Gracias, Eduardo Mendoza
Título: El secreto de la modelo extraviada
Autor:Eduardo Mendoza
Editorial: Seix-Barral
Páginas: 320
Precio: 18,50 euros en tapa dura y 12,99 euros en ebook
Fecha de lanzamiento: 27 de octubre de 2015
La portada:
¿De qué va?
Según el propio Eduardo Mendoza: "Para el que ha pasado buena parte de su vida encerrado en un manicomio, aunque sea injustamente, como es mi caso, una reacción absurda no tiene nada de particular, aunque eso suponga meterse en líos. La cuestión es que un incidente trivial me trajo recuerdos y viajé al pasado (con la memoria, ya he dicho que no estoy loco). Años atrás me vi envuelto en un asunto feo. Habían asesinado a una modelo y me culpaban a mí. Por supuesto, sin razón: una modelo no haría caso a un tipo como yo ni asesinándola. Simplemente, había un oscuro enredo, estaba metida gente importante y pensaron que yo podía servir de cabeza de turco o de conejillo de indias, o como sea que se llame el desgraciado que paga los platos rotos. Para salvar el pellejo tuve que recurrir a mi ingenio y a métodos poco convencionales y pedir ayuda a personas de mi círculo, no siempre recomendables. No sé si salí bien parado del intento, pero salí. Ahora todo aquello ya es agua pasada. Sin embargo, un impulso me ha hecho volver sobre mis pasos, recorrer los antiguos escenarios, buscar a las personas que fueron protagonistas de aquel oscuro caso, y resolverlo por fin. Pero las cosas han cambiado. No sólo las personas y la forma de vivir, sino sobre todo la ciudad. En aquella época, Barcelona era una cochambre. Hoy es la ciudad más visitada y admirada. ¡Quién nos lo iba a decir! La Barcelona del presente no tiene nada que ver con la Barcelona del pasado. ¿O sí?".
¿Quién lo escribe?
Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) es uno de los novelistas españoles más relevantes de la actualidad. Es autor de algunas de las mejores obras 'serias' en español de los últimos cuarenta años, desdeLa verdad sobre el caso Savolta a la no la suficientemente reconocida La isla inaudita pasando por La ciudad de los prodigios. Pero Mendoza es también responsable de las mejores novelas de humor de los últimos años: Sin noticias de Gurb, El laberinto de las aceitunas o El enredo de la bolsa o la vida son sólo tres de ellas.
¿Quién debería leerlo?
Todo el mundo. Sin excepción. Y cuando se estén partiendo de risa entre página y página recuerden esta recomendación.
Nuestra opinión:
El género de literatura de humor es uno de los más sugerentes y sugestivos. Muy resumido consiste en leer un libro y, teóricamente, reírte a mandíbula batiente: disfrutar de un maravilloso momento cómico de la forma más ilustrada posible. Ensayos sobre el género se han escrito miles, muchos menos que los autores que han sido catalogados como escritores-descacharrantes-que-son-imprescindibles-leer. El problema es que muchos de esos aspirantes a cómicos del lenguaje narrativo quedan reducidos a un mal chiste. Historias pobremente construidas trufadas con amagos de broma que no suscitan ni la más tímida mueca.
No es sencillo provocar la risa en el lector. Lo han conseguido a lo largo de la historia autores como P. G. Wodehouse y David Lodge. Pero poco más. Excepto, ay, Eduardo Mendoza. Las cualidades del autor catalán son tantas que no caben en un reseña breve como aspira a ser esta. El secreto de la modelo extraviada no sólo provoca risas en momentos puntuales, sino carcajadas durante más de 250 páginas. Apoyado sobre una historia delirante, Mendoza utiliza un lenguaje de primer nivel — pero es que, además, qué bien cuenta, qué bien narra, de qué forma tan espléndida estructura la trama— para construir una historia absolutamente decacharrante. No está garantizada la risa, sino la carcajada.
Sin duda una novela que se lee maravillosamente bien, deja un regusto de tiempo bien empleado y disfrutado pese a que en las últimas páginas la ironía y el humor se trastocan en un narración agria en la que se exponen las vergüenzas de la España de fin de siglo. Una obra cumbre en la historia de la literatura de humor en español.
Jamás se tomen a broma a Eduardo Mendoza.
El vídeo: