El error que cometemos a la hora de desmaquillarnos
El día llega a su fin, estás exhausta y tienes que quitarte el maquillaje. Primero piensas que a lo mejor no es tan mala idea irse a la cama con eyeliner, rímel o base de maquillaje, pero al final ignoras ese pensamiento y vas a por el paquete de toallitas desmaquillantes.
Y ahí es donde pueden empezar a torcerse las cosas.
Estas toallitas son una opción para desmaquillarse rápida y fácilmente, según Joyce Park, dermatóloga residente del New York University Medical Center. Sin embargo, su uso inadecuado puede traducirse en poros obstruidos y erupciones cutáneas.
"El mayor error que podemos cometer es no desmaquillarnos correctamente, lo que deja residuos en el rostro que cubren los poros", afirma Park. "Los ingredientes que contiene el maquillaje pueden ser inflamatorios y atrapar la suciedad y la grasa de la cara. Es de vital importancia retirar todo el maquillaje antes de irse a la cama".
La dermatóloga recomienda utilizar las toallitas húmedas con precaución. Hay que concebirlas como el primer paso del proceso desmaquillante, ya que ayudan a retirar lo que queda de maquillaje. "Es necesario dar un segundo paso: limpiar y lavar la cara para deshacerse del maquillaje por completo", añade Park.
Arielle Panarello, una licenciada en estética del centro Union Square Laser & Dermatology de Manhattan, Nueva York (Estados Unidos), recomienda adquirir toallitas limpiadoras de calidad y evitar aquellas que contienen ingredientes que resecan la piel y sustancias químicas como perfume, alcohol o formaldehídos. "Hay que utilizar las toallitas con suavidad, no hace falta frotar la piel de manera agresiva para quitar el maquillaje", asegura Panarello. "El objetivo es conseguir una piel equilibrada y radiante y no irritada por el mal uso de este producto".
Aunque las dos expertas están a favor del uso de cepillos eléctricos para retirar el maquillaje, la suciedad y la grasa de los poros, este tipo de herramientas de cuidado facial también deben utilizarse con moderación. "El abuso de estos cepillos puede acarrear sequedad e irritación de la piel, y si se tiene la piel sensible, es mejor limitarse a métodos más tradicionales y lavarse la cara con agua y jabón", aconseja Park.
Los cepillos faciales no deben utilizarse cada día. Panarello recomienda utilizarlo como máximo 2 o 3 veces por semana. "Para la salud de la piel es muy importante que el cepillo facial esté limpio. Asegúrate de no guardarlo en el baño, ya que las bacterias pueden proliferar con más facilidad debido a los altos niveles de humedad", explica.
Y, por supuesto, hay que ser consciente de las características de las áreas de la cara de las que se está quitando el maquillaje. "La piel que rodea a los ojos es muy fina y frágil", indica Park. "Si frotamos esa zona con fuerza con una toallita desmaquillante, podemos dañar la piel y acelerar la formación de arrugas".
Hazle un favor a tu piel utilizando desmaquillantes diseñados específicamente para la zona de los ojos. Park recomienda mojar un algodón en limpiador facial y dejarlo sobre los párpados durante unos segundos para que absorba los ingredientes del desmaquillante antes de retirar el maquillaje con cuidado.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido adaptado del inglés por Lara Eleno Romero.