Trucos para que la bicicleta no sea un estorbo en la terraza
En cuanto sale el sol, a los fans de la bici les encanta subirse al sillín y dejarlo sólo cuando vuelve el frío. El problema es qué hacer con el ciclo cuando no se usa, porque ocupa mucho espacio.
Afortunadamente, las bicicletas están de moda y los ciclistas aficionados tienen un inagotable ingenio para almacenar cómodamente el vehículo e incluso sacarle algún que otro uso adicional.
COLGARLA EN LA PARED
Es un clásico lo de colgar la bici de la pared, y hay muchas formas de hacerlo. Las más baratas tienen que ver con el hackeo de productos Ikea, como estos ganchos Kvartal de menos de cinco euros, que dejan la bici bien quieta.
Pero van surgiendo opciones con un diseño más único, como este gancho tan económico y elegante, uno de madera mucho más bonito, o esta locura hecha con manillares viejos de otras bicicletas.
También se puede colocar la bici boca abajo para extraerle algún uso cuando está parada: un armario improvisado al descubierto.
Eso sí, se amarre como se amarre... si se sitúa de forma estratégica respecto a la iluminación, extenderá la luz de una manera muy sugerente.
LA BICI STRIPPER
Las estructuras altas permiten guardar más de una bicicleta, como este armazón o este hackeo de Ikea.
COLGADA COMO UNA MORCILLA
Este sencillo ingenio quita de en medio varias bicis, que además pueden girarse para pegarlas contra la pared y que ocupen menos, puesto que están colgadas, no sujetas. El único problema, según el constructor, es que no es ideal para los que usen el ciclo a diario, ya que bajarla del gancho requiere algo de tiempo.
ESTILO MARINERO
Quien tenga tiempo y se divierta montando poleas verá en este sistema de almacenaje de la bici una ideaza. Pocas fórmulas la quitan tanto de la vista.
PARA OSADOS
Los más atrevidos no tendrán ningún problema en pintarla de colores de forma que no sólo no desentone sino que, se coloque donde se coloque, vaya a juego con el ambiente.
No importa dónde se deje: si encima se coloca una guirnalda iluminada, conquistará incluso a los invitados más exigentes. Funciona para Navidad y para cualquier otra época del año. ¿Quién se resiste a esa forma tan bonita hecha de luces?
PARA CASAS GRANDES (Y GENTE CON TIEMPO)
Este gigantesco cajón es la solución más guay: una especie de plaza de garaje extraíble para la bicicleta y todo el equipo que la acompaña. Sólo sirve si tienes el espacio y el tiempo para construirlo, pero seguro que se conserva mejor que de ningún otro modo.
LA BICI QUE USA LOS MUEBLES
Otra opción es guardar la bicicleta y que el mueble que ayude a hacerlo sirva para guardar más cosas. Es el caso de esta estantería pequeña.
El máximo exponente de este tipo de mobiliario es la estantería diseñada por la empresa italiana BYografia. Prevé un espacio para la bici (ajustable por tamaños) boca arriba con baldas hasta el suelo en el otro lado. Sus piezas son ajustables, para mayor estabilidad. Se llama Bookbike (¿Estantecleta?).
UN HUEQUITO ESPECIAL
No es que el mueble sirva, es que hay un mueble especial para la bici que forma parte de la decoración de las habitaciones principales, como la cama lo es del dormitorio. Sólo para muy fans...
La marca de muebles del diseñador chileno Manuel Rossell lleva el amor casero por las bicis un paso más allá: sus piezas integran el ciclo de forma que apenas se la ve y a la vez realza la habitación, a medio camino entre el almacenaje y la decoración vanguardista.