Holanda convierte sus cárceles vacías en lugar de acogida para los refugiados (FOTOS)

Holanda convierte sus cárceles vacías en lugar de acogida para los refugiados (FOTOS)

MUHAMMED MUHEISEN / AP

Holanda ha experimentado una disminución masiva de su población reclusa en las últimas décadas. A menos delincuentes, más cárceles vacías. ¿Qué se hace, ante esa realidad? Cerrar, demoler o... buscar un nuevo uso. La crisis de los refugiados que llegan, desesperados, a Europa, ha hecho que las autoridades de Ámsterdam se hayan planteado la reapertura de estas instalaciones, pero con un uso mucho menos negro: atender a quien llega al país en esas celdas que ahora se han convertido en hogar para sirios, afganos o kurdos.

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A diferencia de los presos, a los refugiados se les permite entrar y salir libremente de la instalación. Y también pueden decorar sus habitaciones para recuperar su sentido de identidad, dañado si no perdido en su travesía a Europa. En su tiempo libre siguen con sus estudios, aprenden idiomas, reciben formación sobre la burocracia del país... Y todo en un lugar seco, limpio, a salvo. El hierro, las rejas, las verjas, todo pierde parte de este tono siniestro con el nuevo uso.

Las cárceles, defiende Holanda, proporcionan un techo y calefacción, un lugar para reagruparse y recuperarse.

Actualmente hay más de 60 millones de refugiados a nivel mundial y muchas más personas que son desplazados internos por conflictos, desastres naturales o represión. Si en no pocos estados desarrollados hay cárceles aprovechables... ¿dará alguien más el paso adelante de los holandeses?