Turquía informa de la recepción de una veintena de sirios expulsados de la UE
Ankara se cuelga la medalla de estar haciendo lo que Europa quiere, dinero y acceso preferente a la Unión mediante. El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha informado de la recepción de una veintena de ciudadanos sirios expulsados de la UE en virtud del polémico acuerdo bilateral UE-Turquía que pretende frenar la llegada de refugiados a través del mar Egeo.
A cambio, Turquía ha enviado a 110 sirios a Europa para su reubicación, explica Davutoglu según un discurso del primer ministro cuyo texto ha sido adelantado a los medios de comunicación.
Recientemente, advirtió de que no se aplicaría el acuerdo con la UE si no se elmina la obligatoriedad de visado para los turcos que pretendan entrar en la UE. "Si no aplican la liberalización de visados, no aplicaremos el acuerdo de readmisión. Están relacionadas", apuntaba Davutoglu el pasado 28 de abril desde Doha.
"Este es un examen para todos. Creemos que hemos aprobado muy bien nuestro examen. Por eso el Parlamento Europeo adoptará las medidas necesarias sobre la liberalización de visados", dijo.
Está previsto que la Comisión Europea presente su informe sobre la cuestión de los visados el 4 de mayo. El Consejo Europeo evaluará después esta postura de la Comisión y después deberá aprobarse por una mayoría cualificada de los países miembros y por mayoría en el Parlamento Europeo.
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Ahmet Davutoglu, primer ministro turco.
GRECIA SIGUE DESBORDADA
En las islas de Samos y Quíos, en el Egeo oriental, el triunfalismo turco se diluye. Sus costas registraron la llegada de 162 migrantes en las últimas 24 horas, según comunicó el centro del Gobierno griego para la gestión de los refugiados.
Con estas llegadas, 67 a Samos y 95 a Quíos, el número de refugiados en los campos de detención de las islas supera ya los 8.000.
De los llegados a Samos 49 lo hicieron rescatados por la Guardia Costera griega al este de la isla mientras trataban de llegar a territorio europeo desde Turquía.
El grupo fue trasladado al puerto de Vathí, donde se le proporcionó los primeros auxilios, al tiempo que la autoridad portuaria de la isla comenzó la investigación preliminar.
Según la versión de los guardacostas en la madrugada del sábado localizaron un bote inflable a motor en el que todos sus ocupantes eran extranjeros y que parecía a la deriva, por lo que procedieron a remolcarlo.
Grecia trata de disminuir la presión sobre los campamentos de refugiados y centros de detención cuya capacidad haya sido ampliamente superada para tratar de evitar incidentes violentos como los del martes en Lesbos, que causaron 15 heridos, para lo que las autoridades quieren trasladar a decenas de migrantes de los centros desbordados a otros con espacio disponible.
APIÑADOS
En el campo de detención de Quíos hay 2.165 refugiados en un espacio habilitado para 1.100 personas, mientras que en Samos, donde hay oficialmente 850 plazas, se hacinan 974 migrantes.
La situación más crítica se da precisamente en los campos de detención de las islas del Egeo oriental, en los que la tensión no deja de aumentar, ya que a la superpoblación hay que sumar el régimen de confinamiento de los refugiados.
Según los datos oficiales Grecia acoge ya en su territorio casi 54.000 refugiados, de los cuales alrededor de 2.189 están en el campamento improvisado del Pireo y 10.172 en el de Idomeni, en la frontera grecomacedonia.