Duran i Lleida: "A Mas le van a echar sus compañeros de lista"
Por Esther Palomera - El Huffington Post
Hubo un tiempo en que pudo ser candidato a la Generalitat. Hubo un tiempo en que pudo ser ministro del Gobierno de España. Hubo un tiempo en que fue el político más valorado por los españoles. Hubo un tiempo en que influía más en La Moncloa que cualquier ministro. El proceso soberanista acabó también con eso. Hoy juega en tierra de nadie. Para los independentistas, es un botifler (traidor) y para los inmovilistas, hace tiempo que dejó de ser el interlocutor con el que achicar las aguas de Cataluña. Su partido se presenta solo a las elecciones del 27-S por primera vez en muchos años, después de una ruptura traumática con Convergencia. Hay encuestas que no le otorgan ni representación en el Parlament, pero Josep Antoni Duran i Lleida dice que morirá con las botas puestas del diálogo y se erige en valedor de la ansiada reconstrucción del catalanismo político moderado que algún día, no se sabe de qué año, volverá a ser decisivo.
¿Es democrático declarar la independencia con 68 diputados?
Sinceramente creo que no. No es de recibo desde la perspectiva democrática. En el Parlamento de Cataluña para modificar el Estatuto de Autonomía o designar al defensor del pueblo se necesitan dos terceras partes de los diputados. No tiene sentido que para declarar la independencia, para romper una realidad social, económica y política como es Cataluña y su relación con España, baste con un diputado más.
Y si hay mayoría independentista y el Parlament declara unilateralmente la independencia, ¿qué debe hacer el Gobierno de España?
No debe hacer grandes cosas. Me parece un grave error pensar que la independencia de Cataluña vendrá porque 68, 69 o 70 diputados la declaren. Cataluña será independiente si Alemania, Francia, Estados Unidos, Rusia o Italia la reconocen. La independencia te la dan desde fuera. [El Gobierno] no podrá quedarse de brazos cruzados porque tendrá que defenderse el orden constitucional. Si hay un acuerdo que no se corresponde con ése orden, pues tendrá que recurrir al TC. Pero, el problema no se resuelve mediante sentencias judiciales. La respuesta que exige es política, pero llega ya tarde, entre otras razones, porque el Gobierno del PP ha querido ganar tiempo, y ha enquistado y no solucionado el problema.
Más allá de que no haya habido respuestas políticas y se haya recurrido a los tribunales, ¿ve al Gobierno del PP dispuesto a aplicar el artículo 155 para defender el orden constitucional?
Le veo capaz de todo. Pero no quiero entrar en ese debate. El PP sabrá de qué manera dede defender el orden constitucional, aunque no es necesario recurrir al 155. Tiene al Tribunal Constitucional. Ese es el problema, que si la declaración de independencia se materializa mediante una votación en el Parlament en el mes de octubre o noviembre, estaremos en plena campaña electoral y, por tanto, el PP tendrá más interés que nunca en que la solución no sea política, sino jurídica o en cualquier caso política pero que favorezca sus intereses electorales. Lamentablemente, a una parte de España le agrada que se castigue a Cataluña y que se recriminen esos actos con fuerza política y grandes declaraciones. El PP vuelve a situar, como lo hizo en el debate sobre el Estatut, al PSOE contra las cuerdas por su tibieza en la defensa de la unidad de España, y ellos son los grandes valedores de esa unidad.
¿Quiere decir que al PP le interesa tensionar el debate catalán para arañar votos en el resto de España?
Y al revés también, ¡claro que quiero decir eso! El sábado estuve con unos gallegos y me recordaron algo que yo había olvidado, una intervención de Carod Rovira al hilo de una iniciativa legislativa del Parlamento catalán sobre financiación, donde en gallego le dijo a Mariano Rajoy: "Sigue por este camino que a ti y a mí nos va bien". ¡Se retroalimentan unos a otros! ¿Recuerda usted la ERC de Aznar cuando Carod estaba contra las cuerdas por haberse visto con gente de ETA siendo vicepresidente de la Generalitat? Quien le salvó de las cuerdas fue Acebes y Aznar, y ERC volvió a subir como la espuma.
En una Cataluña tan polarizada, ¿hay espacio para su tercera vía que, por cierto, no es la misma que la propone el PSOE?
