Si hay un postre por excelencia del verano es sin duda el helado, sea en la forma que sea: en copa, en cucurucho, en polo, en sandwich... Consumido con moderación y dentro de una dieta sana, es un dulce perfecto que deja una sensación refrescante tras la comida.
Es un dulce muy versátil, ya que puede prepararse de una gran cantidad de sabores y que cualquiera puede elaborar en casa incluso sin necesidad de una heladera.
Si tienes unos moldes para hacer polos, esta es la opción más sencilla, ya que bastará que mezcles fruta triturada con hielo y... ¡al congelador!
Para empezar, puedes probar con estas diez opciones:
La mayor dificultad es aguantar las dos horas que necesitan de congelación sin sucumbir a la tentación de comérselos.
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