Un año de ayuntamientos del cambio
El 24 de mayo de 2015 algo cambió. Las urnas de aquellas elecciones municipales y autonómicas arrojaron un resultado que se venía rumiando desde hace tiempo, pero que aún así pillo por sorpresa a muchos. Aquellas elecciones significaron el fin del bipartidismo en muchos ayuntamientos y comunidades. Entraban en juego nuevos partidos, con frescas promesas y ganas de abrir las ventanas de los consistorios.
Un año después, toca hacer balance. ¿Qué ha cambiado? ¿Qué falta por hacer? El camino que han tenido que emprender estos gobiernos no ha sido fácil, a veces víctimas de su inexperiencia mientras tienen que gobernar en minoría y contra corriente.
El recuento de votos de las elecciones municipales de hace un año confirmaba la sorpresa en la capital de España. Madrid, tras casi tres décadas de gobiernos del Partido Popular, daba un vuelco hacia la izquierda y hacía alcaldesa a Manuela Carmena, una "política ocasional", como ella misma se define. Su paso por el Palacio de Cibeles en este año ha generado mucho ruido. A veces positivo, otras no tanto, pero sin dejar a nadie indiferente con su gestión del consistorio madrileño. [SIGUE LEYENDO EL BALANCE DEL AÑO DEL CAMBIO EN MADRID]
Ada Colau, exlíder de la PAH lograba la noche del 24 de mayo del año pasado hacerse con el bastón de mando del consistorio catalán. Comenzaba el reto de intentar desmarcarse de ese aire liberal-turístico que había impregnado Xavier Trias a la ciudad condal. A la vez la crisis había sumergido a la Barcelona periférica en una situación desesperada, en la que los desahucios eran una triste noticia diaria. Ahí surgía la fuerza de la hoy alcaldesa. Doce meses después, Colau ha comprobado las dificultades de gobernar en solitario y justo cuando se cumple un año, ha llegado a un pacto para que entre en el gobierno municipal el PSC, que le aportará mayor estabilidad en un muy fragmentando pleno. En este tiempo ha intentado revitalizar la agenda social del consistorio y reorientar las políticas municipales, todo ello acompañado por una fuerte dosis simbólica -como la retirada del busto de Juan Carlos I- y una creciente presencia en la política nacional. [SIGUE LEYENDO EL BALANCE DEL AÑO DEL CAMBIO EN BARCELONA]
Un año después de llegar al poder en Santiago de Compostela, A Coruña y Ferrol, las Mareas gallegas se encuentran ante el riesgo de que las grandes expectativas que generaron se vean frustradas. Los tres alcaldes gobiernan en minoría, por lo que los expertos aseguran que han tenido que resignare a no poder hacer todo lo que prometieron.
El regidor de A Coruña, Xulio Ferreiro, admite que les gustaría hacer "cambios más profundos", pero que "la situación es difícil" y el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, critica que las posiciones del PSOE están siendo en ocasiones muy cercanas a las del PP. Los socialistas argumentan, en cambio, que las Mareas deben aprender todavía a dialogar con los demás y a no culpar al resto de su mala gestión. [SIGUE LEYENDO EL BALANCE DEL AÑO DEL CAMBIO EN GALICIA]
José María González, Kichi, de Por Cádiz sí se Puede, logró el hito de desbancar a Teófila Martínez (PP), tras 20 años en la alcaldía gaditana. La Plaza de San Juan de Dios se llenó de ciudadanos ávidos de cambio que aclamaron a este joven profesor de pendiente y puño de camisa remangado como el símbolo de otro Cádiz. Hoy el Ayuntamiento ha dado pasos puntuales en asistencia de emergencia a familias necesitadas, en transparencia y en reducción de salarios y deuda pública. Sin embargo, siguen los desahuicios, los cortes de luz y agua, el paro por encima del 33%. La falta de competencias y la herencia recibida, dicen, ralentiza el cambio de piel de la ciudad trimilenaria. La oposición, por contra, sostiene que Podemos es sólo fachada y símbolos, pero poca gestión seria. La precariedad de la mayoría que ostenta Kichi es, hoy, la mayor debilidad del gobierno local. [SIGUE LEYENDO EL BALANCE DEL AÑO DEL CAMBIO EN CÁDIZ]
El ‘gobierno de cambio’ lo ha tenido muy complicado en su primer año en el Ayuntamiento de Zaragoza. El Ejecutivo de Zaragoza en Común (ZeC), liderado por Pedro Santisteve, llegó al poder cargado de buenas intenciones impregnadas de defensa de los derechos humanos y sociales. Pero se toparon pronto contra la dura realidad. Las confrontación directa de ZeC con los partidos que le auparon al poder —PSOE y CHA— transmite sensación de bloqueo en el Consistorio, las arcas municipales heredadas están vacías y, además, se han tenido que enfrentar a la huelga de autobuses más larga de la historia de la capital maña. [SIGUE LEYENDO EL BALANCE DEL AÑO DEL CAMBIO EN ZARAGOZA]