EuroPPisión
España solo ha acogido en una ocasión el festival de Eurovisión. Era 1969 y el escenario fue el Teatro Real. Cuarenta y seis años más tarde, Europa ha cambiado totalmente, empezando por nuestro propio país. Y en medio de este nuevo continente, el Partido Popular Europeo ha inaugurado este miércoles su congreso -su gran festival- en la capital de España.
A falta de Eurovisión, bien valen un EuroPPisión. Luces, cámaras, música. Pero ahora mismo precisamente Europais not living a celebration para el PPE. Los conservadores ya no encandilan con su sirtaki en Grecia y llegan fados desde la vecina Lisboa que lloran la más que posible pérdida del Gobierno de Pedro Passos Coelho en favor de un bloque de mayoría de izquierdas.
Ahora confía la gran familia de la derecha en conservar España en el sur. Por eso, más de 3.000 dirigentes de todo el continente desembarcan durante dos días en la capital de España. No quieren ver a Mariano Rajoy tan abajo como a Edurne y a su Amanecer este año en el concurso. Ellos quieren los doce puntos para el PP. Por eso, hasta suena guitarras aflamencadas entre los discursos de los participantes.
Como en el popular show, esta primera jornada ha servido de gala semifinal, a la espera de que lleguen los big five -los países que van directamente a la final por su aportación monetaria-. El Palacio Municipal de Congresos ansía ver ya sobre el escenario a Angela Merkel (Alemania), Nicolas Sarkozy (Francia) y Silvio Berlusconi (Italia) este jueves. Cada uno con su canción, con su letra y con su música. Para bien o para mal.
'LA LA LA' PARA MAS
En el cónclave popular se mezclan los idiomas y los asesores llegados de la fría Bruselas y, como señal de la brecha de la UE, se distinguen las cabeceras rubias y morenas. Todos quieren la gloria internacional, pero también ser número uno en la lista nacional. Por eso, el PP ha presionado para que se apruebe una resolución sobre la integridad territorial de los Estados miembros. El catalán sólo sonará por ahora en Eurovisión si lo canta Andorra.
El texto, que fue anunciado por Rajoy la semana pasada, se ha tramitado por la vía de urgencia y resalta especialmente la idea de que si una zona se independizara, quedaría fuera de la Unión Europea. Por consiguiente, sus ciudadanos perderían su condición de ciudadanos europeos.
El PP ha conseguido una victoria importante en su intento de frenar a Artur Mas a nivel internacional al haber sido apoyado por mayoría en el congreso. El secretario general del PPE, Antonio López-Istúriz, ha avisado de que sería “desastroso” para una región desarrollada como Cataluña quedar fuera de la UE, además ha advertido de la “preocupación” con la que se ve esta cuestión en los círculos europeos. El texto ha gozado del apoyo de la mayoría, aunque algunos pocos alemanes han votado en contra al entender que no se respetaba del todo la autonomía de las regiones. No podía ser un completo Fairytale, como cantaba Alexander Rybak.
Eso se lleva bajo el brazo Rajoy, que saltará a la pista este jueves para clausurar el congreso. Eso sí, ya ha calentado el ambiente este miércoles y ha atendido a la prensa por sorpresa. El líder del PP ha llegado al Palacio Municipal de Congreso rodeado no solo por el ‘trío La La La’, sino por los Mocedades del PP. Incluso uno puede soñar con que en ese momento sonaba Eres tú. Entre sus coristas estaban María Dolores de Cospedal, Álvaro Nadal, Javier Arenas, Alicia Sánchez-Camacho, Carmen Quintanilla y Manuel Cobo.
“Xavi, ¿qué tal?”, le decía la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, a García Albiol, tras la comitivia presidencial. “Aquí, que me dan mucho trabajo en Cataluña”, le respondía el candidato del PPC el pasado 27-S. Notas musicales al vuelo.
AL ESTILO DE DAVID CIVERA
El Partido Popular quiere enviar el 20 de diciembre a un solista a La Moncloa, no quiere ni duetos ni multitudinarias bandas indie de festivales adolescentes. Por eso, ha lamentado la situación de su colega portugués. Y, además, ha avisado de que sólo gobernará si es la fuerza más votada. Prefiere más el estilo a uno de David Civera, Rapahel y Julio Iglesias que las aventuras de La Década Prodigiosa, Trigo Limpio o El Sueño de Morfeo. En cambio, Rajoy ya ha lanzado la idea de que el PSOE pactará con cualquiera con tal de desplazar a la lista más votada.
Sobre el escenario sí ha subido este miércoles la ‘número dos’ del PP, María Dolores de Cospedal. Ella ha decidido vender la idea de que España necesita que siga el PP frente a los “demagogos” y “cortoplacistas”. Ha sacado el estilo de Azúcar Moreno y su Bandido. “España es un historia de victoria frente a las adversidades", ha proclamado. Además, ha querido darle las gracias a Rajoy en público, delante de sus colegas europeos. El presidente todavía tiene que decidir las listas para las próximas elecciones y el futuro de Cospedal se escribe más en Madrid que en Toledo.
LA 'EUPHORIA' DE RAJOY
A pesar del sello europeo, en algunas cosas los asistentes han superado a los madrileños en usos y costumbres. El auditorio ha estado revuelto durante toda la jornada y pocos hacían caso al orador durante los discursos que se han prolongado a lo largo de la tarde. El presidente del PPE, Joseph Daul, ha llegado a coger el micrófono y regañar a los presentes. ¡Silence! El programa oficial ha empezado más de veinte minutos tarde. La impuntualidad no es solo de los españoles.
A Rajoy le ha gustado más escuchar en distintos idiomas palabras de apoyo a su dura gestión al frente del Gobierno. Todos los mandatarios llegados allende los Pirineos llevaban en su repertorio la canción sueca Euphoria, de Loreen. Desde el expresidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso hasta el propio Daul. Madrid bien vale un piropo.
Para terminar la fiesta, como cantó en Eurovision Paloma San Basilio, Rajoy se ha hecho la primera foto esperada de este miércoles con Durao Barroso, Herman Van Rompuy, Donald Tusk y Jean Claude Juncker, con la excusa de un premio del PPE. ¡Todos a una!
Ay, quién maneja mi barca, que a la deriva me lleva...