¿Ha llegado el fin de las ingles brasileñas?
La depilación genital femenina es un mundo con infinitas posibilidades. Sin embargo, en las últimas décadas la convención social o el triunfo del estereotipo del porno parecían imponer una sobre todas las demás: las ingles brasileñas o, directamente, la depilación integral.
Hasta ahora. Hace solo unos días la edición americana de la revista Vogue, popularmente conocida como la Biblia de la moda y las tendencias, publicaba un artículo titulado The full bush is the new brazilian (que vendría a decir más o menos que el arbusto es las nuevas brasileñas).
El texto, que inmediatamente provocó revuelo en redes sociales, señala una tendencia en auge desde el 2013: el regreso del look natural que se cuestiona las ideas sobre la depilación genital. Prácticamente desde que Gwyneth Paltrow le confesaba a Ellen DeGeneres que ella apostaba por un "aire setentero". Sonadas han sido también las declaraciones de Cameron Diaz, otra de las abanderadas de un pubis al natural, o las apariciones de personajes televisivos que muestran orgullosos su frondosa entrepierna, como nuestra adorada Ilana Glazer en Broad City o el personaje de Gaby Hoffmann en Girls.
Parece claro que estas apariciones en distintos ámbitos de la cultura popular han ido moldeando una nueva corriente o, por lo menos, han puesto sobre la mesa otra realidad. Sin embargo, como cada vez que se proclama una nueva moda, no podemos dejar de poner en duda el valor absoluto de la misma. Y, si nos ponemos a investigar, pasa lo de siempre: que ni tanto ni tan calvo (nunca una frase hecha vino tan al pelo).
Para demostrarlo, en la web grazia.es han reunido a varias jóvenes que rondan la treintena y llevan muchas tiras de cera a sus espaldas para que compartan sus opiniones al respecto. ¿La primera conclusión? Por muchas modas, cada pubis depende de una mujer que hace lo que le apetece con él y su vello. Aquí podrás leer todos los testimonios.