La conciencia de Tetuán
“Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para llevarlas a todas partes”.
Esta frase de Pablo Iglesias está grabada en la placa de la fachada de la agrupación socialista del distrito madrileño de Tetuán. Esta ‘casa del pueblo’ fue inaugurada por el propio fundador del PSOE en 1914. El edificio, situado en el número 28 de la calle Azucenas, fue utilizado como escuela pública para que los hijos de los afiliados y los vecinos recibieran una enseñanza básica. Pero luego llegó la Guerra Civil, la Falange lo hizo suyo y se incautaron todas las pertenencias. Hasta 1977 sus antiguos moradores no lo pudieron recuperar.
De esta agrupación surge también el candidato del PSOE a las elecciones generales, Pedro Sánchez. El socialista se curtió políticamente en las Juventudes Socialistas de Tetuán cuando era un vecino de la zona. El aspirante a presidente del Gobierno pasó su infancia y juventud en la calle comandante Zorita, en la parte más acomodada del distrito. Hoy ha trasladado su residencia a Pozuelo de Alarcón, pero en este barrio dio sus primeros pasos y en esta ‘casa’ también votó en las primarias que le llevaron a la Secretaría General del partido tras la dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba.
Agrupación del PSOE de Tetuán
¿QUÉ OPINAN EN TETUÁN DE SÁNCHEZ?
El distrito tiene muchas almas. Sus orígenes están las casas que se fueron construyendo alrededor de la Glorieta de Cuatro Caminos y la construcción de la zona de Tetuán de las Victorias, poblada por soldados y comerciantes que llegaron tras la Guerra de África. Y todavía muchos vecinos separan claramente el nivel de vida de la zona, la frontera está en la calle Bravo Murillo. “La carretera”, todavía le llaman lo más mayores. Hoy se mezclan casas de ladrillo visto y construcciones rurales con rascacielos y urbanizaciones exclusivas.
¿Qué opinan en Tetuán sobre Sánchez? Frente a la agrupación, en la zona más humilde, pasa Gerardo. Tiene 81 años, está haciendo algunos recados y luego irá a recoger a sus nietas. Ahora está jubilado después de varias décadas dedicado a la construcción. Lleva sesenta años en la zona tras llegar de un pueblo de Toledo cuando tenía veinte.
Han sido años duros. “Hay mucha gente que no tiene trabajo. Estoy jubilado, tengo una pensión corta, tengo que pagar el agua, la luz, los impuestos. Además, tengo una hija con dos niñas, que tengo que estar ahí, porque si no, se morían de hambre. Como yo hay millones. Los abuelos están con la pensión y con todo lo que pueden aportar mientras les alcanza”, explica.
Él tiene decidido su voto para el próximo domingo, aunque no lo quiere desvelar. “Todos ofrecen mucho”, agrega, a la vez que dice: “Me da exactamente lo mismo, si lo van a hacer bien, que tengan suerte”.
Gerardo
"LA POLÍTICA DE PARTIDOS ES BASTANTE MALA"
Muy cerca pasa David, tiene 26 años y lleva unos siete en el barrio. Llegó de Valdepeñas (Ciudad Real) y ahora trabaja en una inmobiliaria, por lo que pasa la mañana visitando pisos con clientes. Ante la sede de la agrupación socialista reflexiona: “Sánchez parece un hombre bastante sensato y razonable, pero lo que he visto es una carencia de propuestas”.
“Me pilló toda la crisis. Cuando estaba Zapatero me arruiné, necesitaba trabajo, ahora lo he encontrado pero no por ningún partido. Ahora vienen otros, la gente está bastante cansada de los de siempre, de toda la burocracia”, añade. El domingo no va a ir a las urnas: “Me parece que la política de partidos es bastante mala. Cuando haya algunos sensatos y en condiciones, votaré como antes”.
Es hora de continuar con el trabajo, de patear un distrito que está “cambiando muchísimo”, según dice David. En esta zona, explica, se mezclan antiguas fincas y casas okupas con el “puro lujo”.
David
"MMMM, ESTOY DUDANDO"
Pero esta parte del barrio tiene tradición socialista, comenta Kristina, una profesora de la Escuela de Idiomas jubilada de 70 años. Esta sueca recaló en Tetuán hace veinte años, buscaba piso, le gustó uno y ya se hizo vecina de esta “agradable” zona. ¿Tiene decidido su voto? “Mmmmm, estoy dudando. Sánchez podría estar entre las opciones. Él y Carme Chacón hacen un buen equipo”, contesta.
Para ella, es “positivo” que ahora se “reparta el poder entre cuatro partidos”. Si tuviera en frente al líder del PSOE, le pediría: “Consensuar la educación e igualar económicamente a la gente. Hay muchas diferencias entre ricos y pobres, se ve pasando Bravo Murillo. También querría más derechos sociales”.
Además, vaticina que el domingo “va a estallar el PP”. “No han hecho nada bien, todo muy de derechas. Se ve mucha gente que vive mal, hasta los de clase media baja”, insiste. Es inevitable una comparación con su país de origen. “Allí también ha cambiado mucho. Hay muchas desigualdades en Suecia porque ha estado durante ocho años la derecha. Eso se nota, es una sociedad muy mercantil. Sigue teniendo cosas muy buenas, como una democracia sólida, pero la sociedad del bienestar casi no existe”, apostilla.
