Las diez fugas de prisión más increíbles de la historia
La cárcel es el lugar de donde más difícil es escapar. O debería serlo. Sin embargo, muchos presos consiguen darse a la fuga, ya sea con trucos espectaculares o simplemente deslizándose a través de las grietas o de los barrotes. Estas son algunas de las huidas más llamativas.
El sábado pasado, Joaquín 'El Chapo' Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa, se fugó de la cárcel del Estado de México (centro del país) en la que estaba recluido gracias a un plan elaborado al detalle. Entró en una ducha en una prisión de máxima seguridad, donde se encontraba un agujero por el que desapareció, accediendo a un túnel de un kilómetro y medio de largo, aparentemente construido exclusivamente para él. En este vídeo se puede ver el momento en el que desaparece:
El túnel a través del cual el líder del cártel de Sinaloa huyó no era sólo un agujero en el suelo. Tenía iluminación, ventilación e incluso una motocicleta adaptada sobre rieles como mecanismo de extracción que, al parecer, fue usada para sacar la tierra. Aquí puedes ver la reconstrucción de su huida.
'El Chapo' en una de sus detenciones
No es la primera vez que consigue escapar de un penal: en enero de 2001 se fugó de la prisión de alta seguridad de Puente Grande, estado occidental de Jalisco, a bordo de un camión de limpieza gracias a la ayuda prestada por algunos funcionarios del penal. A las autoridades les costó 13 años volver a atraparle.
La prisión de Alcatraz estaba catalogada como cárcel de alta seguridad, ya que estaba situada sobre un peñasco frente a la bahía de San Francisco, en la costa oeste de EEUU. Se consideraba imposible escapar de ella. Pero no lo era.
Frank Morris y los hermanos Anglin (John y Clarence) se escaparon en 1962. Estaban encarcelados por un atraco a un banco, y pasaron varios meses cavando un túnel desde sus celdas con unas cucharas.
Historiadores y parte de las autoridades supusieron que los hombres habían muerto en las frías aguas de la Bahía, aunque habían fabricado una balsa con más de 50 gabardinas de la prisión de la época de la II Guerra Mundial. Pero no se encontró ningún cuerpo. Además, la madre de los dos hermanos recibió cada año hasta su muerte un ramo de flores - sin tarjeta - por su cumpleaños.
De haber sobrevivido, John Anglin tendría hoy 84 años, Clarence 83; y Frank Morris 87. La investigación sigue abierta, ya que si no son detenidos, se entregan o se prueba que están muertos, la investigación sigue activa hasta que cumplan los 99 años, cuando expiran las órdenes de búsqueda y captura.
Frank Lee Morris a su llegada a la prisión de Alcatraz en 1960
Esta historia ha inspirado varias películas. Una de ellas esFuga de Alcatraz, protagonizada por Clint Eastwood.
Michel Vaujour tiene 63 años de los cuales ha pasado 27 en la cárcel. Se fugó cinco veces y su quinta escapada dio la vuelta al mundo.
Fue en esta última cuando su pareja, Nadine, dio unos cursos de piloto, alquiló un helicóptero y se presentó sobre el patio de la cárcel de La Santé, en París. Michel la esperaba. Ella le lanzó una cuerda y así él pudo escalar hasta el aparato bajo las miradas de los guardias que no se atrevían a disparar por si este caía.
Michel Vaujour en el documental sobre su escapada "No me liberes, yo me encargo"
Meses después de esta última escapada, entró en coma al recibir un balazo de un policía en una atraco a un banco que fracasó. Cuando despertó, se vio de nuevo encerrado en prisión. En 2003, un informe carcelario aconsejó su liberación por buena conducta y Vaujour salió de la cárcel por su propio pie.
Pascal Payet fue condenado a 30 años en una cárcel francesa por asesinato. Parece que las fugas por el aire se pusieron de moda en Francia. Payet utilizó el helicóptero tres veces, en el año 2001, en el 2003 y en el 2007.
En su primera huida estuvo acompañado de otro recluso y se fugaron en helicóptero de una cárcel de Luynes. Dos años más tarde, cuando aún era fugitivo, ayudó a otros reclusos a escapar de la misma cárcel. Fue de nuevo capturado y enviado a una prisión de alta seguridad en el sur de Francia de donde salió en el 2007 en otro helicóptero que aterrizó en el techo de la penitenciaría.
Pascal Payet
El coreano Choi Gap-Bok era un maestro del yoga. Fue arrestado en 2012, acusado de haber cometido un robo. Gap-Bok decidió que no quería cumplir su condena, por lo que se untó el cuerpo con aceite y utilizó su flexibilidad para salir por la ranura que utilizaban los funcionarios para introducir la comida en la celda. Funcionó y el preso comenzó su camino hacia la libertad.
Choi Gap-Bok
Esta libertad duró poco, ya que seis días después fue detenido de nuevo y encerrado en una celda cuya ranura para introducir la bandeja era mucho más pequeña. Puedes saber más de su historia aquí.
Durante la guerra de Vietnam, el avión de Diete Dengler fue derribado en medio de la jungla, el piloto germano-estadounidense sobrevivió pero fue capturado por el enemigo. En junio de 1966, él y otros seis presos lograron escapar de un campo de prisioneros en la selva de Vietnam. Resistió a duras penas; desnutrido, semidesnudo y enfermo durante 23 días hasta que fue rescatado. El compañero con el que escapó no corrió la misma suerte y fue acuchillado hasta la muerte en una aldea al acercarse a pedir comida.
Diete Dengler hablando a la prensa sobre su huida
Sheppard fue un destacado ladrón londinense de principios del siglo XVIII. Huyó de la prisión por la ventana, atando sábanas entre sí para usarlas como una cuerda, como en las películas. En otra ocasión consiguió darse a la fuga disfrazándose de mujer para engañar a los guardias de la penitenciaría.
Jack Sheppard en la celda The Stone Room en la prisión de Newgate. Ilustración publicada en los Anales de Newgate.
La tercera vez que fue detenido, escapó debido a que logró abrir las pesadas cadenas que lo ataban con un clavo torcido que encontró en su celda. Puedes saber más de su historia aquí.
Dillinger fue arrestado por el robo de varios bancos. Para escapar de la cárcel de Crown Point, en Indiana, fabricó una pistola falsa con un trozo de jabón y amenazó a los guardias de la prisión. Además, robó el coche nuevo del sheriff, un Ford V8. Con él cometió el error de cruzar la frontera y, al hacerlo con un coche robado, implicó al FBI en su búsqueda.
En el verano de 1934 le localizaron y esperaron a la salida de un cine donde le tirotearon hasta que cayó muerto.
John Dillinger
Gerard era un sacerdote jesuita que estaba encerrado en la Torre de Londres. Pasó tres años en la cárcel siendo víctima de muchas torturas, ya que se consideraba uno de los enemigos públicos del país. En 1957 se abrió paso a través de las piedras de alrededor de la puerta de la celda donde estaba y se escapó esquivando a los guardias en el pasillo. Llegó al muro, rodeado por un foso en el cual le esperaba un bote de remos en mitad de la noche. El remero le lanzo una cuerda y el sacerdote pudo escapar. No volvió a ser capturado.
Torre de Londres
En 1944, varios prisioneros de la II Guerra Mundial cavaron un túnel de más de 100 metros de largo al que bautizaron con el nombre clave de 'Harry'. Los 76 hombres que lo construyeron querían utilizarlo como medio de escape del campo de concentración nazi Stalag Luft II en Polonia. Finalmente sólo unos pocos de ellos pudieron escapar. El resto fue capturado cerca de la base.
