Gestos de belleza que haces a diario (y no deberías)
Reafirmar la piel, reducir manchas, quitar ojeras... ningún objetivo del mundo de la belleza se consigue de un día para otro. Hace falta ser fieles a una rutina personal de cuidados para conseguir los resultados buscados.
Esto no es nada nuevo. Los hammam, los baños japoneses o las termas romanas no dejaban de ser lugares en los que, además de socializar, se realizaban tratamientos de cara a una vida más saludable.
Hacer estos gestos bien no es cuestión de arte, sino de constancia y, sobre todo, de aprendizaje. Por ello, es imprescindible no caer en los errores más facilones, como los siguientes. ¿Cuántos confiesas realizar con asiduidad?
EXPLOTAR GRANOS
Te lo dijeron desde el dramático día en que te salió el primero y, desde entonces, has hecho caso omiso (los hay, incluso, que disfrutan del escatológico ritual). Sin embargo, si nos contenemos, conseguiremos minimizar el daño prácticamente a cero. Nuestro organismo acabaría asimilándolo, haciendo desaparecer la infección de la que se defendió creando el grano y el pus y, sobre todo, evitando daños en las células cercanas.
PLANCHAR EL PELO A DIARIO
La plancha trata el cabello a temperaturas altísimas y usarla cada día daña su salud y acaba quemándolo. Además, cada vez que lo hacemos deberíamos aplicar un protector del calor. ¡No lo olvides!
SECAR LA CARA CON UNA TOALLA
Esto nunca. Jamás. Niet. Nein. Achtung. Cualquier gesto que suponga secar o retirar producto del rostro debe hacerse con un tisú de primer (y único) uso mediante ligeras presiones. Una toalla no hará otra cosa que extender la suciedad por toda la cara al tiempo que la seca.