Las confesiones del PP madrileño tras la muerte del 'aguirrismo'
Mediodía de domingo. Rueda de prensa inesperada en la calle Génova. Esperanza Aguirre pide a los fotógrafos que no se acerquen mucho para no captar sus arrugas. Luces, cámaras, nervios. Y llega el gran titular: deja la Presidencia del PP de Madrid.
Detrás de esta renuncia está la sombra de la financiación ilegal de su partido acrecentada por las investigaciones judiciales y el registro de los despachos de los populares madrileños. Los tentáculos de la trama Púnica están asfixiando a un partido acostumbrado a ganar por mayorías absolutasacumular poder que ahora siente el frío de la pérdida de miles de votos, tanto en las elecciones locales como en las generales.
¿Cómo están los ánimos desde entonces en el PP madrileño? Según dirigentes, parlamentarios y cargos locales consultados por El Huffington Post, en las sedes hay “cabreo” ante los casos de corrupción, se valora el gesto del paso atrás de Aguirre y se agarran a la esperanza de que Cristina Cifuentes se convierta en el “aire nuevo” necesario para regenerar un partido lastrado por la “losa” de Púnica y Gürtel.
“La corrupción nos ha hecho muchísimo daño, quien diga lo contrario se equivoca. Vende mucho más un corrupto que un nuevo colegio”. Esta confesión la hace un parlamentario de la Asamblea de Vallecas, que siente un “asco tremendo” y se pone “mal” cada vez que aparecen nuevas revelaciones sobre estos casos. “Para mí ha sido una sorpresa, yo he tenido de compañero aquí en el Parlamento a Paco Granados. No me podía imaginar lo que estaba haciendo ese señor”, apostilla.
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Granados, González y Aguirre
Lo que le hace falta a partir de ahora al PP madrileño, según esta fuente, es una “regeneración” en la que se demuestre la “tolerancia cero con la corrupción”. “Siento asco -reitera-. Yo he gestionado durante años un ayuntamiento y los corruptos son las personas y no el partido, en el que hay más gente a pie de calle las 24 horas trabajando con vocación pública”.
"EL 'AGUIRRISMO' HA MUERTO"
“Yo creo que el aguirrismo ha muerto”. Así lo considera otro político del PP madrileño, que conoce perfectamente a la expresidenta y que ha ostentado cargos a nivel nacional y regional en las dos últimas décadas. Cree que Aguirre “ha pensado que su etapa en el partido ha pasado ya”. Todo esto llega, reflexiona, después de que haya perdido la Alcaldía de Madrid. “Ella quería ganar las elecciones municipales e, incluso, dar un salto a la política nacional si Mariano Rajoy no gobernaba. Aspiraba a ocupar ese puesto, pero se le ha pasado el arroz. Le ha enseñado también la puerta a él”, dice esta fuente.
En su opinión, Aguirre es “una persona honrada” y “no se ha enterado de nada”, pero se marcha por no haber controlado a sus colaboradores. Hay una “clave”: Ignacio González. “Yo creo que van a salir más cosas”, advierte este veterano dirigente, que comenta que algunos en el partido ya le habían hecho llegar a la presidenta que tuviera cuidado con su ‘número dos’.
En el partido hay “rumorología”, según confiesa otro dirigente, sobre la aparición de nuevas informaciones sobre González por temas como la gestión del Canal de Isabel II o derivados por el caso de su ático. No obstante, algunos creen que no habrá nada conectado con él y Púnica. “Su relación con Granados era nula, malísima, prácticamente no se dirigían la palabra”, explica.
Este dirigente popular dice que su primera sensación el domingo fue de “sorpresa”. “Bien es cierto que con todo lo que estaba cayendo se entiende y se agradece”, continúa, a la vez que pone el acento en que la situación se complicó para Aguirre una vez que “detecta que Púnica puede salpicar presuntamente a la financiación de partido, porque hasta ahora parecía un tema que afectaba solo de manera personal a Granados”.
Según cuenta, también ha influido en la decisión de la presidenta querer parar “el ruido constante que perjudica al partido en un momento, además, de constitución del nuevo Gobierno y en el que Pedro Sánchez está atacando constantemente con el tema de la corrupción”. Entiende, en este sentido, que sí se haya quedado como portavoz en el ayuntamiento. “Si la hubieran imputado, seguro que se habría ido”, advierte, pero subraya que es la edil “con más personalidad, relevancia e impacto mediático”. Su adiós a Cibeles habría sumergido al PP, comenta, en un clima parecido al del PSOE: “A Purificación Causapié no se le conoce bien, la destitución de Antonio Miguel Carmona le ha hecho daño a su partido en cuanto a notoriedad”.
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Esperanza Aguirre
"EL RETO DE CONVERTIR AL PP EN 'CIFUENTISTA"
En lo que coinciden todas las personas consultadas es que Cifuentes puede representar ese tiempo nuevo que necesita el PP madrileño. “Es una mujer honesta, sigue viviendo de alquiler, es el futuro, la que puede reconducir la situación limpiando al partido de la gente que tenga algo que ver con la corrupción”, dice un dirigente.
Cifuentes ha sido nombrada presidenta de la gestora del PP de Madrid que deberá dirigir el partido hasta la celebración de un congreso regional dentro de unos meses -no hay fecha fijada- en el que se tendrá que elegir oficialmente al sustituto de Aguirre. La jefa del Ejecutivo autonómico ya ha anunciado que posiblemente luchará por este puesto.
“Ahora hay que ver qué equipo hace, si integra o no. Tiene un reto, el PP de Madrid es aguirrista y lo tiene que convertir en cifuentista. Tiene la obligación además de sumar a todos, al igual que hizo Esperanza cuando llegó con los ratistas, la gente de Pío García-Escudero y el resto”, señala otro dirigente.
Sobre el papel parece que el camino de Cifuentes al liderazgo deberíá ser fácil -es la apuesta de Génova y tiene el poder institucional-. Pero fuentes del PP de Madrid advierten de que ahora el “tema” es que puede formarse una “candidatura alternativa” dependiendo de los pasos que dé la dirección interina . “Si en la gestora se integra, probablemente se vaya a candidatura única. Dependerá del carácter que le imprima y si ella es inteligente, no habrá otro aspirante. Pero si no une, lo habrá porque algunos se pueden sentir damnificados”, sostiene.
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Cristina Cifuentes
Por el momento, según otra persona con asiento en el Parlamento, ha “gustado” su nombramiento al frente de la gestora porque representa “aire fresco”. Supone un “cambio” y además evidencia, a su juicio, ante la ciudadanía que en la familia popular hay “cantera” y “gente capaz con proyecto”. “Está haciendo ya una magnífica labor en la Comunidad de Madrid. No me cabe ninguna duda de que lo va a hacer fantásticamente”, insiste.
Otro miembro del PP comenta que “hay gente que está muy pegada a Aguirre, pero acabará despegándose. Ella tiene gente todavía, como Íñigo Henríquez de Luna, y también alcaldes, como David Pérez (Alcorcón). Esta gente irá cambiando”.
Asimismo, otra sensación que domina el PP madrileño es que esta vez sí van a poder celebrar un congreso abierto de “un militante, un voto”. Precisamente, Madrid siempre ha sido el territorio que con más fuerza ha pedido a la dirección nacional procesos de primarias. Las propias Aguirre y Cifuentes lo han convertido en bandera de sus luchas internas y en el partido creen que Génova lo permitirá. Para esa novedad, se fijan en procesos utilizados por ejemplo, en el PP de Baleares o en las mismas Nuevas Generaciones regionales.
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Cifuentes y Pablo Casado
"QUE CAIGA LO QUE TENGA QUE CAER"
Después de la celebración de ese cónclave, tocará trabajar “muy duro”, reconocen varias fuentes, para recuperar el tiempo perdido y de cara ya a los próximos comicios regionales y locales de 2019. Tendrán que aplicar, según reconoce un parlamentario autonómico, “otra forma de hacer política, que no es ni mejor ni peor que la pasada”, porque la sociedad “ha cambiado y hay que adaptarse”. Hay ganas entre muchos dirigentes de pasar esta etapa “desagradable y de bochorno”. Por eso dice uno de ellos: “Que caiga lo que tenga que caer cuanto antes”.
La receta debe pasar, según otro dirigente, por la “tolerancia cero a la corrupción, limpiar las listas, apartar a todos los imputados, ser más selectos con las personas que se presenten a elecciones, hacer casi un casting personal e, incluso, incorporar a gente del sector privado”.
Según señala, el PP madrileño y nacional deberían centrarse en el “mensaje de la estabilidad” y del “gran éxito haber salvado económicamente a España”. “Tenemos que estar unidos también, porque corremos el riesgo de fragmentación y de convertirnos en una nueva UCD”, indica esta fuente, antes de apuntar de que ya en ciertos sectores de la formación se habla de un congreso a nivel general “de refundación” -como el de 1989-, en el que se renueven “caras y cargos, pero mateniendo los principios”.
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Aguirre, Rajoy y Cifuentes
Y es que la situación nacional también afecta al PP madrileño. En algunos sectores, según estas fuentes, se apunta a que Rajoy debería seguir el camino de Aguirre -"yo creo que no va a durar mucho tiempo", dice un dirigente-, mientras que otros creen que debe aguantar -"los intereses de España están por encima que los del partido”-.
“Tampoco se están asumiendo ni digiriendo muy bien los resultados del 20-D. La gente tiene mucho miedo a que llegue al poder Podemos y su extremismo radical, pero ve que el partido no ha estado a la altura de las circunstancias y se han cometido errores. Lo mejor es que lo coja gente nueva y preparada como Cifuentes, Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo. Pero bueno, a Rajoy también se le tiene cariño”, sostiene el veterano dirigente.
Lo que está claro es que el PP de Madrid ya ha empezado su propia renovación antes que el partido a nivel nacional. ¿Conseguirá el cifuentismo enterrar el aguirrismo y no ser devorado por la corrupción?