Resulta que los anacardos salen de aquí (y no teníamos ni idea)
En el maravilloso mundo de los frutos secos, los anacardos suelen ser los reyes. Hemos comido tantos a lo largo de los años… Entonces, ¿por qué nunca nos hemos parado a pensar de dónde salen en realidad estos frutos?
Ahora que lo sabemos, estamos bastante asombrados.
Resulta que todos y cada uno de los anacardos crecen unidos a un falso fruto, esa cosa roja de la imagen de arriba con forma de manzana. Técnicamente, el anacardo —la especie de nuez marrón— es el verdadero fruto del árbol, así que la manzana carnosa de arriba es sólo un derivado, por llamarlo de alguna manera. El falso fruto se come, pero es muy perecedero.
Los anacardos se cultivan principalmente en Brasil y en India, donde las manzanas suelen utilizarse para preparar bebidas o mermeladas.
Una vez que se desprenden los anacardos, éstos se secan al sol en su cáscara. Si alguna vez te has preguntado por qué no se pueden comprar con cáscara, el motivo está justo ahí, en la propia cáscara, que contiene ácido anacárdico, una sustancia que puede provocar alergias e irritación de un modo similar a la hiedra venenosa.
Una vez que se separa el fruto, se suelen tostar o cocinar al vapor para eliminar cualquier resto venenoso. A partir de ahí, están listos para el disfrute de los consumidores.
Así que, la próxima vez que cojas un puñado de anacardos, párate un momento para recordar la maravillosa y sorprendente historia de su procedencia.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco