España toma fuerza como destino turístico halal
Los españoles tenemos el ojo muy acostumbrado a los turistas. Los alemanes, los británicos, los japoneses... Lo clásico. Sin embargo, cada vez es más frecuente localizar visitantes que proceden de países árabes, musulmanes practicantes que empiezan a ver en España no sólo un destino hermoso que visitar, sino un lugar muslim friendly, en el que el sector turístico se adapta a sus necesidades y a sus preferencias. Es lo que se llama turismo halal.
Según los datos aportados por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, en 2014 -el último año del que se tienen estadísticas- llegaron a España 1,15 millones de visitantes procedentes del mundo islámico. El mercado crece un 8,5% cada año y España está ahora mismo en el sexto puesto entre los destinos predilectos de la comunidad musulmana, elegido por el 23% de los viajeros. Escala posiciones, por ejemplo, en el caso de los saudíes, para los que nuestro país es el tercer lugar de vacaciones más solicitado (32%).
Por países, los más atraídos por la oferta española son los argelinos (220.000 el año pasado), turcos (215.076), marroquíes (199.305), egipcios (86.001), indonesios (41.127) y malasios (32.864), abunda el ministerio de José Manuel Soria.
Por encima de todo, lo que les gusta de España es ir de compras, conocer la cultura -pesan los ochos siglos de dominio musulmán en la península ibérica-, la gastronomía mediterránea -con bases muy apreciadas como el aceite de oliva- y, por encima de todas las cosas, el fútbol, una auténtica locura. A veces los viajes se hacen, incluso, con el calendario de la Liga como base de todas las demás actividades.
MUCHO MÁS QUE LA AUSENCIA DE CERDO
Que España sea un destino halal no quiere decir sólo que se amolde al conocido precepto musulmán de no ingerir carne de cerdo. Va mucho más allá. Halal -como explica el instituto del mismo nombre creado en Córdoba y que, entre otras cosas, certifica productos y servicios con esta etiqueta de garantía-, es una etiqueta que agrupa una serie de prácticas, servicios y productos que estén permitidos por los musulmanes.
Lo halal se ha convertido en un estilo de vida que busca una experiencia de turismo que no sacrifique las prácticas religiosas del Islam. Incluye, más allá del cerdo y de su grasa -que se emplea, por ejemplo, para bollería, piensos o productos de belleza-, la ausencia de bebidas alcohólicas y de juegos de azar, y unas instalaciones adecuadas para la oración, con habitaciones en las que se encuentren alfombras para este fin y se indique la dirección en que se encuentra la Meca o ejemplares del Corán de fácil acceso.
Hay complementos que ayudan a hacer la visita más agradable: ofrecer frutas, verduras y zumos, de elevado consumo en el mundo musulmán, detalles con postres y dulces en la habitación, hilo musical en sintonía, circuitos de televisión cerrados e información en árabe, un idioma menos común en las infraestructuras hoteleras españolas.
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El Hotel Alanda de Marbella (Málaga), el primero halal de España.
AGUZANDO EL INGENIO
Los empresarios españoles se están adaptando poco a poco a esta demanda creciente. Mejores servicios darán más visitas, está claro. Ahora aún hay un enorme desconocimiento de las demandas y especificidades de este nicho de mercado, pero ya existe un primer hotel certificado como halal, el Alanda de Marbella, adquirido por capital saudí. En Córdoba, la ciudad que por su pasado trata de ser referente en el sector, también hay un par de restaurantes próximos a la Mezquita que tienen esta catalogación.
Ya hay 300 empresas, sobre todo del sector agroaliomentario, que han tramitado su certificado de conformidad islámica, según el Instituto Halal. Su abanico de propuestas es amplio: desde importación y exportación de bienes del mundo árabe al experimento con nuevos productos adaptados: vinos espumosos y sidra sin alcohol, jamón de oveja merina en vez de cerdo, polvorones con grasa exclusivamente vegetal...
En el sector de la moda, hace dos años la firma Mango lanzó una colección destinada especialmente al mundo musulmán, a la venta tras la fiesta del Ramadán, un momento de compras y regalos ligeramente comparable con el periodo navideño occidental. Lo mismo ha hecho Blanco.
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Uno de los modelos de la colección Mango para Ramadán.
El próximo octubre, entre los días 21 y 22, Madrid acogerá, además, la primera Expo Halal Spain, con representación de 300 firmas, un punto de encuentro hasta ahora insólito para pulsar mercados, hacer propuestas y reforzar lazos comerciales.
UN NEGOCIO MUNDIAL AL ALZA
Las elecciones de los musulmanes a la hora de irse de vacaciones las lideran Francia (32%), Reino Unido e Italia (28% en ambos casos), según datos de la consultora Dinarstandard.
Lo que más atrae, por este orden, son los restaurantes y hoteles (67%), la relación calidad precio (53%), el ocio amigable con la cultura musulmana (49%).
La Organización Mundial del Turismo explica en su web que estos países generaron 92.000 millones de euros en 2013 -último año evaluado-, lo que supone un 10% del consumo total turístico del mundo. La cifra más que duplica la que se registraba hace 10 años.