Críticas al museo de Auschwitz por colocar duchas para combatir el calor

Podían haber puesto una fuente. O quizás una máquina expendedora de botellas de agua. Pero no. Los responsables del museo de Auschwitz (Polonia), situado en el antiguo campo de concentración nazi, no tuvieron mejor idea que colocar unas duchas para que los visitantes se refrescaran ante las altas temperaturas que sufrieron este fin de semana.

No era de extrañar, por tanto, que más de uno se acordara que eran las duchas donde los nazis enviaban a quienes querían asesinar en la cámara de gas:

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Tras algunas de las críticas recibidas por las redes sociales, el museo ha tenido que salir al paso con un comunicado publicado en Facebook. En él, explican que colocaron las duchas en la zona donde los turistas tienen que hacer cola para comprar las entradas, un sitio sin ninguna sombra y en el que la gente tiene que esperar mucho tiempo ante la cantidad de personas que visitan el museo a diario.

Los responsables del museo añaden que tienen que hacer "todo lo posible" para evitar que la gente sufra golpes de calor en un país poco acostumbrado a las altas temperaturas (este fin de semana alcanzaron los 40 grados).

Por último, añaden que les resulta "complicado" comentar algunas de las referencias históricas que han recibido como críticas desde que instalaron las duchas sobre todo porque, aseguran, "no se parecen en nada a las falsas duchas que los nazis instalaron en las cámaras de gas".

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