Obama y Putin pactan un fortalecimiento de su cooperación en Siria
Menos de 24 horas después de lanzarse acusaciones agrias sobre las posiciones de cada cual en Siria -que tú estás bombardeando a los opositores a posta; que no, que sois vosotros los que estáis ayudando a los terroristas-, Estados Unidos y Rusia han querido escenificar al más alto nivel que tienen un mismo plan: sacar a Siria, dicen, del conflicto en el que lleva sumida cinco terribles años.
Si Moscú avisaba el sábado de que se avecinaba otra Guerra Fría con Siria como detonante, esta mañana llega la distensión: el presidente de EEUU, Barack Obama, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, han acordado fortalecer sus relaciones diplomáticas para establecer un "frente unido" a la hora de poner en práctica el acuerdo de paz para Siria trazado este fin de semana en Múnich. La fuente de este anuncio es el Kremlin.
Ambos líderes han llegado a este acuerdo tras una conversación telefónica en la que han resaltado la importancia de crear un "frente unido contra el terrorismo del Estado Islámico", en la que manifestaron su satisfacción con la reunión sobre el país árabe mantenida el 11 y el 12 de febrero en la ciudad alemana, durante el llamado Davos de la Defensa.
"Ambas partes dieron una valoración positiva de los resultados de la reunión del Grupo Internacional en Múnich y confirmaron los principios y disposiciones de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, tanto en cuanto a los aspectos humanitarios y para el desarrollo de modalidades para el alto el fuego, como para el impulso de un verdadero proceso político (en Siria)", según la nota del Kremlin.
Se supone que la semana entrante debe entrar en vigor un alto el fuego en Siria, que tiene como objetivo principal el de introducir ayuda humanitaria en un país en el que han muerto 470.000 personas desde que estalló la primavera en marzo de 2011 y donde millones se encuentran cercadas, amenazadas con morir de inanición y falta de medicinas. Sin embargo, este alto el fuego no incluye que cesen los bombardeos orientados tanto por la coalición internacional como por Rusia a detener al Daesh. EEUU -apoyado por Francia- acusó el sábado a Moscú de atacar a opositores legítimos, y no sólo a yihadistas.
MÁS TROPAS, MÁS GUERRA
Como estos ataques a islamistas no se han detenido, como han aclarado los negociadores en Alemania, las autoridades saudíes han confirmado este domingo el envío de aviones de combate a la base aérea turca de Incirlik para "participar en la campaña militar contra el Estado Islámico" en Siria.
El asesor del Ministerio saudí de Defensa, general Ahmed al Asiri, explicó que esta medida se enmarca en los esfuerzos de la lucha contra los yihadistas. "El envío de aviones de combate a la base Incirlik confirma que Arabia Saudí prosigue colaborando con la coalición internacional (contra el EI, liderada por Estados Unidos)", subrayó Al Asiri.
El general saudí adelantó que en las próximas horas van a mandar más aviones a la base turca, desde donde EEUU ya es realiza ataques aéreos contra las posiciones de los terroristas en Siria. En cuanto al envío de tropas terrestres, Al Asiri precisó que por ahora sólo han mandado cazabombarderos a Turquía, y afirmó que esperan ordenes de los dirigentes políticos para lanzar las operaciones por tierra. Sin embargo, medios turcos publican hoy que es posible que Turquía y Arabia se alíen e intenten una incursión por tierra, lo que daría una nueva y grave dimensión al conflicto.
Damasco ha denunciado reiteradamente el supuesto apoyo de Riad a los yihadistas y a opositores sunitas (el régimen de Asad es alauí). Un avance de Arabia puede hacer que Rusia rompa sus compromisos de negociación.