Hallados restos monumentales de la bíblica ciudad filistea de Goliat

Hallados restos monumentales de la bíblica ciudad filistea de Goliat

GUSTAVO DORÉ/ WIKIPEDIA

Seguro que te sabes su historia, la de Goliat, ese gigante imbatible que asedió a las tribus de Israel sin hacerse un arañazo... hasta que el pequeño David lo tumbó con una honda y lo decapitó después.

Pues resulta que el filisteo Goliat era del pueblo de Gat. Y Gat acaba de desaparecer del mundo de las leyendas bíblicas para convertirse en una realidad de piedra, tangible. Un grupo de investigadores acaban de encontrar los restos de un asentamiento que coincide con el hogar del gigante mítico y el descubrimiento ya se vende como el más importante para la arqueología de Oriente Medio en lo que va de año. Lo que no se sabe (y quizá nunca se sepa) es si, además, Goliat existió, como su villa.

El mérito es de los especialistas de la Universidad israelí de Bal Ilán, que han descubierto en el centro del país una puerta y una fortificación monumentales de la ciudad, que constatan lo ya explicado en la Biblia: que se trataba de una urbe importante en su tiempo, considerada la mayor de la zona entre los siglos IX y X a.C.

Los hallazgos fueron localizados en Tel Zalfit, un sitio arqueológico que lleva dos décadas excavándose y que estuvo poblado prácticamente desde el Calcolítico (hace unos 5.000 años) hasta 1948, cuando sus habitantes abandonaron forzosamente la entonces aldea palestina de Tell es-Safi, asediados por las tropas de Israel.

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Vista aérea de los restos de la antigua Gat.

Uno de los estratos que más interesan a los arqueólogos bíblicos ha sido el de la ciudad de Gat, famosa por sus innumerables enfrentamientos con los israelitas y una de las cinco urbes filisteas más importantes, cuyo época de máximo esplendor tuvo lugar en el período que comprende los reinos de David y Salomón (siglo X a.C.).

El lugar se encuentra en la llanura costera del centro del país, en las denominadas Laderas de Judea, a mitad de camino entre Jerusalén y la ciudad portuaria de Ashkelón, muy cerca de la franja palestina de Gaza.

La expedición arqueológica, encabezada por el profesor Aren Maeir, localizó este mismo año la fortificación y la puerta de acceso. Profesor del Departamento para el Estudio de la Tierra de Israel y Arqueología de la citada universidad, considera esta puerta desenterrada la más grande jamás encontrada en el país, reflejo del estatus e influencia de Gat durante ese período.

"A lo largo de 20 años de excavaciones asumíamos que Gat en los siglos IX y X a.C. era la mayor de la zona, no sólo filistea sino en general", explicó Meir a la Agencia EFE. "Con los últimos hallazgos vemos ahora que no sólo era grande, de unas 50 hectáreas, sino que era dos o tres veces mayor que Jerusalén u otras ciudades de la época como Meguido o Beersheva", destacó.

CIUDAD PODEROSA

La gran fortificación hallada "demuestra lo poderosa que era la urbe, que siguió existiendo hasta el 830 a.C., cuando Hazael de Damasco la destruye".

La puerta de la ciudad filistea aparece en otra referencia bíblica, concretamente en Samuel 21, que relata la historia de cuando David escapó de Saul, primer rey de Israel, y se convirtió en siervo leal de Achich, rey de Gat.

Además del acceso monumental y la imponente muralla, fueron descubiertos varios edificios aledaños, como un templo y un taller para la producción de hierro. Los hallazgos, así como la propia ciudad, fueron arrasados por el rey Hazael, episodio mencionado en el segundo libro de Reyes (12:18).

Las excavaciones han sacado a la luz restos que apuntan que se produjo un duro asedio y la posterior destrucción del asentamiento a finales del siglo IX a.C., probablemente relacionados con este suceso.

UN GIRO EN EL PODER DE LA ZONA

La destrucción de Gat, apunta el investigador, fue un evento dramático que cambió el balance de poder regional, permitiendo el surgimiento del reino independiente de Judea en el siglo VIII a.C.

En las excavaciones han intervenido equipos de varias universidades e instituciones del mundo, que han analizado diferentes estratos de la milenaria población.

Hasta la fecha se han logrado hallazgos como templos filisteos, evidencias de un terremoto en el siglo XVIII a.C., inscripciones antiguas con nombres similares a Goliat, así como utensilios y pruebas de la captura y destrucción de la urbe bíblica.

También se han localizado ruinas de una primigenia ciudad canaanea, o del posterior castillo cruzado Blanche Garde, en el que se sabe que estuvo Ricardo Corazón de León.

LOS POBLADORES ERAN "MUY GRANDES"

Pero sin duda su época dorada es la que se remonta a aquella en la que el relato bíblico describe al gigante Goliat. "Según el texto bíblico, Goliat era de Gat, y en esa zona se han encontrado dos inscripciones con nombres similares en un alfabeto antiguo europeo", subraya Maeir.

Puntualiza que existe una fuerte tradición sobre que los pobladores de Gat eran "muy grandes"; aunque "no hemos encontrado ningún esqueleto que corrobore esa creencia, si bien podemos constatar que sus habitantes eran poderosos al tener fortificaciones de ese tipo".

"El hablar de la altura es un intento de otorgarles poder y mostrar lo poderosos o fuertes que eran sus residentes. Y Gat, sin duda, fue una ciudad muy poderosa en aquella época", concluye.

David mata a Goliat (Primer libro de Samuel)

Los filisteos juntaron sus ejércitos para la guerra, y se congregaron en Soco, que es de Judá, y acamparon entre Soco y Azeca, en Efes-damim.

También Saúl y los hombres de Israel se juntaron, y acamparon en el valle de Ela, y se pusieron en orden de batalla contra los filisteos.

Y los filisteos estaban sobre un monte a un lado, e Israel estaba sobre otro monte al otro lado, y el valle entre ellos.

Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo.

Y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de bronce.

Sobre sus piernas traía grebas de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros.

El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos siclos de hierro; e iba su escudero delante de él.

(...)

Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo.

Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra.

Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano.

Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo; y tomando la espada de él y sacándola de su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos vieron a su paladín muerto, huyeron.

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MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciada en Periodismo y especialista en Comunicación Institucional y Defensa por la Universidad de Sevilla. Excorresponsal en Jerusalén y exasesora de Prensa en la Secretaría de Estado de Defensa. Autora de 'El viaje andaluz de Robert Capa'. XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla.