¿Y si Australia hubiese ganado Eurovisión 2016?
Australia y la cantante Dami Im han quedado terceras en la 61ª edición del Festival de Eurovisión con la canción Sound of silence. Según el nuevo sistema de votación introducido este año, primero se dio a conocer la decisión de los jurados profesionales de los países, ronda en la que obtuvo más puntos que ningún otro (320 en total). Sin embargo, una vez sumado el televoto, el país oceánico quedó relegado a la segunda posición, por detrás de la ganadora Ucrania.
Como se vio hasta el último minuto de la gala Australia tenía serias posibilidades de ganar el festival. Esto resultaba un tanto irónico porque obviamente Australia no es Europa, y esto era Eurovisión, por lo que muchos se preguntaban: ¿qué pinta Australia en este festival? ¿Y si gana, todos allí en 2017?
La explicación a la primera cuestión es sencilla. Australia participó por primera vez el año pasado de forma excepcional con ocasión del 60 aniversario de Eurovisión. En 2016 ya no concursaba como invitada, por lo que tuvo que pasar por las semifinales y ganarse el apoyo del público encima del escenario.
Y respecto a la segunda pregunta: no. Quien se imaginara un festival entre koalas y canguros puede ir descartando la idea. Si Australia se hubiese proclamado vencedora, el resto de países no habría tenido que desplazarse hasta a las antípodas para concursar en la próxima edición de Eurovisión.
En caso de ganar, como Australia es miembro de la Unión Europea de Radiodifusión, puede decidir cuál de los otros países acoge el festival en su lugar, ya que según las normas, nunca podrá ser la sede física del certamen. De lo que no se libraría es de rascarse el bolsillo: sí estaría obligada a pagar la mitad de los gastos de organización del certamen.