Rusia decreta sanciones económicas contra Turquía
Y llegan las consecuencias. En serio. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha decretado una batería de sanciones económicas contra Turquía en represalia por el derribo de un bombardero ruso Su-24 en la frontera turco-siria, ataque que Moscú ha calificado de "golpe a traición" y "reto sin precedentes".
Según el Kremlin, el decreto presidencial persigue garantizar la seguridad nacional del país y defender a los ciudadano rusos de "acciones criminales". Entre otras medidas, Putin ordenó suspender o restringir la entrada en Rusia de determinadas mercancías procedentes de Turquía, de acuerdo con una lista que elaborará el Gobierno.
El decreto presidencial establece además prohibiciones o restricciones a empresas turcas para realizar determinados trabajo y prestar servicios en el territorio de Rusia, según un lista que confeccionará el Gabinete de Ministros. Putin prohibió a los empleadores rusos que no estén autorizados por el Gobierno contratar a ciudadanos turcos a partir del próximo 1 de enero.
10.000 MILLONES DE PÉRDIDAS EN TURISMO
El decreto presidencial señala que los operadores turísticos rusos deberán abstenerse de vender productos y servicios que contemplen visitas a Turquía.
Con ese fin, Putin ordenó al Gobierno adoptar medidas para prohibir los vuelos chárter entre Rusia y Turquía, hasta hace poco el segundo destino turístico preferido de los rusos después de Egipto. Según Rusia, esta medida podría significar para el sector turístico de Turquía la pérdida de hasta 10.000 millones de dólares anuales (algo menos de 9.500 millones de euros), cifra equivalente al superávit turco en el intercambio comercial entre ambos países.
Por el mismo decreto, queda suspendido a partir del 1 de enero de 2016 el acuerdo de exención de visados para los ciudadanos turcos. Por último, el jefe del Kremlin encargó al Gobierno adoptar medidas para reforzar la seguridad portuaria en los mares Negro y de Azov y redoblar el control sobre las empresas turcas de transporte automovilístico de carga. El decreto no hace alusión a importantes proyectos conjuntos ruso-turcos en el ámbito de la energía.
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El féretro con el piloto muerto, trasladado por las autoridades turcas.
DISCULPAS, COMPENSACIONES Y CASTIGO
Las sanciones fueron anunciadas después de que Moscú exigiera a Ankara disculpas, compensaciones y castigo a los culpables del derribo del avión, que cumplía una misión de bombardeo antiterrorista en Siria. La reacción de las autoridades turcas, que se limitaron a lamentar el incidente y a denunciar que el bombardero ruso invadió el espacio aéreo de Turquía, desataron las iras de Moscú.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha criticado las sanciones y ha calificado de "inaceptables" algunas declaraciones de los dirigentes rusos, aunque no mencionó que fuera a responder a ellas. Es más, Davutoglu aseguró que la "prioridad" de Turquía es mantener "los canales de comunicación abiertos con Rusia".
Estas declaraciones las ya hecho tras anunciar que sus fuerzas de seguridad recuperaron anoche el cuerpo del piloto ruso que murió tras el derribo del avión SU-24 por un caza turco y adelantó que será entregado cuando Moscú lo solicite.
El cadáver está siendo tratado según el rito ortodoxo, agregó Davutoglu.
El otro piloto ruso que viajaba en el bombardero abatido fue rescatado con vida por fuerzas especiales rusas y sirias en territorio sirio tras lanzarse en paracaídas.