Consejos prácticos para superar la ola de calor
La ola de calor ha llegado y no se irá en unos días. Le ha cogido el gusto a la península ibérica, vaya. Mañana lunes, ocho comunidades estarán en alerta naranja: Madrid, Aragón, Navarra, Cataluña, Andalucía, ambas Castillas y Extremadura, indica la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Hay por riesgo importante a causa del calor extremo y temperaturas muy altas, que llegarán incluso hasta 43 grados en zonas de Córdoba. Hoy ya hay un señor de 44 años ingresado en Toledo por un golpe de calor.
Para pasar estos días con seguridad, debes hacer caso, como mínimo, a estos sencillos consejos que da la cuenta de Twitter de la Guardia Civil:
Pero si necesitas sabes más, porque la desesperación y el agobio te puede, aquí llevas un buen puñado de prácticas útiles para pasar la canícula... sobre todo, si no tienes aire acondicionado.
Tan sencillo como parece. The Family Handyman afirma que hasta un 30% del calor procede de las ventanas, y utilizar persianas, cortinas o algo por el estilo puede ahorrarte hasta un 7% en las facturas y bajar la temperatura interior en unos 6º C. En otras palabras, evita básicamente que tu casa se convierta en un pequeño invernadero, que es lo que suele ocurrir cuando las ventanas están orientadas hacia el sur y hacia el oeste.
Cerrar habitaciones que no se usan evitará que el aire fresco llegue a esas zonas durante la parte más calurosa del día. En cambio, durante las horas más frescas de la noche (mira el consejo número 7), es mejor que dejes que el aire fluya de forma natural por tu casa.
Cambiar la ropa de cama no sólo da un aire nuevo a tu habitación, sino que además la refresca. Mientras que las sábanas de franela y las colchas de lana funcionan muy bien como aislantes térmicos, ahora es la temporada del algodón, que deja transpirar mejor y mantiene la frescura. Además, te aconsejamos que te compres una almohada de trigo sarraceno, pues los granos dejan que el aire pase y así no guardan el calor de tu cuerpo como las almohadas tradicionales.
Aunque no lo sepas, tu ventilador de techo necesita ajustarse dependiendo de la estación. Haciendo que gire en sentido contrario a las agujas del reloj y a una mayor velocidad en verano, se consigue que la corriente de aire generada cree un efecto de brisa que te proporcionará una sensación de mayor frescor.
Si tus antepasados sobrevivieron sin aire acondicionado, tú también puedes. Consiste en sentirse fresco por dentro: para ello, puedes tomar bebidas heladas o ponerte un trozo de tela fría en zonas donde las pulsaciones son más fuertes, como el cuello y las muñecas. Existen otros trucos, como elegir bien la ropa o decirle a tu pareja que no se te acurruque hasta que las hojas de los árboles empiecen a cambiar de color.
Ambos sacan de tu apartamento el aire caliente que se produce al cocinar o al tomar una ducha caliente. Dicho esto, asegúrate de que no se vaya el aire frío y cierra bien puertas y ventanas.
Durante los meses de verano, las temperaturas bajan por la noche, así que aprovecha las horas más frescas dejando entreabiertas las ventanas antes de irte a la cama. Incluso puedes crear un túnel de viento colocando de forma estratégica el ventilador para que se forme una corriente perfecta de aire. Eso sí, asegúrate de cerrar bien las ventanas (y las persianas) antes de que empiece a calentar el sol por la mañana.
Si necesitabas más motivos para cambiarte a las lámparas fluorescentes compactas, aquí lo tienes. Las bombillas incandescentes gastan alrededor de un 90% de su energía en el calor que emiten, así que si las tiras, notarás la diferencia tanto en la temperatura de tu casa como en la factura de electricidad.
Aunque sea obvio, tenemos que decirlo: usar el horno o la cocina en verano harán que tu casa esté más caliente. Si ya te parece que hay 40º dentro de casa, lo último que tienes que hacer es poner el horno a una temperatura de 200º C. Además, en verano apetece sacarle todo el jugo a los accesorios del jardín.
Si de verdad estás convencido de no querer instalar aire acondicionado en casa, puedes hacer un par de arreglos que mantendrán más fresca la casa durante las próximas estaciones. Por ejemplo, la capa de aislamiento térmico para ventanas es una compra inteligente, pues funciona de forma similar a las persianas. Además, si pones toldos y plantas árboles o enredaderas frente a las ventanas orientadas a la luz, tu casa estará protegida de los rayos del sol, absorberá menos cantidad de calor y tu inversión habrá merecido la pena.
Hay que estar hidratados bebiendo al menos un litro y medio de agua al día. Con las altas temperaturas se suda más y se necesita una ingesta de líquidos mayor. Evitar la deshidratación ayuda a mantener la temperatura y combatir la fatiga que produce el calor. El café tómalo más pronto que tarde, y cuidado con el alcohol, porque activa el organismo e interrumpe el sueño. Tampoco uses mucho picante.
Trata de mantener las rutinas, los horarios de comida y de ir a la cama, pese al cambio en las horas de luz. Quizá no va mal una siesta, pero corta, para compensar las noches de calor. Puedes tomar una ducha o una infusión que te relaje. Ah, dormir desnudo no es más fresco; usar pijamas de algodón para evitar la sudoración excesiva. Las prendas de licra y otros tejidos sintéticos no permiten que la piel transpire y se suda más.
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