Haberlo haylo, otra cosa es que tengamos poco tiempo. Creo que Unió tiene más espacio que tiempo. Lo que quedará en Cataluña tras el 27-S será un desaguisado que habrá que reconstruir. Y entre las fuerzas políticas que pueden tener un papel en ese objetivo, una de ellas es Unió.
Además de con diálogo, ¿cómo se puede reconstruir ese espacio?
Con diálogo, aunque sorprenda y se nos llame ingenuos. El Parlamento de Dinamarca, el único de Europa que se ha pronunciado sobre la cuestión catalana, instó al Gobierno central y al de Cataluña a sentarse en una mesa y a dialogar democrática y pacíficamente. Y el mundo independentista lo aplaudió, incluso sustituyeron en algunos ayuntamientos banderas independentistas por banderas de Dinamarca. Si aplauden el diálogo cuando se propone desde el parlamento danés, también deberían aplaudirlo cuando se plantea desde Unión Democrática de Catalunya. Y me dice usted, ¿alguna cosa más se necesitará? Pues poner sobre la mesa alguna propuesta concreta...
Ya ha habido dos: una disposición adicional en la Constitución que propuso usted y una reforma constitucional que planteó el PSOE. A ambas se ha dicho...
Esas dos propuestas no tienen que ser entre ellas antagónicas. Puede abordarse una reforma de la Constitución, pero no necesariamente tiene que dar respuesta a la cuestión catalana. La Disposición Adicional, sí. ¿Cuál es la actitud del PP? Ya he dicho antes que de aquí a que acabe el ciclo electoral, será inmovilismo total. Después, tendrán que moverse. Primero tendremos que ver cuál será el nuevo escenario político español. Vamos a ver si tiene o no mayoría absoluta el PP, que creo que no la tendrá.
¿Un PP sin mayoría absoluta estaría dispuesto a hacer política para resolver el problema catalán?
No tendrá otro remedio, incluso un PP con mayoría absoluta. Fíjese que en estos dos últimos meses salieron unas declaraciones del ministro de Justicia en las que dijo que el PP estaba abierto a una cierta reforma constitucional, el propio Rajoy las ratificó, pero que después reconvirtió su posición ¿Por qué? Se dieron cuenta que estaban en plena campaña y a ellos les interesa el discurso duro que antes le dije respecto al Partido Socialista. Esta misma semana el ministro Margallo también ha hecho una propuesta para reformar la Constitución y resolver el problema catalán, y rápidamente le han tirado de las orejas por parte de la dirección del partido. No quieren hablar de ello, pero hay un problema, hay que reconocer que existe, la solución no es ni la independencia ni el inmovilismo y si no se resuelve -con o sin mayoría absoluta del PP-, se enquistará más. Si se enquista, Cataluña no es cualquier cosa ni tampoco una broma como dice el candidato del PP. Es, entre otras cosas, el 19% del PIB de España, y un problema político enquistado es una proyección de desconfianza, que significa menos inversiones y menos actividad económica para Cataluña y para España.
¿La solución pasa por un nuevo estatuto jurídico de Cataluña?
Por un reconocimiento de la especificidad para que nunca más pueda existir una Ley Wert que rompa la normalidad en el tema de la lengua. Y por un reconocimiento que al mismo tiempo señale las referencias específica de nuestra identidad. Y para saber si tiene que ser nación ó derechos históricos, habrá que sacar el jugo a las sentencias del TC para ver en qué expresión podemos ponernos de acuerdo. Y después, hay un tema de financiación que hay que resolver y para el que nosotros proponemos un concierto fiscal solidario.
¿Y por qué un concierto fiscal para Cataluña, y no para Andalucía o Madrid?
¿Y por qué para el País Vasco y Navarra, y no para nosotros? ¿Y por qué una disposición adicional que reconozca el hecho insular canario y no lo nuestro? ¿Y quién ha dicho que el concierto económico solidario catalán vaya a ser malo para unos o para otros? ¡Alguna cosa está yendo mal en materia de financiación cuando, además de a Cataluña, el modelo ha provocado déficit a otras Comunidades. Hay discusión sobre si el déficit son 3.000, 4.000 o 16.000 millones como nos dicen, pero hay una realidad que hay que ajustar.
En todo caso, entiendo que el problema dejó hace tiempo de ser sólo una cuestión económica, ¿no?
No es sólo un problema económico, por supuesto.
Vista la exhibición de músculo que vimos en la Diada, ¿usted diría que hay una mayoría social independentista en Cataluña?
Creo sinceramente que no la hay. Y esa es otra razón por la que, más allá de que no pueda declararse la independencia con un escaño de diferencia, tampoco puede declararse con un voto de diferencia. Se necesita una mayoría social amplia para poder empezar a plantear una posible independencia. Imagínese usted que el 85% de los catalanes desearan la independencia, si yo fuera Estado, eso sí debería tenerlo en cuenta. Pero no es así. No hay una mayoría ni del 51%. Se necesitaría una mayoría social mucho más amplia, no de un 51 contra un 49, sino mucho más, y no existe.
¿Tiene la impresión de que habrá catalanes que voten Junts Pel sí sin ser independentistas?
Si, estoy convencido de que hay muchas personas que votarán Junts Pel sí y no quieren la independencia, pero ven al presidente Mas, que ha hecho sus esfuerzos y creen que tienen que ayudarle...
¿Ayudarle a qué?
Pues a él personal y políticamente porque es su líder político y creen que hay que ayudarle en momentos difíciles. Es una opinión respetable, poco profunda, pero existe. Esa es una razón. Y otra para mí, que es mucho más importante en términos políticos, es que hay personas que creen que Mas no quiere la independencia y piensan que tienen que votar Junts Pel sí porque la fuerza que obtengan los independentistas será muy importante en la negociación con Madrid. Creen que si tienen fuerza y vamos a una declaración de independencia, a Madrid no le quedará más remedio que moverse. Se equivocan. Eso no va por aquí, entre otras cosas porque Mas ya no administra la agenda política ni la administrará a partir del 27-S. La gente debe escuchar con atención qué están diciendo los otros socios.
¿Quién va a administrar el resultado de las elecciones?
No sé, esa será la gran incertidumbre.
¿Junqueras, Romeva..?
ERC será uno de los que administren. El otro día Mas en una entrevista vino a decir subliminalmente que después del 27, el diálogo con el Gobierno podría llevar a un referéndum. La respuesta a las 24 horas de Junqueras fue: "La independencia se gana en las urnas, se mantiene y se protege". Y el candidato, Raúl Romeva, dijo: "A Madrid sólo hay que ir a negociar una cosa, y no es otra que la independencia". Por tanto, se equivocan las personas que de buena fe creen que esta es la vía para obtener un mejor resultado en la negociación con Madrid. Y, además, no nos engañemos ni España ni Francia, ni ningún país democrático negociará con alguien que plantee de entrada una ruptura del Estado. Hasta que alguien esté dispuesto a no vulnerar la Constitución ni cargarse el ordenamiento jurídico, no habrá posibilidad de diálogo.
Sabemos lo que piensa Europa del proceso, pero usted que viaja por el mundo en su condición de presidente e la Comisión de Exteriores también sabrá lo que opinan los EEUU.
No puedo hablar porque no lo hacen ellos, y a veces algunas personas aprovechan esa circunstancia para decir que como no hablan están de acuerdo. Hay que saber cuándo los estados hablan y entender ciertas reglas diplomáticas. Formalmente el presidente de la Comisión Europea, en respuesta a una pregunta parlamentaria de un diputado de CDC, dejó claro que la independencia no tenía cabida en la UE. ¿Qué piensan en EEUU? No haré de portavoz del gobierno norteamericano, y no daré repuesta a esta pregunta en mi condición de presidente de la Comisión de Exteriores, sino como persona interesada en política internacional y harta de viajar por el mundo y tener contactos. ¿EEUU está interesada en una Europa unida? Pues leyendo cierta prensa anglosajona, uno diría que el euro no les acaba de gustar porque es competencia del dólar, pero el gobierno norteamericano quiere una Europa estable. ¿Qué sucedería si a Cataluña se le reconociera la independencia por parte de la UE? ¿Y Baviera? ¿Y los italianos de la Padania o el Véneto? Iríamos a una fragmentación del político europeo, y en eso EEUU no estaría de acuerdo, tampoco Rusia o China, que son países importantes y están sentados en el Consejo de Seguridad. ¿Usted cree que Rusia quiere una Cataluña independiente? ¿Nos suena Chechenia? ¿Cree que China no recuerda lo que es el Tíbet? La gente tiene que pensar, reflexionar y viajar un poquito más, y no decir ciertas cosas para engañar a la gente.
