Cinco trucos de los británicos para hacer té que todos deberíamos copiar
En medio mundo, el té se ha convertido en una bebida cargada de azúcar, toda una bomba de calorías. Claramente, algo hay que cambiar.
Así que quizá haya llegado el momento de aprender un par de cosas de los británicos. Nuestros amigos de más allá del Canal de la Mancha tienen un truco o dos sobre cómo hacer té, y nos atreveríamos a decir que son un poquito mejores elaborando esta bebida que el resto del planeta; después de todo, el té es su bebida nacional. Este vídeo de Anglophenia explica cómo se hace y cuál es el auténtico toque british. Porque cuando los hijos de la Gran Bretaña hacen té...
1. Empiezan con agua fresca hervida, pero NUNCA en el microondas.
Vale hervirla tanto en una tetera eléctrica como en un cazo.
2. Infusionan el té exactamente entre dos y cinco minutos, en vez de "bah, déjalo ahí un buen rato".
El tiempo exacto de la infusión dependerá de tus gustos, aseguran los británicos, pero el tiempo está entre los dos y los cinco minutos. Cuando se hace en casa, los súbditos de Isabel II suelen preferir las bolsitas al té suelto.
3. Le añaden leche.
Si realizas la infusión en un cazo, la leche se pone en la taza antes de verter el té. Si haces la infusión en la propia taza, pon la leche después. Es pura ciencia.
4. Y, a menudo, le añaden azúcar como toque final de hedonismo.
Para un té totalmente británico, ponle azúcar, como hacen los trabajadores y los artesanos.
5. Lo empapan con bizcochos o con galletas secas, no dulces.
Hunde una galleta o bizcochito —es decir, una galleta con menos azúcar, de tipo más bien digestive— en tu té para que sea totalmente sabroso. ¡Y a disfrutar!
Este artículo fue publicado originalmente en la sección Taste de la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés.