores. Es uno de los trucos para aprovechar más el espacio sin comerse el que necesitan las personas para disfrutar de la estancia.
Las opciones para colgar del techo son las más económicas, pero también hay escaleras para apoyar el jardín contra la pared o muebles para que ocupe como una lámpara de pie (especial para que las trepadoras adquieran formas de fantasía). Los manitas tienen la opción de reciclar un palet como en esta foto.
ESTANTES ESPARCIDOS
El suelo y las paredes son los sitios donde todo el mundo espera ver plantas, pero se consigue dar mucha personalidad a un balcón si se distribuyen las plantas por lugares inesperados. Hay un montón de soportes que permiten esto, desde banquetas o mesitas auxiliares, cajas viejas, pilas de libros que no se quieran... u opciones más ambiciosas, si no se descarta un poco de desembolso.
Y luego hay piezas más exóticas, como un trineo de madera, un baúl, un atril (que permite utilizar las esquinas), bandejas, carritos de cocina (ideales para poner plantas aromáticas, que son muy baratas y que se puedes transportar así fácilmente a la cocina para usarlas como condimento) o incluso un simple trozo de madera.
FAROLILLOS
Por su textura ligera y sus colores alegres, los farolillos son ideales para cambiar completamente las terrazas al aire libre. Quedan genial en días tardíos de primavera de cielos azules y sol pero aún con ligera brisa a la que ondean. Los hay de distintos tamaños y formas y le dan un aire aún más fiestero si lleva luz interior o forman una guirnalda.
Como son muy ligeros, los farolillos permiten retoques personales: se pueden pintar o hacer manualidades fáciles sobre ellos (queda muy bien con poco tiempo y maña) o incluso crearles adornos especiales. Si hay ganas (o poco presupuesto), se pueden hacer 100% caseros.
DECORACIÓN: ELEMENTOS NATURALES Y LIGEROS
Los toques finales de cualquier estancia los dan los pequeños elementos decorativos que sirven para definir la estancia. Los popurrís de pétalos de flores y hojas secas son perfectos para adornar centros de mesa y jarrones transparentes. Se pueden hacer o comprar de diversos colores, y a veces van perfumados, aunque este efecto se perderá a menos que se aproveche para coronar la mesa de una cena.
La opción más económica es llenar tarros de cristal con papeles de colores y distribuirlos por las superficies o incluso colgarlos del techo entre las plantas. El cristal luce de forma particularmente bonita bajo los rayos del sol. Otros elementos baratos y bonitos en una terraza son las piedras, los guijarros y las conchas de playa.