¿Vacaciones en Todo Incluido? Canarias quiere que te lo pienses
Canarias no es el Caribe ni aspira a serlo. No lo necesita. No quiere convertirse en una colección de pequeños oasis en medio de la nada. Tiene más que ofrecer y su prioridad es que el turista lo sepa. Se siente con fuerzas para convencer incluso a los más cómodos para que salgan del hotel y descubran la variedad de tesoros que esconde este archipiélago del Atlántico. Su problema está en el origen. La solución, en el destino.
En 2014, las islas recibieron 3,8 millones de turistas en régimen de todo incluido, un 34% del total (más de 13 millones), según los datos de ISTAC. No son mayoría, pero son más de los que les gustaría al Gobierno de Canarias. María Teresa Lorenzo, nueva consejera de Turismo, Cultura y Deportes, afirma a El Huffington Post que uno de sus principales objetivos es trabajar en un producto "lo suficientemente atractivo en su oferta complementaria como para que nos elijan por más cosas". Buenos establecimientos, sí, pero también naturaleza, deportes, cultura, ocio, clima... "Si nosotros sabemos promocionar el destino como elemento diferenciador, cada vez más gente considerará que una media pensión es más interesante", añade.
Lorenzo considera que, a diferencia de otros destinos internacionales, Canarias no tiene motivos para apostar por esta modalidad hotelera, salvo en aquellos hoteles que realmente se encuentran en sitios aislados. "No salir del alojamiento es propio de lugares que tienen inseguridad, pero aquí no pasa eso, es un destino europeo y seguro", explica mientras señala al desconocimiento como causa principal de que mucha gente se decante por esta opción. Sabe que hay una demanda "por economía" que se vio acrecentada por la crisis y que en ningún caso hay que despreciar, por lo que su apuesta será trasladar experiencias que enriquezcan las vacaciones de esos mismos turistas. "Necesitamos posicionarnos mejor en el paquete que se oferta en origen, porque si les gusta ese régimen y no sabemos ofrecerles algo mejor pueden cambiar su destino, y eso no lo queremos", afirma.
¿Por qué combatir una modalidad si no es mayoritaria ni es la imagen que proyecta Canarias? No es una cuestión estética ni de etiquetas, sino de desarrollo. Según la consejera, "el turismo de todo incluido perjudica al pequeño comercio y lo ideal sería impulsar un crecimiento distribuido".
Patrick Feir es director de marketing y ventas del Hotel Botánico de Tenerife, un cinco estrellas de lujo con mucho prestigio en Puerto de la Cruz. "El norte de la isla tiene muchas actividades. Hay playa, viñedos... Para un hotel es fundamental estar abierto porque la gente coge un avión para visitar un lugar y tener la posibilidad de ver cosas, no solo un establecimiento. El éxito está en la interacción", afirma.
La realidad es que muchos hoteleros apuestan por el todo incluido por una cuestión de seguridad. Para Feir, los touroperadores vieron la oportunidad de negocio en este modelo que nació en el Caribe y garantizan un número de clientes con un paquete que es muy competitivo para ellos, por lo que "a veces presionan, sobre todo a los cuatro estrellas".
Un cuatro estrellas que supo negarse a esas presiones es uno de los hoteles más premiados de Gran Canaria. Cordial Mogán Playa tuvo claro desde el principio que "no quería ser una joya en el desierto, sino florecer junto al Puerto de Mogán", tal y como explica su director, Nicolás Villalobos. El resultado no es solo un establecimiento encumbrado con el Travellers' Choice de Tripadvisor desde hace años, sino una pequeña zona turística que aglutina el 25% de los restaurantes con mejores críticas de toda la isla.
"El todo incluido lo entendemos, y más aún en sitios que no hay nada alrededor, porque hay que dar opciones a todo el mundo, pero nuestra idea es más a largo plazo. Los turoperadores presionan porque son comisionistas, cogen tu precio y aplican un porcentaje que se aseguran metiéndote todos los extras. Nosotros nos resistimos a ese cortoplacismo. Creemos en un modelo que distribuya la riqueza por todo Mogán y colabore en que la industria local siga creciendo tan bien como lo está haciendo. Apostamos por el destino y vendemos nuestro producto dentro de un contexto que enriquece", concluye.
Por su parte, la cadena Barceló, que tiene un total de doce hoteles que ofrecen todo incluido en las islas, considera que su modelo "no es incompatible con hacer destino" y que el problema está en el precio "al alza" de la oferta complementaria, que puede crear "desajustes en el presupuesto" de familias que no quieren gastar más, por lo que invita a analizar por qué la gente demanda este régimen.
"El TI no es algo que el hotelero implante con un afán de ingresar más y quitárselo a la oferta complementaria, sino que obedece a una exigencia del turoperador, al que sus clientes demandan que el importe se ciña a una determinada cantidad. Puedes rechazarlo, pero en zonas como Canarias tiene unas consecuencias graves, porque el toruperador te excluye". Barceló reconoce que el todo incluido "no es algo que nos atraiga especialmente", pero lo concibe como la respuesta a una demanda justificada única y exclusivamente en el precio.