Kristina
En la misma situación de indecisión se encuentra Santiago, un estudiante de Física de la Universidad Autónoma de 22 años. “Estoy entre dos, y uno es Pedro Sánchez”, responde, a la vez que muestra sus dudas: “Está tirando de su buena imagen, pero está aportando pocas ideas para lo grande que es el PSOE”.
“La gente de aquí está muy descontenta con el Gobierno. El PSOE siempre ha ofrecido muy buenas ideas respecto a la gente, este barrio tira un poco más a la izquierda”, añade. Su receta para Sánchez sería que “dejara de ser tan populista como están siendo todos los candidatos, que piense en la gente y salga a la calle, no ganar el voto fácil”.
Santiago
"NI MEJOR NI PEOR"
Conchi es una de las personas que más conoce el barrio y sabe muchos secretos, aunque nunca los confesará. Regenta una peluquería desde la que se ve la agrupación socialista. Con el ruido de fondo de los secadores afirma: “Sánchez me parece una persona como cualquier otra, ni mejor ni peor. Todos hablamos mucho, pero luego a la hora de la verdad ninguno hacemos nada”.
“Podrá ganar si hace una coalición, porque ahora la cosa está muy revuelta, lo que me parece perfecto”, asevera. Su radiografía de la zona es que esas calles son “socialistas”. “Somos gentes muy trabajadora, muy obrera, los negocios son pequeñitos, subsistimos como podemos. Los años de la crisis han sido muy duros, intentas mantener dos o tres puestos de trabajo con mucho trabajo y sacrificio. Pero si amas y te apasiona lo que haces, estás ahí”, subraya.
La peluquería la abrió su madre hace sesenta años. “Empezó en un piso con dos o tres tocadores, trabajando de lunes a domingo. Hace veinticinco años nos trasladamos y ahora es mía, pero se va a cerrar porque mis hijos no quieren continuar”, confiesa.
¿Y qué comentan las clientas? Conchi responde: “No tengo conversaciones políticas en el salón. Percibo que la gente está muy cansada, tenía clientas que antes podían venir y ahora no, con sueldo normal. La clase media es la que está sufriendo y pagando esto. Te dicen ‘hija, no puedo venir’. También ha habido una proliferación de un negocio muy diferente al tradicional. Hay una competitividad muy dura, es muy complicado”.
Conchi (izquierda), una empleada y una clienta
En esa frontera del distrito, en la esquina de Bravo Murillo con Sor Ángela de la Cruz, está buscando piso Nerea, de 25 años. Se define como un “poquito apolítica”. “Estoy decidiendo si voy a ir a votar o no. Yo soy de izquierdas, lo digo. Sánchez está entre mis opciones, pero no me han gustado sus discursos. Se tiene que relajar un poco, se lo toma como algo personal”, dice.
En este punto, tiene claro que la división de la izquierda va a perjudicar. “Como quieren ver su imagen, se olvidan de lo que verdaderamente tendrían que hacer, que es juntarse”. Por ello su apuesta es que el PP ganará el domingo, “ese o su hermano pequeño, Ciudadanos”. “Va a ser la pescadilla que se muerde la cola. Este país es así”, concluye antes de seguir buscando piso.
Nerea
"AQUÍ NO TIENE NADA QUE HACER"
En la zona que se acerca al Paseo de la Castellana los edificios ganan en altura, hay porteros, aparecen ejecutivos comiendo sándwiches y las señoras lucen buenos bolsos. En la calle comandante Zorita acaba de comprar el pan Jerónimo, de 63 años. Entre risas dice: “Esta parte no le apoyará, se lo aseguro, en mi colegio electoral es exagerado y a mi me identifican porque soy el que vota a la izquierda”.
Este vecino cree que el PSOE puede “tener posibilidades, si no para ganar, para quedar segundo y poder gobernar”. Si fuera su asesor, le comentaría a Sánchez que “haga propuestas y no se pelee con nadie”. Y también tiene críticas: “No debería haber ido al debate con Rajoy, porque es la imagen del bipartidismo. Es mejor verse con los otros más jóvenes, temo que la gente empiece a compararlo con el PP”.
“Nunca se tiene decidido, pero tengo bastante pensado que le voy a votar porque, además, es útil en estas circunstancias”, revela.
Jerónimo
Se cruza por esa calle Javier, con su perro. “Aquí no tiene nada que hacer Sánchez”. Este hombre de 60 años no siente especial cariño por su antiguo vecino. “Lo veo con poca preparación y sin mucho futuro”, resume antes de continuar su paseo junto a su mujer, que le comenta: “Mira, tú que siempre decías que nadie te preguntaba…”
Javier
A escasos metros se levanta la imponente Torre Picasso, con sus 51 plantas y 157 metros de altura. Todo un símbolo del poder económico. El complejo de Azca también es un lugar de contraste. En las alturas los ejecutivos observan Madrid y juegan con el futuro de mucha gente. En los bajos se suceden bares de copas no muy sofisticados, locales de comida rápida, graffitis chillones, trabajadores apurados camino del metro y algún que otro vagabundo.
A este lugar iba a bailar break-dance Sánchez cuando tenía 14 años. Hoy pasan por allí Álvaro y Belén, de 27 y 31 años y que trabajan en la zona. No tienen mucho tiempo, pero sí algo que decirle: Que espabile, que no sea un monigote. Y, asimismo, le advierten: “Su competencia es la propia gente de la izquierda, su gran rival es Pablo Iglesias”.
Así es Tetuán, así habla, así ve a Sánchez. El domingo irá a votar.
Belén y Álvaro