Qué hace la Unión Europea para reducir el desempleo juvenil
Hasta ahora, la UE no había hecho gran cosa por el desempleo juvenil, porque no es una política macro sobre la que tenga responsabilidad. El problema ha alcanzado tales dimensiones, sin embargo, que en abril de 2013 el Consejo Europeo aprobó un programa de ayuda directa (la Garantía de Empleo Juvenil) para ofrecer planes personalizados a los jóvenes. Lo que quieren es que no pasen más de cuatro meses sin trabajo, prácticas o cursos de formación. 6.400 millones de euros a repartir entre los países con más paro juvenil.
España, que encabeza ese ranking con el 53,2% de menores de 25 años sin trabajo, es receptora de la mayor partida presupuestaria: 1.887 millones que todavía no se han notado en las estadísticas. En abril había 48.576 millones de españoles inscritos en el sistema nacional de garantía juvenil, según el Ministerio de Empleo, apenas un 6,2% de los menores de 25 en paro.
Como los países de la UE iban demasiado despacio en la puesta en marcha de esta ayuda, en 2015 se acordó liberar un 30% de la prefinanciación para impulsarlo. En el Parlamento Europeo todos los grupos se pusieron de acuerdo para decir que sí. Aunque tienen diferencias profundas en su visión de cómo solucionar el desempleo, los eurodiputados españoles votaron todos a una porque consideraron que lo urgente era que el dinero fluyera cuanto antes. La Unión Europea espera llegar a unos 650.000 jóvenes con esta inyección, pero son pocos, cuando la propia Comisión Europea calcula que hay 7,5 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan.
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UNA PEQUEÑA AYUDA EN UN CONTEXTO DESFAVORABLE
"Es un programa que empezó tarde, de forma lenta, sin la ambición suficiente [la Organización Internacional del Trabajo ha recomendado un presupuesto de 21.000 millones de euros, frente a los 6.000 que destinará la UE]", critica Javier López. El eurodiputado socialista reconoce que al menos la Comisión Europea "está poniendo herramientas, hay interés y el tema está en la agenda". Plantea, sin embargo, que el problema es macro y tiene que ver con el diseño de la Zona Euro, "que es disfuncional y no estaba preparado para un crecimiento asimétrico como el que hemos vivido".
La UE no tiene competencias en el desempleo, pero donde sí tiene poder, sus iniciativas, lejos de ayudar, han contribuido a empeorar la situación. Los miembros de la Eurozona han perdido el control de las herramientas clásicas como imprimir billetes, devaluar moneda y monetizar la deuda. "Si le sumas que hay una política de ajuste presupuestario muy dura, de austeridad, de consolidación muy agresiva, eso lo que ha hecho es enfangar aún más la economía y agravar la recesión", explica López.
La lentitud en arrancar con la Garantía de Empleo Juvenil ha sido "fundamentalmente por una cuestión de dinero, porque los países tenían que adelantarlo, y donde más desempleo juvenil había, era donde había más crisis y más problemas económicos" para avanzar la financiación, según la eurodiputada del PP Verónica Lope Fontané.
Enrique Calvet Chambon, antes de UPyD y ahora independiente en la Alianza de los Liberales Demócratas (ALDE) en la Eurocámara, niega categóricamente que sea una cuestión de presupuesto: "Haberlo hay, y de hecho, mucho se queda sin utilizar". El problema, para él, es que "el sistema es muy ineficaz y se politiza mucho". No es cosa de mala voluntad, cree Calvet, pero aboga porque la Unión Europea "además de soltar el dinero, se asegure de que se utiliza bien" con un cuerpo de inspectores que garantice que los proyectos "tienen sentido y son desarrollables". Propone, además, crear "minitroikas en lo social", que introduzcan una evaluación de los resultados en el ámbito del desempleo en el Semestre europeo.
QUÉ HACE ESPAÑA CON EL DINERO EUROPEO
"En España el nivel de eficacia de la utilización de esos fondos es muy bajo, por decirlo con caridad", dice Calvet, en contra de lo que afirma Lope, que por su parte asegura que "hemos sido de los buenos alumnos", aunque reconoce desigualdad en la aplicación por parte de las Comunidades Autónomas. El socialista López mete también a España en el saco de los lentos e ineficaces, y critica que no se está contabilizando cuánta gente ha encontrado formación o trabajo gracias al programa.
