Eurovisión 2016: 'sorpasso' de Ucrania a Australia y Rusia; Barei queda 22ª
El nuevo sistema de votaciones de Eurovisión prometía emoción hasta el último momento y así ha sido. Cuando parecía que Australia o Rusia iban a proclamarse ganadoras del festival, el televoto permitió a Ucrania pegar un acelerón final y proclamarse vencedora de la 61ª edición del festival de Eurovisión, con un total de 534 puntos. La representante española, Barei, ha quedado en el 22º puesto del total de 26 países participantes, con 77 puntos.
La gala, que ha durado tres horas y 45 minutos, ha dejado muchos titulares, parecidos y curiosidades, como que ha ganado una canción protesta, pero podríamos estar hablando de Australia como triunfadora.
LA GANADORA, UNA CANCIÓN PROTESTA
Susana Jamaladinova (conocida como Jamala), la representante de Ucrania, se coló en la final de Eurovisión tras pasar por la segunda semifinal, celebrada dos días antes, de donde ya partió como favorita. El de Jamala era un caso curioso, ya que la suya es una canción con mensaje, con una historia política, algo que normalmente está prohibido en Eurovisión pero que en este caso se ha admitido.
La ganadora, titulada 1944, tiene como trasfondo las deportaciones de tártaros de Crimea durante el estalinismo. Por tanto, el tema da mucho juego, ya que parece tocar el actual conflicto de Crimea con Rusia y la situación de los refugiados sirios en Europa. Preguntada sobre el asunto en la rueda de prensa posterior a la semifinal, Jamala no quiso mojarse demasiado y afirmó que era una canción dedicada a su bisabuela y su país. Y punto.
Como explica RTVE en su página web, la canción tiene "melodía no apta para tararear, estribillo con versos en tártaro de Crimea y una puesta en escena con una realización teatral y sin mapping (técnica de proyección de imágenes utilizada por el ganador de Eurovisión 2015, Mans Zermelöw, y que hemos visto en numerosas actuaciones esta noche)".
Ucrania apenas lleva doce años participando en el Festival y ya es la segunda vez que logra ganar: lo hizo en 2004 gracias a otra mujer, Ruslana, y su canción Wild dances.
Tabla de puntuaciones totales de Eurovisión. Arriba, Jamala tras conocer su victoria; abajo, el representante ruso tras conocer que los puntos de la segunda ronda le dejaban en tercera posición.
EL TRASPIÉS ESPAÑOL
Rozando las 22:30 llegó Barei al escenario del Globe Arena de Estocolmo dispuesta a darlo todo y a dejar a España en buena posición. Lo cierto es que las sensaciones fueron buenas, y España empezó a subir como la espuma en las casas de apuestas. La cantante madrileña tuvo ritmo en el escenario, buena voz y una actuación completa y sin problemas. De hecho, logró realizar su truco más preparado, un juego de pies que, aunque se prometía espectacular, no resultó tan efectivo, pero en el que no hubo fallos.
La decepción, sin embargo, se vio venir, y bastante pronto. Los 42 países participantes empezaban a emitir sus votos y España no estaba entre los receptores. Malta le dio a Barei un par de puntos, Ucrania otro, Francia tres… Las mayores alegrías llegaron con los ochos puntos de Moldavia, los siete de Noruega y los doce que dio Italia.
Pero el goteo no era suficiente: al acabar la primera ronda de votaciones, España iba en el puesto 16 de los 26 posibles, y la cosa empeoró cuando llegó la segunda ronda. Entonces se descubrió que estábamos en el grupo de los países con menos puntos en el televoto: el Say Yay! solamente se llevó 10. Quedábamos fuera de todas las opciones de entrar en los primeros puestos de la tabla y la decepción era definitiva: España se situaba en el puesto 22 de 26 posibles.
Esta quinta posición por la cola no es el peor de la historia, ni mucho menos. En 2015 quedamos muy cerca, 21º, con Edurne. Hace apenas cuatro ediciones, en 2013 quedamos en el puesto 25º con El Sueño de Morfeo; en 2011 en el 23º con Lucía Pérez; y en 2009 en el 24º con Soraya Arnelas.
