La "Bilbainada" de Von Sottendorff que casi enterró a sus creadores
Ha sido “una Bilbainada” como la copa de un pino, un delirio al que le siguió el empecinamiento y, al final, un videojuego desarrollado por una empresa indie del País Vasco con el que se juega en el universo Nintendo.
El lanzamiento de Los delirios de Von Sottendorff y su mente cuadriculada es la historia de una carrera de obstáculos. Hace cuatro años comenzó a fraguarse la aventura de de este peculiar aristócrata que vive en una espectacular mansión de principios del siglo XX de la que puede entrar y salir cuando quiera. Lo que desconoce Von Sottendorff es que, en realidad, está atrapado en su propia mente. Por eso el juego, en el que se mezclan las plataformas y los puzles, se desarrolla en la cabeza del barón y en las más de 200 habitaciones que ha recreado dentro de ella. Combinarlas correctamente para poder avanzar hasta el final del nivel será tan importante como manejar al propio Von Sottendorff dentro de cada estancia.
La gestación de Los delirios de Von Sottendorff fue una carrera de obstáculos porque, como comenta a El Huffington Post Arturo Monedero, director creativo de Delirium Studio, nadie de la empresa tenía experiencia previa en los videojuegos cuando se fundó la firma. "Hemos ido aprendiendo a base de hostias y pequeños fracasos"eh, asume.
Dificultades a la hora de vender una gran idea siendo, como es la firma, una pequeña empresa de Bilbao. Y problemas porque en el propio Monedero reconoce que la creación del juego fue todo menos un camino de rosas: "Hemos ido muchas veces con el agua al cuello y muy apurados. Ha sido duro, la verdad. Ahora rebobinamos y nos damos cuenta de que en más de una ocasión llegamos a creer que el juego nos enterraba. Incluso dos meses antes del lanzamiento teníamos dudas de que pudiera salir".
Pese a todo, el juego, la mayor producción de videojuegos española del año y el videojuego vasco con mayor presupuesto de la historia, está disponible por 12,99 euros desde el 17 de diciembre en Nintendo eShop de Nintendo 3DS, una fecha que era todo menos propicia, recuerda Monedero. "Ha sido como un suicidio, en Navidad, en medio de grandes superproducciones, un día antes del estreno de Star Wars o del lanzamiento de Minecraft para WiiU", recuerda entre risas.
UNA MEZCLA DISPARATADA
Los delirios de Von Sottendorff y su mente cuadriculada bebe, según sus creadores, de la película Las aventuras del Barón Munchaussen, del mítico juego de Atari Jet Set Willy, de la poesía rusa y del cine ucraniano. Una mezcla disparatada.
"Lo de la poesía rusa y el cine ucraniano siempre lo hemos dicho de broma, pero en realidad queríamos que tuviera ese poso de película de La 2, esa que nadie quiere ver. Tenemos un amigo que dice que se va a los parques con un libro de poesía rusa para ligar: es puro postureo. Queríamos que de los poros del videojuego saliera cultura europea por todos lados, esa cultura de principios de siglo", apunta Monedero.
En el desarrollo del videojuego han trabajado más de 40 personas, desde programadores a animadores pasando por dibujantes, músicos, guionistas o un decorador de interiores. Y se le ha prestado especial importancia —o, dicho de otra forma, se ha tratado con un mimo exquisito— a los elementos artísticos y musicales.
El cofundador de Delirum Studio reconoce que, en realidad, querían que Von Sottendorff y sus locuras se convirtieran en su particular Don Quijote. Y no descarta más delirios en el futuro de su personaje: "Tenemos garabatos escritos en el cajón para largo. Depende de los jugadores y si vale la pena que continuemos o no. Si tiene ventas, probablemente me vuelva a meter otra vez en su cabeza porque tenemos muchas cosas que contar".
