Existen cientos de razones para hacer un viaje por España. El turismo de sol y playa, el turismo rural o el turismo gastronómico son las variables más comunes que empujan al viajero a un destino concreto. Pero hay otros alicientes, menos populares aunque igualmente de peso, que resultan de elevado interés turístico.
Pueblos abandonados, rodeados de leyendas y de historias terroríficas atraen a valientes que buscan rincones donde saciar la sed de curiosidad, de sobrecogerse o de sentir ese gusanillo de lo desconocido. Porque a lo largo de la geografía española se exienden numerosos municipios encantados que sobreviven a la barrera del tiempo. Ochate, Mussara, Belchite, Tivissa, Borraxeiros y Bélmez son sólo algunos de ellos.
El pueblo es conocido por las famosas Caras de Bélmez, todo un fenómeno al que no se leencuentra explicación. Fue en el año 1971 cuando María Gómez y Juan Pereira observaron el primer rostro en su casa. Desde entonces, y cada vez a mayor ...