Si una crema te ha dado alergia, ¿en qué debes fijarte?
Cuando se compra un cosmético, es crucial leer la etiqueta, sobre todo si alguna vez se ha tenido una reacción después de usar un producto que se creía milagroso.
Es importante saber de la existencia de los alérgenos: sustancias potencialmente agresivas para ciertos tipos de piel que pueden provocar reacciones de hinchazón, picor, rojez... Si en algún envase pone la palabra hipoalergénico significa que el producto está formulado para evitar al máximo el riesgo de alergia, aunque no garantiza que así sea al 100%.
¿En qué debo hay que fijarse entonces para no volver a salir con la cara a pinceladas rojas y granitos?
- Existen dos grandes grupos de activos con capacidad alergénica: los perfumes y los conservantes.
- Los perfumes son responsables de la mayoría de dermatitis de contacto alérgicas por cosméticos.
- En la etiqueta, por ley, debe estar indicado con claridad cuando los 26 alérgenos aromáticos que existen superen el 0,001% en productos que no se aclaran o el 0,01% en los que se enjuagan con agua.
- Los aromatizantes para cosmética que más alergias suelen provocar son los siguientes: geraniol, aldehído cinámico, hidroxicitronelal, alcohol cinámico, eugenol, isoeugenol, aldehído amilcinámico, linalool y musgo de encina absoluto. ¡Mantenlos lejos de tu cara!
- Los conservantes, por su parte, son moléculas reactivas que provocan la muerte de los microorganismos que podrían contaminar los productos cosméticos. A cambio, pueden suponerte una buena rojez en el rostro.
- Los conservantes que causan menos alergias en la actualidad son los parabenos.
- Los que más, el metildibromoglutaronitrilo —prohibido desde 2008 en España en productos que no se enjuagan—, el formaldehído y sus liberadores, las isotiazolinonas y el iodopropinil butil carbamato (no, no podríamos nombrarlos todos de carrerilla).
- Es importante saber que no existe un cosmético sin conservantes: se intenta añadir la menor cantidad posible de ellos y fabricar envases cuyo diseño evite contaminaciones del producto, así como seleccionar los conservantes cuyo perfil sea más inocuo, pero no pueden eliminarse.
- Existen otros ingredientes que pueden provocar alergias, aunque se usan muy poco. Si eres propenso, comprueba que tus cosméticos no tienen excipientes como el propilenglicol, ni ciertos alcoholes grasos como el alcohol cetílico y la cocamidopropiol betaína (especialmente habituales en champús y geles de baño).