Cierra el Café Comercial de Madrid tras 128 años: once motivos por los que no lo olvidaremos
El mítico Café Comercial de Madrid, uno de los establecimientos más antiguos de la capital, echa el cierre. Así lo han anunciado este lunes los dueños de este negocio, ubicado en la Glorieta de Bilbao, a través de su página de Facebook pero sin explicar el motivo. Este ha sido el comunicado:
En Madrid, a 27 de julio de 2015Estimados/as clientes/as del Café Comercial:Después de tantos años de actividad del...
El café pertenecía a la familia Contreras desde el año 1909, cuya tercera generación seguía regentándolo hasta estos días. Aquí tienes once curiosidades de esta cafetería histórica:
- La primera licencia del café data del año 1887, pero en el preámbulo de Sainz de Robles de los Episodios Nacionales de Pérez Galdós se cita que por 1870 la cafetería ya existía.
- La letra de un chotis de Marcial Guareño dice: "¿Quiere usted tomar un café rico? Acuda al Comercial, que es exquisito".
- Fue uno de los primeros bares en emplear a camareras y también fue pionero en servir platos combinados en Madrid.
- La Colmena, la novela de Camilo José Cela, está inspirada en el antiguo Café Europeo, ubicado enfrente, también refleja el ambiente de tertulias del café.
- En el año 2000 obtuvo el premio al mejor café del año en España. Cerrado café comercial, que lástima. Toda una institución en Madrid pic.twitter.com/ZExubSwfNh— Mónica Molina (@MnicaMollina) julio 27, 2015
- Por sus mesas de mármol han pasado políticos, intelectuales y artistas, además de varias generaciones de madrileños y turistas. Pedro Almodóvar, Manuel Pimentel, Ramón Jaúregui, Gaspar Llamazares, Alejandro Amenábar, Santiago Segura, Almudena Grandes, Agustín Díaz Yanes, Carmen Maura, Forges, Cristina Almeida, Rosa María Sardá, Luis Montero, Carlos Herrera, Rosa Montero, Carlos Saura, Vicente Aranda, Gonzalo de Castro, David Trueba o Icíar Bollaín son algunos de los nombres de los clientes más famosos.
- Cada vez que visitaba España, el actor John Malkovich no olvidaba su parada obligatoria en el Comercial.
- En la planta superior tenía su sede el Club de Ajedrez Café Comercial.
- El café albergaba exposiciones, clases de idiomas, presentaciones de libros, recitales poéticos, espectáculos de magia y de humor.
- Recientemente había alcanzado la cifra de 9.000 cafés y bocadillos pendientes —consumiciones que algunos clientes dejan pagadas para que las puedan disfrutar gratis en otro momento personas que lo necesiten—.
- Todas las mesas estaban numeradas menos una, la de su clienta más fiel, Doña Concha. Tras fallecer, cumplieron su voluntad de que se tocara allí un pasodoble y ramos de flores y un poema adornaron su rincón. Su hijo, Emilio, heredó su espacio, donde siguió manteniendo sus tertulias.