Así ha acabado la sesión de fotos de un recién nacido
Cuando el matrimonio Carlson llevó a su hijo recién nacido, Pryor, a que le hicieran fotos en un estudio, la fotógrafa Abbie Rogers capturó un momento muy especial.
"Es lo que pasa cuando se hacen fotos a un recién nacido", comenta la fotógrafa.
Cuando los padres ya llevaban 30 minutos en el estudio posando con su hijo, este empezó a hacer pis, como suele ser habitual.
Al hacerle la foto, "el bebé empezó a revolverse y montó un espectáculo… ¡Hasta manchó los focos y el suelo!", recuerda Rogers.
Aunque la fotógrafa sabía que habría gente a la que le gustaría la foto, no se imaginaba que la respuesta sería tan abrumadora cuando la publicó en Facebook. Después de que la foto obtuviera miles de Me gusta, una página web australiana se puso en contacto con ella para pedirle permiso para escribir un artículo sobre la foto. Y el resto es historia (viral).
"¿Cómo no va a pasar esto si hacemos fotos a bebés desnudos?", bromea Rogers.
"La familia Carlson y el pequeño Pryor son las estrellas del espectáculo", insiste Rogers. Pryor no tenía ni dos semanas cuando le hicieron la foto, la mejor edad para hacer un reportaje fotográfico a un bebé recién nacido.
"Yo ya sabía que era gracioso, pero es que es lo que pasa cuando se hacen fotos a un recién nacido", asegura Rogers. "¿Cómo no va a pasar esto si hacemos fotos a bebés desnudos?".
Según la fotógrafa, los bebés que forman parte de este tipo de sesiones de fotos suelen estar desnudos, envueltos en una manta o con ropa de recién nacido. "Por eso, lo más probable es que pase algo así", afirma. "Me toca limpiar mucho después de estas sesiones".
Pryor no tenía ni dos semanas cuando tuvo lugar la sesión de fotos.
Rogers añade que es fácil seguir haciendo fotos "siempre y cuando lo que ha pasado no arruine la foto o manche a los padres o el telón de fondo".
"Lo limpio todo con papel absorbente y con toallitas para bebés y sigo con la sesión de fotos", explica. Después de la famosa foto de los Carlson, tuvieron que parar para limpiar un poco.
Aun así, la foto es tan inolvidable que suponemos que mereció la pena.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros.