Cultivar piñas en casa es mucho más fácil (y largo) de lo que piensas
Pocas cosas hay más gratificantes que comer algo que has cultivado tú mismo, como cuando aderezas un plato con un poco de romero de tu jardín o picas unos tomates que has cultivado personalmente para hacer una ensalada. A menudo, es mucho más fácil de lo que pensabas. ¿Por qué no añadir la piña a la lista de alimentos que puedes cultivar en casa?
Muchas frutas crecen en los árboles, y eso requiere muchos cuidados y atención, pero las piñas son muy fáciles de cultivar, aunque tardan mucho en madurar. Aquí tienes una serie de instrucciones para cultivar tus propias piñas:
1. Comprar una piña.
Lo primero que se necesita es una piña fresca y completamente madura, que podrás encontrar en cualquier mercado o supermercado. Aunque no vivas en una zona de clima tropical, la piña puede crecer dentro de una casa si recibe la luz solar adecuada. Las piñas son bromelias, por lo que sus raíces no necesitan mucho espacio, caben perfectamente en una maceta grande.
2. Quitar la corona.
A continuación, corta la corona de la piña y asegúrate de cortar también un par de centímetros de la parte de arriba del fruto en sí y de arrancar las hojas muertas. Una vez limpia, ya se podrá plantar.
3. Poner la corona en una maceta.
Si vives en una zona de clima cálido durante todo el año, puedes plantar piñas en el jardín, pero, si no es el caso, es mejor plantarlas dentro. Las raíces de las piñas no ocupan demasiado, pero las puntiagudas hojas pueden llegar a crecer mucho, así que una zona amplia o un porche son los lugares ideales para que crezca.
Haz un pequeño agujero en la tierra e introduce la corona asegurándote de que las hojas están colocadas verticalmente. Cubre la base con más tierra y ya está. Ahora toca la parte difícil…
4. Esperar.
Las piñas requieren pocos cuidados y mucha paciencia, pero no necesitan mucha agua porque la almacenan en las hojas, así que no hay empaparlas. Sólo tienes que asegurarte de que reciban mucha luz natural, especialmente si vives en una zona en la que el clima es más bien frío.
La espera será larga, pero merecerá la pena. Si te decides por plantar una piña, te tocará esperar dos años para ver la fruta crecida.
Por lo menos, la fruta que va creciendo es muy bonita:
La piña crecerá encima de la corona que has plantado.
5. Disfrutar.
La espera ha llegado a su fin. En cuanto la piña se pone amarilla, es hora de cosechar tu tesoro. ¡Después podrás repetir el mismo proceso todas las veces que quieras!
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros.