Hemos probado la receta de limonada de Beyoncé (VÍDEO)

Un álbum y una película sorpresa, un homenaje a las mujeres negras, un sueño político… Mucho se ha comentado de la nueva obra de Beyoncé desvelada el sábado 23 de abril, porque más allá del interés musical que despierta, el disco Lemonade y la película del mismo título ofrecen la oportunidad de ver y degustar un poco de la vida de la cantante.

En este trabajo, Beyoncé no habla solamente de la infidelidad de Jay-Z, de sus padres o de la fuerza y la debilidad de las mujeres; también trata el tema de… la limonada.

La última parte del documental titulado Redemption, emitido en HBO, se centra en la receta de limonada de la abuela de Beyoncé. Más que un simple zumo, esta mezcla de agua, azúcar y limón es "un antídoto" para "romper las maldiciones", un homenaje a quien llama "la alquimista", que supo hacer "oro con las dificultades de la vida", que encontró "belleza en lo que habían dejado de lado".

Beyoncé da todo su sentido a la expresión inglesa "when life gives you lemons, make lemonade" (cuando la vida te da limones, haz limonada). "He tenido altibajos, pero siempre he encontrado fuerza en mí para recuperarme. Me han dado limones y yo he hecho limonada con ellos", dice tras recitar las explicaciones de su abuela:

Como se puede comprobar en el vídeo, hemos querido probar la famosa receta de Beyoncé. Para ello, hemos dividido las cantidades por dos. El resultado (te avanzamos) es bastante dulce y no ha convencido del todo a los voluntarios que han saboreado la receta… Pero deberás juzgar tú mismo.

No es la primera vez que Beyoncé da de que hablar sobre sus limonadas. Antes de grabar Dream Girl, un documental estrenado en 2007, la cantante se impuso una cura de varios días a base de zumo de limón, pimienta roja y sirope de arce, una dieta muy desequilibrada y peligrosa para el organismo, por cierto. Afortunadamente, parece haber vuelto a los buenos hábitos, porque esa dieta de la limonada dista mucho de ser el "antídoto" del que habla en su nuevo disco.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición francesa de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano

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