¿Tu ordenador va a pedales? Soluciónalo
Los ordenadores se compran, se montan, se encienden, funcionan perfectamente y apenas unas semanas después de su estreno, empieza su inexorable camino hacia la lentitud. Los programas que al principio se abrían en un suspiro, ahora se abren en 10, 20 o 30 segundos, dependiendo del día. La navegación por Internet, antes supersónica, va a trompicones. Pero antes de mandar el PC al vertedero y comprar uno nuevo, es mejor intentar descubrir qué le pasa.
1. LIMPIEZA GENERAL
Programas que no utilices, videojuegos que hace años no tocas, carpetas repletas de música que no escuchas o de fotos que podrías tener en otro lugar…. Cómprate un disco duro externo y llénalo para aliviar a tu maltrecho ordenador. Y luego, que no se te olvide pasar la escoba: programas como CleanMyPC depuran la memoria y limpian de archivos que solo están en tu PC para ponerte zancadillas.
2. SISTEMA OPERATIVO DESACTUALIZADO
Los fabricantes depuran sus programas con cada actualización. Solucionan problemas como procesos demasiado pesados o errores que ocurren en un segundo plano y que afectan al rendimiento general del ordenador. Así que la próxima vez que veas el aviso de que tienes que actualizar, hazle caso.
3. TIENES UN VIRUS
Tener un antivirus activo ya no es sinónimo de lentitud. Al menos, con algunas marcas. Lo que sí provoca ese desesperante estado es un programa malicioso, por lo que debemos escanear el equipo en su búsqueda y para su eliminación.
4. USAS DEMASIADOS PROGRAMAS A LA VEZ
Si tu ordenador ya tiene unos años, quizás no aguante demasiado bien tener abierto simultáneamente el procesador de texto, un reproductor multimedia, el navegador y el antivirus. Intenta no caer en el multitasking y ve haciendo tus tareas una a una, abriendo y cerrando los programas según los vayas necesitando o no.
También hay que estar atento con los programas que estén funcionando en segundo plano, que son aquellos que comen recursos del sistema sin que los estemos utilizando. Para descubrirlos, debemos abrir el Administrador de Tareas de Windows (pulsando la combinación de teclas 'Ctrl+Alt+Supr'). Allí podremos cerrar las que estén consumiendo muchos recursos y no nos hagan falta. En Mac usaremos ‘Forzar salida de las aplicaciones’ (pulsando 'option+command+esc').
5. DEMASIADOS ICONOS EN TU ESCRITORIO
Todos queremos tener a mano en el escritorio los programas y archivos que vamos a usar, pero otra cosa es tener un síndrome de Diógenes digital que nos impida cargarnos algunos de ellos. Como en la vida real, un escritorio limpio es sinónimo de productividad: utiliza la papelera sin remordimientos y que se vea bien el fondo de pantalla, que para algo está.
6. CUÍDALO
Trátalo con cariño y permite que sus programas se actualicen. Apágalo cuando no lo estés usando. Instala en él software original y comprado, no una versión crackeada que te hayas bajado de Internet. En definitiva, mímalo. Y si ya está muy mayor, rejuvenécelo aumentando su memoria RAM. Es el componente clave que hará que funcione más rápido.
