La ruta de cañas de Rajoy
Mariano Rajoy se asfixia últimamente en La Moncloa. A tres meses de las elecciones generales, el presidente quiere recuperar la ‘piel’ a base de cervezas ante las cámaras y también sucumbe a las cañitas madrileñas. Más bien a los ‘dobles’. Esta semana lo hemos visto por el barrio de las Letras, los aledaños del Congreso y Chamberí. ¡Que el ritmo no pare!
Pero, ¿dónde toma cañas el presidente de un Gobierno? ¿Cuánto le cuestan? ¿Qué tapa sirven? ¿Por qué elige estos sitios? ¿Quiénes son sus compañeros de barra? Las respuestas las tienes en esta particular guía gastronómica-política. Nosotros ya a hemos hecho a base de 'dobles'. Ahora solo falta que los pruebes tú.
EL SANTO
Hasta cinco dobles se tomó aquí el presidente del Gobierno con Ana Rosa Quintana durante su entrevista más íntima. Esta cervecería está muy cerca de la sede del PP, en plena zona ‘bien’ de la capital. Espíritu taurino en vena. Las paredes están atestadas de carteles de corridas, con predilección por Las Ventas y Valencia, y cuadros con toreros. Eso sí, hay un hueco para una fotografía de Camarón de la Isla. Arte musical y gastronómico.
El jefe del Ejecutivo acudía asiduamente cuando estaba instalado en su despacho del partido. Allí disfrutaba de una carta que tiene como plato más caro la ración de jamón ibérico (21 euros). Puedes elegir mesa o barra de mármol, donde se ofrecen de manera tentadora boquerones, calamares y tomates. No solo el presidente ha caído en el embrujo de este bar, por allí también han pasado a tomarse una cañita el cantaor José Mercé, el director de cine Daniel Monzón y el actor Jesús Castro.
CASA MANOLO
‘El Manolo’ es toda una institución gastronómico-alcohólica-política. Situado a las espaldas del Congreso, este bar sabe más de la Cámara Baja que la mayoría de los diputados. El presidente del Gobierno lo ha pisado en muchas ocasiones. La última fue el pasado miércoles, cuando comió allí tras la sesión parlamentaria. En su barra marrón beben, cuchichean y confabulan sus señorías y los periodistas mientras algún guiri los mira con una guía en la mano.
Con pocas mesas, Manolo es su barra… y sus croquetas. A nadie se le escapa nada de lo que allí pasa, todos hablan con su interlocutor y cotillean por los espejos regalados por marcas de bebida. Los días más animados son los martes, miércoles y jueves, cuando se concentra la actividad de la Cámara. También es el lugar que eligen muchos de los amantes de la música que acuden al Teatro de la Zarzuela para tomar algo durante el intermedio. Madrid en estado puro.
MARIANO
¿Quién dice que Rajoy y María Dolores de Cospedal son personas aburridas? Los dos principales dirigentes del PP se han dejado ver en esta taberna-restaurante en pleno barrio de las Letras. Puertas rojas y azulejos, un sitio de toda la vida, en la intersección entre San Agustín y Lope de Vega. Además, tiene como vecino al convento de las Trinitarias, donde se encuentran los restos de don Miguel de Cervantes.
Allí se ha tomado también unas tapitas con el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, su jefe de gabinete, Jorge Moragas, y el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado. Esta taberna está regentada por su tocayo Mariano, con quien departe cuando va. Su gran atractivo decorativo es el cuadro que domina una de las paredes con la lista de reyes desde Pelayo hasta Juan Carlos I. Ambiente distendido, con muchos parroquianos que beben vino y hablan de sus vacaciones en Málaga, mientras en la televisión entrevista Bertín Osborne a Jesulín de Ubrique. En el mostrador de la barra compiten el chorizo y las habitas con jamón. Si uno va con el bolsillo lleno, puede pedirse el plato más caro: solomillo de choto (20,75 euros).
LA HUERTA DE TUDELA
“Green & More”. Este es el lema de este establecimiento cercano al Congreso, que se vanagloria de llevar a la capital todo el sabor de la ribera tudelana. La verdura es la reina. Pero como todo restaurante que quiera triunfar en Madrid tiene una barra en la entrada que compite en afluencia con las mesas. Allí se escapó Rajoy con la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y Hernando este mes de agosto tras una sesión en el Congreso.
Es el espacio más sofisticado de todos los de este particular paseo cervecero. Pero eso no significa ‘estirado’, ya que dominan las risas y las conversaciones en su barra. El salón está al fondo y desde tu taburete puedes observar a través de sus grandes cristaleras lo que pasa en una de las calles con más encanto de la ciudad. Por los altavoces suenan versiones jazz-chill out de The winner takes it all, de Abba, y Fireworks, de Katy Perry. Si uno quiere seguir la fiesta, los camareros te recomiendan que vayas a la vecina calle Carbones. En Madrid nunca es tarde.
CASA LUCIO
Pocas cosas hay más madrileñas que comer huevos ‘estrellados’ en Lucio. La Cava Baja es un hervidero lleno de tabernas, amantes del vino y degustadores de la gastronomía capitalina. Las noches sin fin de La Latina. El presidente lo sabe bien y ha pasado alguna velada aquí hasta con el rey Juan Carlos, José María Aznar, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.
En su barra a la entrada te sirven un doble bien frío acompañado por un plato de boquerones en vinagre. Mientras degustas la cerveza se puede observar cómo un cortador de jamón no para durante toda la noche. Los platos del jamón Cinco Jotas vuelan sobre tu cabeza. Políticos, periodistas, empresarios y muchos guiris cruzan constantemente la puerta. En su pequeña barra también algunos clientes suelen degustar vermú y un buen vino. Muchos no resisten ahí más de unos minutos e intentan conseguir una mesa dentro. Un lugar castizo especial en el que sus camareros de chaquetas blancas han escuchado muchos secretos (de Estado).