Vaya, ¿que es de los que cree que el independentismo se cura viajando?
A algunos les ayudaría a ver otra realidad del mundo. Me quedo sorprendido muchas veces de ciertas declaraciones de dirigentes políticos con responsabilidad máxima en Cataluña. Que el presidente Mas diga que los europeos le están diciendo que adelante... ¿Qué europeos? Cuando Mas ha visto a un dirigente europeo ha sido al presidente de la Comisión o del Consejo, y yo estaba allí. Nunca jamás oí eso, y hablo a menudo con ellos. ¿Qué europeo está diciendo: adelante Cataluña vais bien? Ninguno. Me sorprende también que se diga que Europa no puede prescindir de los 7,5 millones de catalanes. ¡Claro que no, ni de los griegos, ni de ningún otro país!, pero no puede meterse en el lío que produciría el efecto dominó de que otras partes de estados europeos pidan lo mismo que Cataluña. Por tanto, no es un problema de que no puedan permitirse el lujo de que salgan 7,5 millones de catalanes porque seamos muy importantes. Nos vamos nosotros, no es que nos echen ellos. Hay que explicar que si un catalán o Cataluña forma parte de la UE es porque forma parte de España. Quien suscribió en su día el tratado para entrar en Europa fue el estado español. Si yo me voy voluntariamente del estado español, ¿quién sigue teniendo la titularidad de miembro de la UE? España.
Si Mas conoce la respuesta de Europa, intuye la de EEUU y sabe las consecuencias económicas, sociales y políticas, además de la fractura emocional, ¿por qué cree que ha llegado hasta aquí, ¿pretende inmolarse para pasar a la historia?
Creo que hay más épica que otra cosa en su posición actual. Pretende pasar a la historia, y va a pasar -aunque no sabemos en qué términos- y ser el presidente que más lejos ha llegado con esta cuestión de la independencia de Cataluña. Creo que sí, en buena medida, su acción se justifica en estas razones, aunque luego haya otros motivos de partido, en las que no entraré.
¿Mas será un cadáver político el 28 de septiembre?
No me gusta esa expresión. Una vez la utilicé respecto a Zapatero y le llamé para pedirle perdón. No caeré dos veces en el mismo error.
¿Es éste el final de la carrera política de Mas?
He dicho -quizá me equivoque pero es mi opinión y tengo el derecho y el deber de decirlo- que a Mas le van a echar sus compañeros de lista. Aquí no hay posibilidad de mayoría independentista si no se cuenta con la CUP, y hay que ver lo que dicen unos y otros. La CUP siempre ha dicho que no votará a Mas. El propio Romeva dijo al principio que no estaba escrito en ninguna parte que Mas vaya a ser el próximo presidente de la Generalitat y además que era irrelevante quién lo fuera... Lo que habrá en el futuro es un entendimiento o un gobierno de izquierdas muy inestable y con mucha incertidumbre entre ERC, Catalunya sí es Pot , y la CUP desde fuera el Gobierno. Y no me lo estoy inventando. Cuando uno oye a Junqueras decir que se siente más cerca de las políticas de la CUP que de las de CDC; cuando uno escucha a ERC que invita formalmente a la CUP a entrar en un gobierno de concentración y dice que debería tener también participación en él la candidatura en la que está Podemos (Catalunya sí es Pot)... Y además uno se da cuenta de que candidatos como Llach o Comin, que tienen poca significación, dicen que las políticas sociales de Junts Pel sí son las del tripartito, te das cuenta de que hay una tela de araña en la que al final quedará enredado Artur Mas.
¿Se siente frustrado en su labor de puente en Madrid y Cataluña?