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Después está el contenido, las prioridades que ha establecido España, que son un reflejo de la visión del Gobierno sobre cuál debe ser la salida del paro. Verónica Lope explica que una de las prioridades de su partido, el PP, es la formación profesional dual. "En Europa hay dos millones de puestos de trabajo que no se pueden cubrir, porque faltan jóvenes cualificados, porque la educación está muy alejada de las empresas. ¿Problemas que hay en España? Que hay muchas empresas que no están dispuestas a contratar jóvenes con este programa, porque dicen que les cuesta dinero".
Tania González, de Podemos, considera que "en un país como España, con más del 50% de paro juvenil, es una barbaridad decir que los jóvenes no están lo suficientemente formados o no son flexibles". Además, no cree que el problema se resuelva "con prácticas o contratos precarios que lo que generan es una entrada y salida constante de jóvenes que no crea empleo ni un cambio en el sistema productivo". La apuesta debe ser, desde su punto de vista, el empleo verde -estiman que podría generar dos millones de empleos- y un sistema productivo basado en la investigación y el desarrollo.
La eurodiputada critica también el acento del plan español en el emprendimiento y el autoempleo. "A veces la gente se endeuda, ese negocio se va a la ruina y te quedas con la deuda; es un lastre más en tu vida", dice. En su lugar, a Podemos le gustaría ver más "herramientas colectivas, cooperativismo y sociedades laborales, que permiten compartir recursos y cargas". La formación propone también "repartir el trabajo". "La ocho horas son una reivindicación de hace un sigo; yo creo que ahora estamos a otra cosa", dice, y recuerda también las horas extras que se hacen sin control y el aumento de la edad de jubilación. "Si empezamos a sumar y sumar, salen muchas horas". Y muchos contratos de trabajo.
EMPLEOS DE CALIDAD VS TRABAJO PRECARIO
Otra de las grandes críticas al programa español viene de Javier López, y es que el Gobierno ha decidido dedicar buena parte de los fondos a fomentar la contratación de jóvenes mediante deducciones fiscales. "Se sabe, se probó que esto no funciona", recuerda. "Es una palanca para la devaluación interna, para provocar rotación, y eso sería muy perverso: 'Despiden a mi padre y por la mitad de dinero me contratan a mí, con una subvención de la UE". Tania González coincide en criticar estas bonificaciones, que lo que generan son "trabajos precarios, inestables".
La popular Lope afirma que el 50% de los contratos que se están creando son fijos, pero los datos de la Encuesta de Población Activa le contradicen: el pasado mayo solo el 7,9% de los nuevos contratos eran indefinidos, y en cambio, el 25% tenían una duración de menos de una semana. En España, se justifica, "la situación no es mala, es desastrosa; teníamos muchísimos jóvenes, ninis, que no querían estudiar porque podían trabajar en la construcción y ganar 1.500 euros sin tener ningún tipo de formación. La primera cosa que hay que hacer es sacar a esos chicos de su casa: para estudiar, formarse o trabajar", opina. "Entonces dices, ¿a un chico que no sepa hacer nada, le vas a contratar fijo? Hombre, pues yo no lo haría. La solución es la formación dual. ¿Contratos precarios? Sí, los hay, pero siempre es mejor un contrato precario a que estén en casa sin hacer nada".
El tema de los ninis a Tania González le enciende. "El problema de los jóvenes no es que no quieran trabajar, es que no encuentran trabajo, o no encuentran trabajo dentro de su formación, o en unas condiciones dignas".
A Enrique Calvet lo que le molesta es "la manía de los quality jobs [trabajos de calidad] por todas partes, que sobre el papel sirve para cualquier cosa", afirma, como descartar fomentar puestos en la hostelería "porque eso no es apostar por el futuro". Para él, España y sobre todo algunas Comunidades Autónomas, no están preparadas aún para absorber puestos de ingenieros, cuando "el problema es de pobreza y exclusión". "Que [el empleo] sea estable, que no sea precario, que permita formación, y una oportunidad, en eso estoy de acuerdo, pero que no sirva de barrera para impedir la llegada de proyectos y por tanto fondos a donde más se necesita", pide.
Mientras tanto, ahí están los casi dos mil millones que le corresponden a España. Como dice Javier López, hay que trabajar en el problema de fondo de diseño de la UE. El programa "podría tener más capacidad si quisiéramos, se podría ir más rápido", pero "bienvenida sea la ayuda".