Día del Orgullo 'Friki': famosos que también son fans a ultranza de series, cómics y sagas
Este 25 de mayo el Día del Orgullo Friki cumple una década. Esta cita española celebra la afición dedicada (hasta obsesiva) a productos culturales de género: superhéroes, fantasía, terror y ciencia ficción, principalmente.
Casi todo el mundo es fan de algo —de algún libro, alguna saga, cómic o videojuego— y por eso en El Huffington Post recordamos las veces en que los famosos han demostrado que son tan frikis como los demás.
Un ejemplo es la familia de Neil Patrick Harris, que posó vestida de Star Wars al completo.
De la saga galáctica también se disfrazaron Rainn Wilson (Dwight en The Office) y Joseph Gordon-Levitt (John Blake en la saga de Batman de Christopher Nolan) para acudir al estreno de El despertar de la Fuerza.
Christopher Lee encarnó a Drácula y estuvo en Star Wars, pero fue su participación en El Señor de los Anillos la que más le llenó, ya que era un fan a ultranza. Leía los libros todos los años y se aseguró un papel en la adaptación al cine mandando una foto de sí mismo caracterizado de mago a Peter Jackson.
Christopher Lee en Las nuevas aventuras de Robin Hood, papel que escogió para caracterizarse como un mago.
En su faceta de cantante interpretó poemas de la saga literaria. Fue el único miembro del equipo de las cintas que conoció al escritor, J. R.R Tolkien, momento en que, como en su día recordó, se quedó paralizado de la impresión y sólo pudo decirle: "¿Qué tal?".
Megan Fox es también fan del universo de Tolkien, una gamer dedicada y una friki de Star Wars capaz de comprarse una copia a tamaño natural de R2-D2, como demostró con uno de sus primeros tuits.
Barack Obama es un auténtico friki al que le encanta Star Trek (hasta el punto de que saludó al actor de Spock al estilo vulcaniano), cita constantemente el nombre de superhéroes en cuestiones estatales y se le ha visto jugar con espadas láser.
Obama ha aprovechado también su amplia cultura friki para lanzar dardos y ridiculizar a los republicanos con Los juegos del hambre. Y recientemente, ha sacado partido a su cargo al pedir a HBO que le mandaran por adelantado los capítulos de la sexta temporada de Juego de Tronos.
Un conocido fan de esa misma serie es Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, que tuitea los capítulos en directo, asiste a tertulias sobre la ficción fantástica, interpreta la melodía de los créditos, ha coordinado un libro sobre ella y no pierde ocasión de regalarla.
También le gusta Juego de Tronos a Madonna, que se vistió de Khaleesi en 2014 por la festividad judía del Purim.
El actor que hace de Hodor en la serie, en boca de todos tras el capítulo cinco de la sexta temporada, es un gameraficionado al World of Warcraft que lleva camisetas de Mi pequeño pony y no oculta su fanatismo.
A su vez, George R. R. Martin, autor de Canción de Hielo y Fuego, los libros en los que está basada Juego de Tronos, es un fan incondicional de los cómics desde pequeño. Cuando tenía 16 años, escribió una carta de amor a Stan Lee, creador, entre otros, de Spiderman, Hulk, Iron Man y los X-Men.
Otro que ha mandado cartas de fan ha sido Anthony Hopkins. Después de terminar Breaking Bad, escribió a Bryan Cranston, su actor protagonista, para decirle que su actuación era la mejor que había visto nunca.
En el caso del nuevo primer ministro de Canadá ha sido al revés. Justin Trudeau, que acude a convenciones frikis, entiende de física cuántica y se disfraza de Star Wars con su familia, ha recibido un mensaje de felicitación por haber salido elegido por parte de un actor de Star Trek... y lo ha compartido como buen trekkie en Twitter.
Otro líder mundial que tampoco escapa al embrujo friki es el papa Francisco, que envió un mensaje a las comunidades educativas citando varias veces El Señor de los Anillos.
Alex Salmond, el líder del independentismo escocés, es tan fan de Star Trek que usa el nombre del capitán Kirk para viajar de incógnito. En octubre de 2015 tuvo un problema y no le dejaron subir a un vuelo. Cuando el incidente llegó a oídos de William Shatner, el actor que interpretó al personaje, exclamó por Twitter: "¡Hay maneras más fáciles de conseguir un autógrafo!".
La cultura de Estados Unidos conquista incluso a sus rivales geopolíticos. En los años 90, el líder ruso Mijaíl Gorbachov intentó tirar de la lengua al director David Lynch (utilizando como intermediario al presidente George Bush) para saber antes que nadie quién era el asesino de Laura Palmer en Twin Peaks. No funcionó, pero da una idea de cuánto le gustaba.
Por otra parte, el estadounidense más famoso de Rusia, Edward Snowden, es un otaku (fan de la animación japonesa o anime) y pasó años jugando online.
ANIME, SUPERHÉROES Y SERIES
Rafa Nadal también es un friki de una serie japonesa, Bola de Dragón, que ve desde pequeño y cuyos capítulos sigue utilizando para tranquilizarse y poder dormir antes de jugar.
No sólo los dibujos japoneses triunfan, también lo hace el cómic americano. El director Juan Antonio Bayona era seguidor de Superman y, en sus propias palabras, todavía cree que puede volar.
Tanto Daniel Radcliffe (Harry Potter) como Maisie Williams (Arya Stark en Juego de Tronos) se han disfrazado de Spiderman para asistir a convenciones frikis.
Y los hay afortunados, como Dwayne Johnson, que por su constitución dio el pego fenomenal como Hulk en una fiesta de Halloween en 2012.
Stephen King es un fan de tantas cosas que enumerarlas todas es imposible. Ha escrito historias de Sherlock Holmes, es seguidor de Perdidos (y los creadores de la serie de él, como descubrieron todos en una firma del escritor) y ha escrito críticas muy entusiastas sobre Harry Potter. Y, por supuesto, sigue la última moda...
Creo que mi amigo Jack Bender, que dirigió tantos buenos capítulos de Perdidos, acaba de darnos el capítulo del año en Juego de Tronos.