Geraldine Roman: por qué hay que celebrar la victoria de una política transgénero en Filipinas
Filipinas se ha anotado un buen tanto en el ámbito de los derechos LGTB con la elección de Geraldine Roman, una mujer trans y miembro del Partido Liberal, para entrar a formar parte de la Cámara de los Representantes.
Roman, que tiene 49 años e hizo el cambio de sexo hace más de dos décadas, representará a la provincia de Bataán, al norte de Manila, y ocupará el escaño que una vez tuvo su madre. En las elecciones del lunes, consiguió 23.814 votos, venciendo a su oponente por más de 13.000.
"Que alguien de mi condición vaya a entrar al Congreso por primera vez es una forma de reafirmar que las personas transgénero pueden gobernar en nuestro país y que no deben ser discriminadas", contó a la Agencia France-Presse. "El género se convierte en un problema sólo cuando intentas mantenerlo como un secreto. Yo estoy muy feliz, así que ¿por qué debería avergonzarme?", exclama Geraldine, que ha llevado a cabo con orgullo una campaña por los derechos de las personas transgénero en Filipinas.
Roman apoyó una ley contra la discriminación para garantizar un tratamiento igualitario a la comunidad LGTB en el lugar de trabajo, en hoteles y escuelas. Entre sus logros en política también se incluyen la construcción de modernas infraestructuras y la renovación de hospitales en Bataán.
No obstante, Roman tendrá que lidiar más de una batalla en un país donde abundan la marginación y los abusos a la comunidad LGTB. El divorcio, el aborto y los matrimonios del mismo sexo siguen siendo ilegales en un país predominantemente católico.
Cambiarse de nombre y de sexo también está prohibido. De hecho, el principal partido político que lucha por los derechos LGTB, Ang Ladlad, fue acusado de "inmoralidad que ofende a las creencias religiosas" por una comisión electoral en 2010.
Además, Filipinas cuenta con la mayor tasa de asesinatos de personas trans en el Sureste Asiático, según el proyecto Tvt, que evalúa y analiza casos de transfobia en todo el mundo.
Roman vivió en España y trabajó como reportera en una agencia de noticias antes de volver a Filipinas en 2012 para cuidar a sus padres. Una vez allí, prometió seguir con la tradición política familiar, tal y como informa la BBC.
Su designación coincide con un gran debate en torno a los derechos de los transexuales en todo el mundo, principalmente en Estados Unidos, donde en marzo el Estado de Carolina del Norte aprobó una ley para impedir que las personas transgénero utilicen el aseo para hombres o mujeres, según se sientan de acuerdo con su identidad de género.
Precisamente el 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia y, aunque nunca es mal momento ni lugar para reivindicar la igualdad de derechos, quizá es más importante ahora que se ha conocido que en España han crecido las agresiones homófobas pero no las denuncias.
Este artículo fue publicado originalmente en 'The WorldPost' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano