¿En qué se gastan el dinero los 'millennials'?
Dicen que el dinero no da la felicidad, pero es una verdad a medias. Porque invertir en experiencias, viajes, cenas, cine, teatro, cursos… sí que ayuda bastante a mejorar nuestro día a día y a nosotros mismos. Esta es una parte esencial de la filosofía de los millennials, esa generación nacida entre 1981 y 2000 que tiene menor poder adquisitivo pero que parece hacer un uso más inteligente de sus recursos que sus predecesores, la llamada Generación X.
Son ecologistas, practican el comercio justo, intentan comer sano, adoran las redes sociales y las innovaciones tecnológicas, pero cobran poco o menos de los que ingresaban sus padres. Precisamente esto ha cambiado radicalmente sus hábitos de consumo: prefieren usar (y disfrutar, claro) antes que poseer.
• No necesitan comprar un coche, lo comparten en BlaBlaCar.
• No se hipotecan con una vivienda, la alquilan.
• Viajan por el mundo alojándose en hogares ajenos (Airbnb), en lugar de pagar reservas desorbitadas de hotel.
• Venden lo que no necesitan y compran de segunda mano lo que otros ya no quieren, gracias a apps como Wallapop.
• No amontonan CDs, pero tienen barra libre de música gracias a plataformas como Spotify.
• Tampoco coleccionan DVDs, sino que prefieren pagar suscripciones de cine bajo demanda en Internet (Netflix, Yomvi, HBO…).
• No necesitan una gran despensa ya que compran al día, y no necesitan guardar reservas en la cocina como si fuera a estallar una guerra en cualquier momento.
• No son muy buenos cocineros, pero les gusta comer y gastan grandes sumas en restaurantes de moda, comida a domicilio, fast food…
• Su plato preferido, según datos de la plataforma de pagos móviles Venmo, es la pizza, y en ella invierten más que en taxis, teléfonos móviles o cervezas.
• Se aventuran a emprender o buscan un trabajo que realmente les guste (por encima del dinero que genere o del estatus social que les otorgue).
• Son la generación más viajera, pero no necesitan de lujos para dar la vuelta al mundo, sino que son capaces de coger la mochila y poner rumbo a cualquier destino.
• ¿Y la ropa? Los millennials siguen siendo consumistas en lo que a moda se refiere, pero de una forma mucho más emocional: empiezan a exigir a las marcas un mayor compromiso, tanto con el medio ambiente como con las condiciones laborales de los trabajadores del sector textil.
• Y si sobra algo de dinero a fin de mes… ellos ya no invierten en Bolsa, inmuebles o fondos. Han sufrido en primera persona la recesión económica y saben que, el ahorro, siempre mejor bajo el colchón de casa o en una cuenta de banco sin riesgos.