Frustrado, no. Para que uno haga de puente, tiene que bajar agua, y no baja en estos momentos. Como soy de secano, estoy acostumbrado a que no baje pero me duele muchísimo, no por lo que me afecte a mí personalmente, sino porque no nos damos cuenta unos y otros de la gravedad de la situación, de que alguien ha encendido una mecha y desde Madrid algunos están echando gasolina al fuego y, al final, nadie controla esa carga explosiva. Y esto debería hacer pensar a muchos. Lo que pasa es que estamos metidos en aquello que es más de interés político que interés de Estado. Como estamos en plena campaña electoral, se trata de arañar votos y si hay que utilizar el concepto de España e instrumentalizarlo, se utiliza, y a la inversa.
¿Los líderes políticos actuales están a la altura de la dimensión del desafío al que nos enfrentamos?
No, no lo estamos, me incluyo. Europa en general, pero España en particular ha tenido un deterioro de calidad de sus dirigentes políticos. Los que fueron capaces de hacer la Transición tenían otros fustes. Hay gente que hoy dirige un partido político que prácticamente siempre ha vivido en democracia y no sabe los esfuerzos que tuvieron que hacerse para conquistar esta democracia. Pero, a pesar de eso, soy optimista. En el 76, 77, 78, Fraga se entendió con González, Carrillo con González y con todos ellos nos entendimos los nacionalistas catalanes y vascos, y era mucho más difícil que ahora. Lo que hace falta es voluntad político y quizá, que nos peguemos contra la pared para que el golpe nos haga reaccionar, que busquemos una solución política y que esto no pase sólo por presentar recursos ante el Constitucional por parte del Gobierno del Estado ni por aventurarse desde Cataluña a hacer leyes que uno sabe que acabarán en el TC. Hay que sentarse, dialogar y pactar. Esto requiere una respuesta política, no jurídica.
Las encuestas más optimistas le dan a Unió entre 3 y 5 escaños en el Parlament ¿teme que el 27-S sea también el final de una formación política centenaria?
No. Estaría encantadísimo con que Unió tuviese voz en este Parlamento. Tenemos espacio, pero poco tiempo. Lo importante es estar allí. Hay mucho voto oculto y es difícil cuadrar la estimación de voto con el recuerdo porque las siglas que se presentaron entonces no coinciden con las actuales. Tengo esperanza. Dicho esto, Unió nació en 1931. En 1934 fue la última ocasión que se presentó a las elecciones, no quiso hacerlo en 1936 para no participar ni del frente de izquierdas ni del frente de orden. Vino la guerra, el franquismo y resistió. En el 77, sacamos un diputado y a los seis meses, lo expulsamos y nos quedamos sin representación parlamentaria. Unió sigue, viene de lejos. Lógicamente, desearía que esté presente en el Parlament.
¿Se presentará usted en cualquier caso de cabeza de lista al Congreso?
Lo que suceda el 27-S condicionará mis decisiones. A lo mejor es necesario no se qué tipo de gobierno y tengo que quedarme en Cataluña. No sé.
¿Qué escenario ha de darse para que usted decida entrar en el Govern?
Que se abandonara la línea actual de declaración de independencia y se decidiera un Gobierno de concentración de fuerzas políticas catalanistas. No hagamos hipótesis porque la decisión la adoptaré después de conocer los resultados y la evolución política.
Si Unió no tuviera representación en el Parlament, ¿encabezaría usted la candidatura al Congreso?
Quiera o no quiera, tendré que venir a encabezar la lista e intentar pelearme para sacar el escaño en el Congreso.
¿Quién asumirá entonces la responsabilidad del resultado de las elecciones catalanas?
Yo.
¿Viniendo a Madrid?
No soy simplemente candidato a Madrid. Decidirá el partido si debo o no serlo, otra cosa es lo que yo piense. Además, tengo la responsabilidad de la presidencia del partido. Y si hubiese una derrota absoluta de UDC seré yo el responsable, no [Ramón] Espadaler, que es un hombre con mucho futuro. A partir de aquí, veríamos lo demás.
Si está dispuesto a venir a Madrid, es que cree que aún puede aunar voluntades entre Madrid y Cataluña.
Moriré con las botas puestas del diálogo. Soy cristiano y va contra mis propias convicciones no creer en el futuro, no puedo ser pesimista, a pesar de que ponen las cosas difíciles para alumbrar algo de optimismo. Pero no hay otra salida.
