12 cosas que solo entenderás si te has ido de viaje con tus amigas
La costa española tiembla cuando tus amigas y tú ponéis rumbo a los días de sol y las noches de fiesta (des)controlada. No importa los años que pasen, vosotras seguiréis removiendo Roma con Santiago si es preciso para conseguir reuniros lejos de trabajo, familia y amores varios.
Si eres de las que no perdona un viaje con ellas, seguro que más de un punto de esta lista te suena:
- Elegir destino es un suplicioPor un lado se quiere ir a una playa paradisíaca, pero también fiesta en los alrededores y, claro, como no se puede tener todo en esta vida —y no es posible plantar Gandía Shore en la playa de Las Catedrales—, hay que negociar.
- ¡Por no hablar de las fechas! Porque ahora sois personas adultas —cuasi-ministras— y vuestra agenda no entiende de escapadas con amigas.
- Por una vez os ponéis de acuerdo con la músicaLa indie, la moderna y la fan de Pitbull coinciden en estos días de derroche de amor femenino en el mismo punto: El Taxi.
- Todo tipo de looks son posiblesPorque haces la maleta pensando en qué prendas de tus amigas te vas a poner (y en cuáles de las tuyas llevarte como moneda de cambio).
- Hacer la compra es un arteEn ese carro caben todos los productos que se anuncian en la tele en la sobremesa además de varios litros de alcohol, todo un repertorio de pizzas congeladas, atún, pasta y, bueno, quizá alguna dosis de refrescos light y pavo para compensar.
- Y hacer la cobra tambiénPorque los moscones que encontrarás en esas noches no serán pocos y, después de varios años, a experiencia esquivatoria no te gana nadie. Ni a salvar a tus amigas cuando, frente al moscón de turno, no usen la táctica adecuada y no tengan escapatoria.
- Siempre hay perfiles marcadosLa que cocina, la que no, la que lleva la cuenta del bote, la que hace topless, la que gira la toalla según se va moviendo el sol, la que se levanta sin resaca para hacer turismo…
- La selección de fotos supone una criba larga y tediosaPorque sois chicas más cursis que el zapato de Cenicienta y es imposible que todas, TODAS, salgáis a vuestro gusto en una misma foto.
- Hay una regla de oroLas fotos que se hagan pasadas las tres de la mañana jamás se subirán a Facebook (pero las veréis al día siguiente cuando amanezcáis, a eso de las 4:00 PM, y os echaréis unas risas, que para eso estáis allí).
- La recena es el mejor momento del díaY no da pereza alguna ponerse a cocinar pasta con tres botes de tomate frito a las seis y media de la mañana.
- Todo se magnifica en ese apartamento de Denia que se convierte en Guadalix de la Sierra pasadas las 12 de la noche (y las tres botellas de ron barato). Para bien (con ensalzamientos del amor que os profesáis) o para mal (con enfados que derivan del absurdo).
- Pero no importaPorque lo mejor son los abrazos de después, las siestas en la playa, las confidencias en la orilla sabiendo que todas ellas serán madrinas de tus hijos, los bailes sin ritmo y la conciencia, al volver a casa, de que no las cambiarías por nada del mundo.