Llegan a España los tres periodistas españoles liberados en Siria

Llegan a España los tres periodistas españoles liberados en Siria

EFE

Fueron a contarle al mundo lo que pasaba en uno de los agujeros negros del planeta, y allí los secuestraron y los silenciaron. Pero ahora, casi 10 meses después, están de vuelta, en casa, vivos, los tres. Los periodistas españoles Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre, liberados en Siria, han llegado esta mañana a Madrid en buen estado.

Los reporteros, que permanecían secuestrados desde julio del año pasado y que fueron liberados ayer, procedían de Turquía y llegaron a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, en la capital española.

Pampliega, López y Sastre fueron recibidos por sus familiares y por la vicepresidenta española del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ayer ya pudo hablar con ellos cuando se encontraban en territorio turco.

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La última vez que se supo de ellos, antes de su liberación, fue en julio del año pasado cuando estaban en la ciudad de Alepo, bajo control del Frente Al Nusra, la filial siria de Al Qaeda.

Los tres periodistas trabajaban en la zona como 'freelance' y habían entrado a Siria pocos días antes de ser secuestrados desde Turquía.

El fotoperiodista José Manuel López acumula una larga trayectoria como corresponsal de guerra con un trabajo marcado por la denuncia de las injusticias y por el que ha recibido diversos premios.

El periodista Ángel Sastre llevaba seis años recorriendo América Latina como 'freelance' para televisiones, periódicos y radios españolas y esa era la segunda vez que viajaba a Siria para retratar el dolor del conflicto.

Pampliega es un periodista especializado en coberturas en zonas de conflicto y desde 2008 trabaja para el diario digital Neupic. Ha recibido el Premio de la Buena prensa a la mejor serie de reportajes por su trabajo en Alepo para el diario El Mundo, además de haber sido finalista en categoría de reportajes por "Los niños perdidos de Alepo", publicado en El País.

LOCALIZADOS POR EL CNI

El CNI, informa Europa Press, les ha tenido localizados en todo momento, a pesar de que sus captores los han ido moviendo de un sitio a otro. En la primera fase del cautiverio, permanecieron los tres juntos en una casa en los alrededores de Alepo, si bien a partir del tercer mes a Pampliega lo separaron de sus compañeros.

En otra ocasión, cuando su liberación parecía cercana allá por principios de año, estuvieron un tiempo en una zona cercana a la frontera con Turquía que controla el Frente Al Nusra. Pero su puesta en libertad aún iba a tardar. No obstante, la mayor parte del tiempo estuvieron en las cercanías de Alepo.

Cuando los servicios secretos no podían comprobar directamente el estado de los españoles, exigían a los captores lo que se denomina "pruebas de vida", es decir, garantías de que los rehenes estaban vivos. Estas pruebas de vida han consistido en preguntas formuladas por amigos o familiares de los periodistas cuya respuesta sólo podían contestar correctamente los rehenes, han informado fuentes que han seguido de cerca su caso.

Otras veces, la prueba de vida ha sido un vídeo en el que los rehenes decían su nombre y la fecha del día en que se habían grabado las imágenes. Por lo general, presentaban un aspecto limpio y saludable, si acaso alguno de ellos más delgado.

Durante el secuestro, los tres reporteros han recibido un trato razonable por sus captores, que incluso les han permitido ver el fútbol por televisión e intercambiar cartas con sus allegados.

Los tres españoles compartieron parte de su cautiverio con una mujer alemana embarazada y con otro periodista japonés, Jumpei Yasuda, capturado en torno a las mismas fechas que los españoles, y que en marzo pasado aparecía en un vídeo reclamando ayuda a su Gobierno.

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