La imagen de la brutalidad policial que ha conmocionado a Kenia
Advertencia: Este artículo contiene imágenes que pueden herir la sensibilidad de los lectores.
Las fotografías de agentes de la Policía keniana golpeando continuamente y dando patadas a un manifestante inconsciente tumbado en el suelo de las calles de Nairobi han escandalizado a la población y han lanzado un debate sobre la violencia policial en el país.
La Policía, porra en mano, se abalanzó el lunes contra los cientos de manifestantes que participaban en una protesta contra el Gobierno para pedir reformas electorales en Nairobi, la capital, y trató de dispersarlos con gases lacrimógenos y cañones de agua.
En una dramática escena captada por la cámara se ve a un hombre con una camiseta verde que corre para huir de la Policía y cae sobre un bordillo. Ahí lo alcanzan tres agentes, que empiezan a propinarle patadas y golpes mientras él permanece quieto y sin sentido.
Los medios de comunicación kenianos dieron una información confusa sobre el nombre y el estado de este hombre, lo que desencadenó un encendido debate en las redes entre quienes apoyan al Gobierno y a la oposición.
Algunos medios afirman que el hombre era un manifestante y que murió a causa de las heridas. Otros informan que sólo pasaba por allí y se vio envuelto en mitad de la violencia, pero que se recupera en su casa. El martes apareció un vídeo aéreo que mostraba al hombre alejándose de la escena después de la paliza.
Entretanto, su imagen se ha convertido en un símbolo y ha desatado el debate sobre el problema de violencia policial al que se enfrenta Kenia.
Varios ilustradores kenianos han dado su versión particular de la escena, captada por el fotógrafo Ben Curtis, de Associated Press.
Ésta es la crítica del dibujante Patrick Gathara sobre la necesidad de una reforma policial:
El ilustrador Victor Ndula ha querido acusar a la organización que es objeto de las protestas —la Comisión Independiente Electoral y de Fronteras (IBEC)— por abrobar la violencia.
Muchos kenianos sostienen que, independientemente de cuáles sean los detalles de este caso concreto, las imágenes ilustran un problema mayor, el de la brutalidad policial en Kenia. En 2015, al menos 126 personas fueron asesinadas por las fuerzas policiales y la guardia forestal, según la Unidad Independiente Médico-Legal, un grupo keniano en defensa de los derechos humanos.
El lunes, el hashtag #StopPoliceBrutality [#ParadlaBrutalidadPolicial] se convirtió en trending topic en Kenia.
El martes, el jefe de Policía anunció que se abriría una investigación interna para analizar el posible error policial después de que circularan por internet las imágenes de golpes y manifestantes sangrando. Varios grupos de derechos humanos han condenado la violencia de este caso, y el embajador estadounidense Robert Godec lo ha descrito como un “uso excesivo de la fuerza”.
El cuerpo de Policía keniano afirma que algunos agentes también fueron heridos en las protestas porque hubo manifestantes que les lanzaron piedras, según informa Reuters. El martes se acusó a 15 hombres de participar en una protesta no autorizada, pero éstos negaron haber usado la violencia.
La Policía anunció que abriría una investigación interna tras la difusión de las duras imágenes.
Durante las últimas semanas ha crecido la tensión en el país a medida que se van acercando las elecciones presidenciales y parlamentarias de agosto de 2017.
Quienes apoyan a CORD —la coalición de la oposición, con Raila Odinga a la cabeza— han empezado a protestar cada semana y prometen que seguirán así hasta que dimitan los comisarios de IBEC, a quienes acusan de complicidad con el partido que gobierna.
Los manifestantes exigen que dimitan los líderes de la Comisión Independiente Electoral y de Fronteras (Independent Electoral and Boundaries Commission, IBEC), debido a una disputa que viene de los comicios de 2013, cuando les acusaron de sesgo político.
El abuso policial en las protestas resulta especialmente preocupante teniendo en cuenta las tensiones de las últimas elecciones en Kenia.
En 2007, después de que Odinga perdiera los comicios, la violencia se extendió en todo el país por sospechas de fraude electoral. Más de 1200 personas fueron asesinadas en las revueltas, lo que llevó a una investigación de la Corte Penal Internacional.
En las últimas elecciones de 2013, Odinga volvió a asegurar que el fraude electoral le había impedido ganar y entró en una discusión con IBEC, precisamente la fuente de las disputas que han provocado las protestas actuales. Finalmente, ese año se evitó llegar a la violencia gracias a la presión internacional ejercida sobre los líderes políticos y a los esfuerzos locales por mitigar las tensiones.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano