De Dakar a París: el bolso inspirado en África que triunfa en Europa
Compromiso. Pasión. Color. La nueva colección de la firma de zapatos y accesorios Christian Louboutin es una oda a África, a sus mujeres, a su tradición, a su cultura, a su forma de trabajar. La maison francesa siempre se ha inspirado en el color y esta primavera lo hace especialmente. Senegal y Malí se unen en este inspirador y novedoso viaje.
La Maison Rose, una casa hermosa y teñida de rosa en el centro de Dakar, es el germen del bolso étnico Africaba. En esta casa, las mujeres aprenden la habilidad del bordado de lujo y experimentan la oportunidad de tener un futuro para ellas y sus familias. Un oficio casi olvidado en la locura de Occidente, pero que en el corazón de África supone mucho mas que una tradición. Es la oportunidad de una vida digna.
El bolso Africaba es el resultado de la colaboración entre Christian Louboutin, su amigo filántropo Valérie Schlumberger y las mujeres de La Maison Rose. Después de haber dedicado su vida a la región, Valérie Schlumberger fundó la CSAO (Compañía de Senegal y África Occidental) y abrió su primera tienda en París hace más de veinte años.
La empresa tenía el objetivo de abrir a los mercados europeos el trabajo de los artesanos y artistas de África Occidental. Dicho y hecho. Cada uno de los bolsos Africaba es la suma del trabajo de 40 artesanos que fusionan técnicas heredadas de cada una de sus regiones de origen.
Esta iniciativa de Louboutin no es novedosa. Las grandes firmas de lujo están buscando un nuevo mercado, el de los millennials, mucho más preocupados por la igualdad de oportunidades y por construir un mundo más equilibrado en donde el comercio justo tenga un lugar importante. Todo ello sin renunciar al lujo. Y de ahí que prefieran comprar productos sostenibles.
Así, decenas de empresas llevan varios años lanzando campañas de moda solidaria. Gucci, Armani y H&M fueron de las primeras en encontrar la gallina de los huevos de oro. Algodón orgánico, productos reciclados, colaboraciones con ONGs que permiten que zonas agrarias y olvidadas fabriquen productos de lujo con supervisión de las propias multinacionales para que el trabajo y el salario sean dignos.