La arruga es bella, pero no en tu ropa: trucos para dominar la plancha
El mundo se divide en dos tipos de personas: aquellas a las que les relaja planchar y las que pagarían por no hacerlo. Pero a todos nos llega ese momento en la vida en el que ya no podemos ir con la ropa arrugada: el primer día de trabajo, la primera cita o la boda de tu mejor amigo bien merecen un pequeño esfuerzo. Con estos trucos, irás hecho un pincel.
ESTIRA LA ROPA
Cuando tu colada esté lista, tarda el menor tiempo posible en sacar la ropa de la lavadora y, antes de colgarla, sacúdela con fuerza: esto hará que al recogerla esté mucho menos arrugada. Si puedes, tiende al aire libre y siempre por los extremos. Este consejo vale para camisas, camisetas, faldas y pantalones.
Y si se te acaba el líquido de planchado fácil (el salvador de los que no tenemos mano con la plancha), lo puedes fabricar de manera casera. Diluye dos cucharaditas de maicena en un vaso de agua y métela en un pulverizador, te dará el mismo resultado.
TEJIDOS NATURALES VS TEJIDOS SINTÉTICOS
Anota esta máxima: los tejidos naturales necesitan mucho más vapor que los sintéticos, que son más flexibles y se planchan mejor. Hazte un favor y lee la etiqueta de tu ropa: esconde información muy valiosa sobre los componentes y la temperatura máxima que soporta. Evitarás más de un disgusto.
¿TENGO QUE USAR AGUA DESTILADA?
No creas todos los falsos mitos que circulan por Internet. Por ejemplo, el que afirma que es necesario tener en casa agua destilada para que tu plancha no se llene de cal. Casi todas las de última generación tienen un sistema de autolimpieza que permite usar agua corriente.
LA IMPORTANCIA DE UNA PLANCHA LIMPIA
Si la plancha tiene restos de tejidos que se han quedado pegados o ha sido atacada a traición por la cal, el planchado nunca será satisfactorio. Hazte con una lavadora que tenga un buen sistema antical y utiliza los detergentes adecuados, esto evitará que la plancha se pegue a la ropa. Pásale un algodón mojado en aceite de oliva por toda la superficie cuando queden restos. Funciona.
OJO A LA SEDA
Siempre, siempre, siempre, selecciona la temperatura mínima de la plancha, especialmente, si estamos ante una prenda de seda natural o salvaje. Dale la vuelta a la prenda en cuestión y plánchala por la parte no brillante: te ahorrará sorpresas del tipo marcas y quemaduras. Aplica el menor vapor posible: no se lleva muy bien con este tipo de tejido.