Los ha habido peores: los que han quedado en las últimas posiciones, tras España. Han sido Croacia (con 73 puntos), Reino Unido (con 62), República Checa (con 41) y Alemania, última de la cola con solamente 11 puntos. Los alemanes repiten como farolillo rojo, pero al menos logran puntos: en 2015 se fueron con cero.
NOCHE DE JARANA TUITERA
Como lleva ocurriendo desde hace varias ediciones, la diversión del festival estuvo en Twitter. La noche de la gala se enviaron unos siete millones de tuits, como dio a conocer la propia Eurovisión.
Y muchos fueron realmente divertidos, analizando desde actuaciones a parecidos razonables o los comentarios del clásico José María Íñigo. Tampoco faltaron los GIF, que como siempre le pusieron un poco más de pimienta al asunto.
DOS INVITADOS SORPRESA… QUE TRIUNFARON
Dos sorpresas llegaron a Eurovisión… y dieron la campanada. Australia y Justin Timberlake eran dos gigantes que nadie se explicaba muy bien qué hacían cantando en Estocolmo. Y además haciéndolo tan bien que dejaban a los europeos un pelín en ridículo…
Por partes: Australia cantó en el Festival porque lo había hecho en 2015 y encima muy bien, así de sencillo. En 2015 Eurovisión celebró su 60º cumpleaños y le pidió a Australia que fuera el país invitado, ya que allí se retransmite desde 1983 y hay una gran tradición eurovisiva, curiosamente. Con la actuación de Guy Sebastian, el país oceánico quedó quinto, por lo que este año ellos han vuelto a venir; eso sí, han tenido que pagar el peaje de pasar por semifinales.
En el caso de Justin Timberlake, ha sido la gran estrella mundial invitada. La relación no es directa, pero parece que su actuación ha tenido mucho que ver con el hecho de que este sea el primer año en el que el festival se haya retransmitido en Estados Unidos, con una audiencia potencial de más de 300 millones de espectadores.
Por supuesto, Timberlake lo bordó. Cantó dos temas: Rock your body (el mismo de aquella mítica Super Bowl de 2004) y su nuevo tema, Can't Stop The Feeling!, que forma parte de la banda sonora de la película Trolls.
VOTACIONES RARAS, RARAS, RARAS
Después de sesenta años escuchando "Guayominí, truá puá", ¿cómo querían que nos enteráramos del sistema nuevo? Ha habido que ponerlo en marcha y verlo en directo para comprenderlo del todo.
Los eurofans no se han decepcionado: la clásica ronda por todos los países (España incluida, en directo con el Palacio Real de Madrid de fondo) con sonrientes presentadores cantando puntos no ha fallado. Eso sí, el busto parlante de turno únicamente otorgaba los doce puntos, y las puntuaciones menores (del 1 al 10) estaban colocadas en un marcador. Esa escala del uno al doce reflejaba el voto del jurado profesional; cuando han acabado las votaciones Australia iba en cabeza con 320 puntos, Ucrania segunda con 211 y Francia tercera con 148, mientras que España iba 16ª con 67 puntos.
Jamala alza una bandera de Ucrania y el micrófono de cristal que la reconoce como ganadora del 61º Festival de Eurovisión.
Sin embargo, luego había una segunda ronda, que reflejaban el voto popular y que se daban de golpe. En este caso se ha hecho en dos tandas: primero se han dado a conocer los países con menor cantidad de puntos (España, con sólo 10, estaba en esa amarga lista) y luego, de uno en uno, los más puntuados. Los cinco con mayor voto popular han sido Polonia, Bulgaria, Rusia, Ucrania y Australia, lo que le ha dado la victoria a Ucrania. Así, la incógnita se ha mantenido hasta el final, como quería la organización del festival. Por lo tanto, ¡hasta Kiev —o donde sea— 2017!