¿Por que tardó tanto en romper con Covergencia sabiendo desde hace tanto tiempo de la deriva independentista de Mas?
Somos muy conscientes de que a Unió le hubiera convenido romper antes con CDC. Muchísimos dirigentes sociales de primer nivel políticos y sociales de este país nos dijeron siempre que no rompiéramos. Al margen de ese consejo, teníamos nuestra propia opinión. Siempre criticamos un anticipo electoral en plena crisis.
¿La tardanza en la ruptura no le ha perjudicado para que los catalanes sepan hoy que ustedes son una opción política propia?
Sí, lo acepto. Puede perjudicarnos en las urnas y, seguramente, en el estado de ánimo de muchos, estoy de acuerdo. Pero hubiera sido peor que perjudicase al conjunto de Cataluña.
¿Rajoy es un problema para la búsqueda de una solución?
Todos aquellos que no la han favorecido son un problema. Pero a veces la gente cambia. El PP sabrá quién decide que sea su candidato a la presidencia del Gobierno. Me preocupan más las coaliciones electorales que puede haber después. En España, hay un sector que confía en Ciudadanos. Lo respeto, pero creo que le conocen poco. Si le conocieran bien, confiarían menos. En Cataluña lo vemos con preocupación. Me preocupa mucho un PP mediatizado por C's.
¿Qué le preocupa más un PP mediatizado por C's o un PSOE mediatizado por Podemos?
Desde la perspectiva catalana, un PP mediatizado por Ciudadanos. Desde la perspectiva del modelo de sociedad, un PSOE mediatizado por Podemos.
¡Qué dilema!
Sí, pero ese dilema se ha planteado muchas veces en la historia de España. Y vaya a saber si desde la perspectiva catalana, y a raíz de las reflexiones que hacíamos antes sobre un gobierno de izquierdas, puede plantearse también ahora.
¿Hay alguna posibilidad de que Unió colabore después del 27-S con la candidatura que encabeza Romeva?
No. Si el objetivo es la declaración de independencia, no.
Usted le conoce bien, ¿a cambio de qué cree que Mas renunciaría a la independencia?
No le conozco tan bien, No sé si es fácil conocerle bien, creo que no. Pero creo que ya no tiene capacidad de renuncia. Él ya no controla. Se le ha ido de las manos la iniciativa política. Él entregó la agenda y el calendario político a ERC y a las entidades independentistas. La pregunta ya no es qué desearía para cambiar su apuesta por la independencia, sino si quiere esto y los demás se lo van a permitir. Ni los Romeva, ni los Sánchez [presidente de la ANC], que decía que había que estar preparado para la insumisión civil. Hay que preguntar a estos señores y no a Mas, él no va a controlar la agenda política ni la controla ya.
¿Ve a Rajoy convocando en La Moncloa a todas las fuerzas políticas para buscar una solución de Estado?
¿Quién dice que vaya a ser el presidente del Gobierno Rajoy? Vamos a ver qué pasa. Sea quien sea el presidente, incluido Rajoy que creo que tiene más números que otros para serlo, tiene que abrir el diálogo. Cataluña tiene un peso importante, y no sólo desde la perspectiva económica en España, si el problema se enquista más hasta el extremo de que no se vea solución, se traducirá en desconfianza de los mercados y los inversores, bajará la actividad económica, se incrementará el paro, disminuirá el consumo.... Y todo eso pondrá en peligro no sólo a Cataluña, sino también a España, y nuestro país es un porcentaje el PIB europeo. Eso a Europa no le interesa. Merkel jamás le dirá a Rajoy que se siente a hablar con Mas de la independencia, pero sí que lo haga con alguien que tenga un proyecto que no sea la independencia y no se plantee alterar a la brava el orden constitucional. Y no hablo de oído.
Alguna vez ha dicho que varios líderes europeos escucharían a Cataluña si planteara una solución dentro de la Constitución, ¿quiénes han mantenido al respecto una conversación con usted?
Las conversaciones privadas no se explican, pero le garantizo y le doy mi palabra de honor que ningún dirigente europeo apoya la independencia, y que el diálogo es una apuesta que sí apoyan.
¿Hay una Cataluña corrupta como denuncian PP y PSOE?
