Prisión para los dos titiriteros detenidos en Madrid por ensalzar a ETA
El magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha ordenado este sábado la prisión incondicional para los dos titiriteros acusados de un delito de enaltecimiento del terrorismo, "por la comisión de un delito de enaltecimiento del terrorismo y de un delito cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizadas por la Constitución", según recoge el auto, difundido por Europa Press.
En el documento, el magistrado explica que los dos detenidos durante el desarrollo de la obra La bruja y don Cristóbal "escenificaron numerosas acciones violentas", como el ahorcamiento de un guiñol vestido de juez y el apuñalamiento de un policía, y la violación de una monja.
El juez también indica que mostraron una pancarta con la leyenda "Gora Alka-ETA". En el auto apunta que los acusados han explicado que se trataba de un juego de palabras referido a Al Qaeda, por lo que el magistrado entiende que el enaltecimiento no iba sólo dirigido a la banda terrorista ETA sino también a Al Qaeda.
Además, el titular del juzgado destaca que "el público infantil presente estaba acompañado mayoritariamente por sus padres", de forma que unos abandonaron "escandalizados el lugar por lo que estaban viendo mientras que otros arremetieron contra los actores".
MÁS GRAVE POR TENER A LOS NIÑOS COMO TESTIGOS
El juez asume así la petición realizada por la Fiscalía, que pedía esta medida al entender que los dos actores deben ser enviados a la cárcel debido a la reiteración en la gravedad del hecho y que los destinatarios del mensaje eran niños, han informado fuentes fiscales a Europa Press.
Por delitos de enaltecimiento del terrorismo, el Código Penal recoge, en su artículo 578, que "se castigará con la pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a dieciocho meses".
Los dos acusados son miembros de la compañía Títeres desde Abajo, que representaron en Tetuán el viernes por la tarde la obra 'La bruja y don Cristóbal', programada por el Ayuntamiento de Madrid, en la que mostraron el ahorcamiento de un juez, el apuñalamiento de una monja, y un cartel de "Gora Alka-ETA".
Los padres asistentes avisaron a la Policía, siendo los primeros en personarse en el lugar efectivos de la Policía Municipal. Estos arrestaron a los titiriteros y les trasladaron a la Brigada Provincial de Información, en Moratalaz, donde han pasado la noche y se les ha tomado declaración hasta esta mañana, cuando se les ha trasladado a la Audiencia Nacional.
El furgón policial ya ha partido de la Audiencia Nacional para dar cumplimiento al auto, y una decena de personas que allí se concentraba en apoyo a los detenidos ha comenzado a gritar reiteradas veces "¡Represión!".
CESADO EL PROGRAMADOR
El Ayuntamiento de Madrid ha ordenado además "con carácter inmediato" el cese de la relación contractual con el director artístico que realizó la programación del carnaval tras la polémica de estos títeres.
Así lo ha anunciado la delegada de Cultura y Deportes, Celia Mayer, quien ha defendido su propia actuación asegurando que su responsabilidad es "tomar las decisiones que se han tomado de manera contundente y rápida: la paralización de la obra, la demanda en los juzgados y el cese de los programadores". No va a dimitir, han confirmado fuentes municipales.
El Ayuntamiento, ha dicho la edil, está "absolutamente indignado" con el espectáculo de ayer, un contenido "inapropiado", ha dicho, que llevó a que personal de la empresa Madrid Destino (del Ayuntamiento) paralizase la obra "de manera inmediata", mientras la Policía Municipal seguía "los protocolos habituales".
Tras la paralización del espectáculo, ha seguido explicando Mayer, la consejera delegada de Madrid Destino y ella misma se dirigieron al juzgado de guardia e interpusieron una denuncia porque "el contenido firmado entre la compañía de títeres y Madrid Destino era para un público infantil, y sin embargo hubo contenidos inapropiados". Hoy mismo se ha dado orden para que "con carácter inmediato" se acuerde el cese de la relación contractual con el director artístico que ha programado el carnaval, que eligió según su criterio 15 actividades.
"Nadie del Ayuntamiento vio la obra antes", ha reiterado la delegada de Cultura, que ha explicado que lo habitual entre los programadores es leer la sinopsis de contenidos de los espectáculos, y en el caso de los títeres de ayer dicha sinopsis "no tenía nada que ver con lo que finalmente se vio en la plaza".
Respecto a las distintas voces que durante todo el día de hoy han venido exigiendo su cese, la delegada de Cultura ha respondido que su responsabilidad "ahora mismo" es "tomar las decisiones que se han tomado de manera contundente y rápida. Es decir, la paralización de la obra, la demanda en los juzgados y el cese de los programadores".
"Es verdad que hay un clima político de crispación, pero en este caso se ha producido un error de programación que ha ofendido a gente, y hemos tomado las decisiones políticas que teníamos que tomar", ha insistido.