Una ministra sueca llora al anunciar que no podrán acoger más refugiados
La mujer que ves hablando en el vídeo, con su colgante de la paz al cuello, es Åsa Romson, ministra de Medio Ambiente y Energía en Suecia, viceprimera ministra, además. Y lo que hace, sí, es emocionarse y llorar.
Lo que causa su llanto y su impotencia es el anuncio que acaba de hacer: Suecia endurecerá sus normas de control fronterizo y de asilo con el objetivo de reducir el número de refugiados que aspira a llegar al país. Ya tienen 119.000 peticiones de asilo que tienen a la administración "desbordada" y no podrán dar más acogida a las personas que escapan de guerras como la siria o la afgana. Suecia es, tras Alemania, el segundo destino más solicitado por los refugiados que llegan a Europa.
"Suecia ya no es capaz de acoger a peticionarios manteniendo el alto nivel de hasta ahora. Me duele decirlo", señaló, tras calificar de "situación insostenible" y de un "desarrollo dramático" la actual crisis.
El paquete de medidas limitadoras, que estarán vigentes durante tres años, establece permisos temporales para todos los refugiados salvo los del sistema de cuotas de reparto y limita también el derecho a reagrupación familiar, además de endurecer los requisitos económicos para poder mantener a los familiares.
Los controles fronterizos provisionales, restaurados hace dos semanas, incluirán todo el transporte colectivo que llegue a Suecia y no sólo como hasta ahora los trenes que conectan Copenhague con Malmoe (Suecia) y las rutas marítimas desde Alemania.