La fiesta 'acid' del PP
Ha tenido que perder 2,5 millones de votos para darse cuenta. El PP ha iniciado este viernes con su Conferencia Política su propia ‘operación bikini’ de cara a las elecciones generales que se celebrarán a final de año. Misión: modernizarse y dejar de ser antipático. Y para eso no hay nada mejor que abandonar el azul y lanzarse a la paleta acid de colores que inunda ahora la estética popular.
La debacle del 24-M supuso un antes y un después del PP. Mariano Rajoy, reacio siempre a los cambios, tuvo que reorganizar la calle Génova e inundar los despachos con caras nuevas en las vicesecretarías: Andrea Levy (Estudios y Programas), Pablo Casado (Comunicación), Javier Maroto (Sectorial) y Fernando Martínez Maíllo (Organización).
Ellos quieren simbolizar el nuevo PP, alejados de imputaciones y tesoreros con los que no posaron. El cónclave ha comenzado como una puesta de largo de esa nueva imagen. Tres columnas rosa, amarilla y verde acid dominaban el Centro de Convenciones Norte de Ifema, los mismos colores que impregnaban los cubos en los que intervenían ministros y dirigentes. Todo salpicado del nuevo logo, que juega a ser el Smiley conservador.
PRIMARIAS PARA LAS PRIMARIAS
“Una imagen muy actual”. Esto es lo que quiere transmitir a los ciudadanos, según fuentes del PP consultadas por El Huffington Post. En este camino hacia un tiempo nuevo político en el país, los populares han desempolvado el debate de las primarias -que hasta ahora defendían solo vagamente en el PP de Madrid- para dar la sensación de escuchar a la calle.
“Un militante, un voto”, ha pedido la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, a su llegada. Ha sido la primera en contestar a los periodistas, siempre acompañada por su mano derecha y directora de comunicación, Isabel Gallego. Aunque el título de “esperanza” popular ya no lo tiene ella, sino su compañera y flamante presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. El apodo se lo ha puesto la prensa, y ella ha decidido responder que es una militante más.
Eso sí, para este año no daría tiempo a hacer primarias. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, ha sorprendido a más de uno cuando ha abogado por dar más protagonismo y participación directa a los militantes a la hora de elegir a sus líderes. Ha recordado, no obstante, que esto sólo puede ser aprobado en los estatutos en un congreso del partido. El siguiente está previsto para el año que viene, por lo que no afectaría a Mariano Rajoy y a su previsible candidatura para estas elecciones.
DE SINATRA Y MICRÓFONOS
Las luces se han apagado al principio de la inauguración. El programa señalaba que el primer turno corría a cargo de Cospedal, pero el presidente del Gobierno ha decidido ofrecer una pequeña sorpresa y dar personalmente la “bienvenida”. Su intervención se ceñía al principio a la clausura del sábado. Dos minutos aprovechados. Ha lanzado el mensaje a los suyos de que va a defender la libertad frente a Podemos y sus pactos con el PSOE. Lo ha hecho con la percha de un vídeo proyectado -y muy aplaudido- en el que aparecía Lilian Tintori, esposa del opositor venezolano Leopoldo López. Este país y el régimen de Nicolás Maduro van camino de ser incluidos en la sección de Nacional de los medios patrios.
Y, como en todas las fiestas, hay quien se lanza a cantar. En esta ocasión ha sido el nuevo titular de Educación, Íñigo Méndez de Vigo. Durante su intervención en un foro ha entonado una frase de My way, de Frank Sinatra. “También soy ministro de Cultura”, ha dicho entre risas de los asistentes.
No hay que extrañarse de que se haya animado, pues la organización les ha puesto un micrófono con estética vintage. Seguro que el autor de la idea ha visto muchas veces La Voz. Los populares han estrenado formato también. Los ponentes solo podían hablar cinco minutos y, además, todo el que quisiera ha podido intervenir y preguntar a los dirigentes.
Algunos de los que han pedido la palabra han sido miembros de Nuevas Generaciones, colectivo que ve ya como su gran referente a Pablo Casado, a quien se acercaban de manera entusiasta durante las pausas. Pero donde emergen estrellas, también se sumergen otras.
HABLEMOS, HABLEMOS
Algunos de los todopoderosos barones han perdido el brillo tras el 24-M y se encuentran a la espera de ser relevados en los congresos extraordinarios regionales previstos para después de las generales. Camisas blancas y vaqueros. Esa era la estética de muchos de que un día gobernaron y ahora se verán en los pasillos del Senado -el refugio que les ha buscado el partido-, como Alberto Fabra y José Ramón Bauzá. También compartían confidencias Aguirre y Luisa Fernanda Rudi, que no han logrado los votos para ser investidas alcaldesa de Madrid y presidenta de Aragón.
Hablar, hablar, pero no tocaba aprobar nada. De esta conferencia saldrán algunas ideas que servirán de base para el programa electoral de las generales. Cospedal ha lanzado la de una mayor participación para elegir a los líderes por parte de los militantes y, además, ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que en el futuro los populares tengan que plasmar por escrito que abandonarán su puesto en el caso de que se les abra juicio oral por corrupción o delitos graves.
Había expectación también con la intervención del presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, que iba a lanzar ideas sobre participación interna. ¿Qué ha dicho? El malagueño ha apostado por incompatibilizar cargos orgánicos e institucionales y abordar la limitación de mandatos. Luego tocará concretar. Otra de las propuestas lanzadas ha sido una reforma del sistema electoral para instaurar una prima de gobernabilidad para el partido más votado tanto en los comicios generales, como autonómicos y locales, y la creación de una "bolsa de restos" de votos en las provincias. El ideólogo, en este caso, ha sido el secretario general del grupo popular en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro.
Ni Benicássim, ni Sonorama, ni Arenal Sound. El PP ha vivido su particular fiesta acid este viernes. Para el sábado ya están agotadas la entradas para ver a Rajoy.