Puede haber una Cataluña corrupta, igual que una España corrupta y fuerzas políticas con problemas, pero no creo que haya más corrupción en Cataluña de la que hay en España. Hay un problema de financiación de los partidos que no hemos sabido resolver. Pero lo importante es que funcione la justicia.
¿Y no cree que hemos conocido la corrupción de Cataluña cuando Convergencia ha dejado de ser decisiva para la gobernabilidad de España ó cuando ha crecido la ola secesionista?
No. ¿Y cuándo se ha conocido el tema Bárcenas? Muchos años después. Es fácil lanzar acusaciones, como la que hizo Maragall del 3%, pero en un Estado de Derecho hay que probarlo. No estoy de acuerdo con esa tesis.
¿No se acompasan, entonces, los tiempos judiciales a los políticos?
No estoy de acuerdo. Eso sería dar la razón a quienes después utilizan que el registro de la sede de CDS fue motivado por razones políticas y que era un ataque a Cataluña o al independentismo. Si admito que el poder judicial está en manos de los partidos políticos para estas decisiones, justificaría ese tipo de declaración, y no lo haré. No me gustó el espectáculo que se montó en la sede de CDC, pero tampoco el de otros registros o lo que se hizo con Rato... Registros han tenido muchos partidos o con otras personas, pero dicho esto la decisión viene de un juez de un juzgado del Vendrell por una denuncia que precisamente presentó una concejal de ERC.
Usted estuvo en algunos Gobiernos de Pujol, ¿nunca conoció la existencia del 3%?
Nunca. Si hubiera sido así, sería imbécil porque hubiera visto que otros se lo llevaban y a mí no me tocaba nada.
Hubo quién la conoció, como Maragall, y no la denunció hasta años después, ¿se debieron levantar entonces todas las alfombras?
No. El president Maragall denunció el 3% sin ninguna prueba. Debía conocer una leyenda, pero nada más porque no fue nunca al juzgado con ninguna prueba. Nunca me hablaron del 3%, nunca he visto la contabilidad de Convergencia ni me interesa. Si hay algo que no han hecho bien, se tienen que buscar y asumir responsabilidades, pero mientras tanto hay que respetar la presunción de inocencia de Convergencia y la actuación los jueces.
¿Qué estaría dispuesto a bailar para ganar votos?
Cualquier cosa pero no para ganar votos, sino porque me gusta el baile.
¿Cómo desconecta, no de España, sino de la política?
Yéndome a un rinconcito del Valle de Arán que se llama Montgarri.
¿Se ve ejerciendo la abogacía después de 40 años de actividad política?
Sí me veo. Quizá más en plan consultoría que yendo a los juzgados, pero sí.
¿Echaría de menos Madrid si la cosa se tuerce y no encabeza la candidatura al Congreso?
No, en absoluto. Vendría por otros motivos, pero no echaría de menos la actividad parlamentaria.
Si Cataluña se independizara, ¿pediría pasaporte español?
No habrá independencia, pero yo tendría doble nacionalidad porque nací en Huesca.
¿Legalizaría la marihuana?
No soy partidario de legalizar las drogas.
¿Ha fumado alguna vez un canuto?
Jamás. He hecho cosas peores, pero no he fumado un canuto.
¿Rajoy o Aznar?
No me quedo con ninguno de los dos.
¿Sánchez o Rubalcaba?
Me he entendido más tiempo con Rubalcaba, y por tanto la relación ha sido más intensa. Sánchez acaba de nacer.
¿Un gobierno PP-Ciudadanos para España? ¿PSOE-Podemos? ó ¿PSOE-Ciudadanos?
Para Cataluña, el escenario PP-Ciudadanos, no es bueno. Y para el conjunto del modelo de sociedad, un Gobierno PSOE-Podemos no es bueno. ¡Ojalá estuviéramos en tiempos de antes! ¡Ojalá que CiU estuviera en condiciones!
¿Se ha quedado con las ganas de ser ministro de Exteriores?
En absoluto. Siempre dije que no podía ser ministro de Exteriores. No tengo por qué dar explicaciones, pero pude ser ministro y no lo fui. Estoy la mar de feliz. Ni tengo resentimiento ni me quedé con las ganas.