EEUU anuncia la muerte de Abd al Rahman Mustafa al Qaduli, 'número dos' de Estado Islámico
Golpe insólito al Daesh. El número dos del autoproclamado Estado Islámico, Abd al Rahman Mustafa al Qaduli, ha muerto durante una ataque aéreo de Estados Unidos efectuado este mes en Siria, según ha informado el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
El secretario de Defensa, Ash Carter, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Joe Dunford, han confirmado la muerte de Al Qaduli, también conocido como Haji Imam o como Abu Ala al Afri.
Al Qaduli, nacido en Mosul (Nínive, Irak) era considerado el sucesor directo del máximo responsable de Estado Islámico, Abú Bakr al Bagdadi, aunque expertos en el Estado Islámico creen que su pasado turcomano jugaba un factor importante en contra de la sucesión.
Sin embargo, era tal la extraordinaria capacidad táctica demostrada por Al Qaduli -quien colaboró en Afganistán a las órdenes del fallecido líder de Al Qaeda, Osama bin Laden-, que muchos coincidían en que no habría demasiados reparos en el seno del grupo a la hora de coronarle como sucesor en el caso de que Al Bagdadi falleciera.
FALLECE OMAR 'EL CHECHENO'
El secretario de Defensa también ha ratificado, en la misma rueda de prensa, la muerte del "ministro para la Guerra" del ISIS, Tarkhan Batirashvili, más conocido como Omar al Shishani u Omar el Checheno, tras sucumbir a las graves heridas provocadas por un bombardeo, también efectuado a principios de mes, en la localidad siria de Al Shadadi.
Según las primeras informaciones, El Checheno falleció en el acto. Sin embargo, hay informaciones de asociaciones sobre el terreno que dicen que "no ha muerto" y que el dirigente yihadista ha sido trasladado con heridas graves a la ciudad de Raqqa, considerada la capital del autoproclamado califato, que finalmente le han costado la vida, según EEUU.
Al Shashini nació en 1986 en Georgia, donde sirvió en una unidad militar de élite. Se cree que en 2014 se unió a los milicianos de negro, que le bautizaron como El Checheno. El Departamento de Estado de Estados Unidos ofrecía por él una recompensa de cinco millones de dólares.