No la boicotees: trucos para mejorar la vida de tu lavadora (y de tu ropa)
La teoría es fácil. Abrir la portezuela, meter la ropa, echar el detergente, añadir el suavizante, ajustar el programa... et voilá! La colada limpia y perfumada. Pero el diablo siempre está en los pequeños detalles. Con la ayuda de Daniel Falcón Coro (Gijón, 1977), product manager de gama blanca de Media Markt, te invitamos a descubrir esta guía que tirará abajo viejos mitos sobre tu lavadora y te dará consejos para que tanto tu ropa como la propia lavadora estén a salvo.
COLADAS SON COLORES
Blanco y ropa de colores vivos es lo más habitual. Pero Falcón señala que es esencial también hacer otra para la ropa negra. No solo por la posibilidad de desteñidos, sino también por las pelusillas oscuras que pueden fastidiarnos otras prendas (y al revés).
PASARSE DE LIMPIO
Echar más cantidad de jabón de la necesaria implica un mayor impacto medioambiental (tanto por la cantidad de detergente como por la subida del consumo de agua) y también supone maltratar nuestro electrodoméstico. Los restos de un exceso de detergente en el cajetín y en las tuberías pueden provocar a la larga un mal funcionamiento. Aunque ya existen funciones que permiten la vigilancia del exceso de detergente.
¿MÁS RÁPIDO=MÁS BARATO?
Para nada. Falcón tumba este mito muy asumido por cualquiera aficionado a las funciones celeris, que reducen los tiempos: "Es exactamente igual que un coche. Si vas por autopista y subes la velocidad, consumes más. Con la lavadora estamos haciendo lo mismo con los programas rápidos". De hecho, con los modos de ahorro energético, que existen, el lavado se prolonga unas dos horas y media.
DESABOTONAR Y ESTIRAR
Nada de meter mangas o perneras arrugadas y botones abrochados. Falcó indica que con esta mala práctica "se lava mal la ropa, porque el líquido y el detergente no la envuelve bien". Así que recuerda revisar que esa camisa de punta en blanco que te reservas para los grandes días no tiene ni un botón en el ojal. Luego, no te lamentes de los lamparones.
¿AL DERECHO O AL REVÉS?
En principio, mejor al revés, para evitar el desgaste de las fibras por el rozamiento de las lavadoras. Aunque hay opiniones, como la de Falcó, que apuntan a que no es determinante para el buen lavar.
VENTILA TU BOMBO
Mala idea lo de cerrar la portezuela de la lavadora una vez hemos terminado un lavado. El vapor se condensa y se acumula humedad. Un par de horas con la portezuela abierta tras cada lavado es otro buen consejo en tu lista de buenas prácticas con tu lavadora. Además, hay electrodomésticos con la función disponible de avisar automáticamente de cuándo debe hacerse este programa (normalmente, cada 20 ciclos por debajo de 40ºC).
LAVAR SIN ROPA... CADA SEIS MESES
¿Pero qué pinta una lavadora centrifugando sin siquiera unos tristes calcetines? Mucho. Un programa sin ropa a 90 grados es el mejor hábito de mantenimiento, según Falcón. Hay que hacerlo una o dos veces al año. Además hay que acordarse de limpiar el cuadro de mandos, por si quedaran churretones de detergente. Existen programas que te avisan de cuándo hay que hacer este lavado.
PROGRÁMATE TUS LAVADOS
En la lista de "lo peor que podemos hacerle a nuestra ropa", pocas cosas están más subrayadas en rojo que dejarla cinco o seis horas dentro del bombo tras el lavado. Se arruga, tarda mucho más en secar y coge un desagradable olor a humedad con el que a veces ni el suavizante puede. Hoy tenemos alternativas para compaginar el ajetreo del trabajo con nuestra colada sin fastidiar al vecino con un traqueteo a las tantas. Tanto las funciones de programación de los aparatos como apps tipo Factor Smart Home que te permiten cuadrar las horas más baratas en la factura de la luz con nuestras coladas.
NO TE MATES DE UN LUMBAGO
Un último consejo. Tienes dos tareas físicas con una lavadora. Poner la ropa en el tambor y sacarla del tambor. Nada de torcer la espalda en poses inhumanas. Como recomienda la OCU, flexiona bien las rodillas y mantén tu espalda recta cuando cargues y descargues tu colada.